Benjy Melendez, hijo de inmigrantes portorriqueños, creció en el Bronx y fundó, a finales de los años sesenta, los Ghetto Brothers. De su barrio devastado por las drogas, la violencia y la pobreza, de su época marcada por los movimientos contestatarios, Benjy extrae una energía formidable y una decisión más que positiva: su banda será multirracial y pacífica. Ente sus muchas acciones, la banda organiza conciertos semanales para todos los públicos, tanto en las calles como en edificios abandonados, desde donde emergerá el movimiento hip hop.

Los cómics a veces desempeñan una labor que no suele ser reconocida: la de enseñar e ilustrar. Muchos somos los que hemos aprendido a leer gracias a los cómics, o hemos ampliado nuestro vocabulario gracias a su lectura. Por no hablar de los valores que muchos de ellos transmiten (poder y responsabilidad, el crimen no compensa…). Pero una de las áreas donde el cómic puede hacer mucho bien es en la de la historia.

Hay grandes cómics históricos. No de ficción ambientada en una época histórica concreta, sino cómics que nos relatan cómo tuvieron lugar determinados hitos de la historia, como la Segunda Guerra Mundial, la conquista del Oeste o las intrigas palaciegas y las guerras que conformaron la Europa moderna. Pero también hay cómics que apuntan algo más bajo, creados para contarnos pequeñas historias de gente grande. En este caso, hablamos de la historia del Bronx.

El Bronx, ese barrio neoyorquino maldito, marcado por la pobreza, la marginalidad y la delincuencia. Su nombre es sinónimo de multirracialidad, inseguridad, bandas callejeras y drogas. Y así fue hasta que Benjy Meléndez, el protagonista de este relato, lograra unir a las bandas callejeras que luchaban por sus territorios, y recondujera a sus miembros hacia “aficiones” más productivas como la música o el baile.

Con un estilo feo, crudo y descarnado como la vida en las calles, los autores nos dan un paseo a través del tiempo, hasta hace más de cuarenta años, para contarnos cómo el Bronx pasó de ser un barrio de gente bien a convertirse en un ghetto, hasta la reconversión en zona “hip” que está teniendo lugar en nuestros días. Vemos la creación de bandas callejeras, sus ritos y rencillas, y la creciente ola de violencia y crimen a las que las condujeron las drogas, hasta la gran reunión de líderes del 8 de diciembre de 1971.

Pese a que aquí en España el Bronx nos pille algo lejos, la lectura de este tomo es muy edificante, puesto que aporta algo de luz sobre la historia de un barrio siempre engullido por las sombras de la delincuencia.