Star Wars: The Force Awakens. Episode VII, Part VI
Chuck Wendig, Luke Ross
Portadas de Paolo Rivera y Esad Ribic
Marvel Comics – Grapa- 3,95 €
9 de noviembre de 2016

La Fuerza ya puede volver a acostarse.

Tras seis números publicados a velocidad luz (en cinco meses para así poder sacar el compendio para Navidades, que no son tontos), esto se acabó. Star Wars: El despertar de la Fuerza ya tiene su sufrida adaptación a cómic. Hagamos un repaso del último número y de la adaptación en general.

El último número es una porquería. Ahora a por la adaptación en general.

Escrito por Chuck Wendig (autor de la saga Star Wars: Consecuencias), el cómic o está basado en el guion de la película, sino en la película en sí. La novela de Alan Dean Foster sí estaba basada en la novela, y podíamos apreciar conceptos y escenas hasta ahora nunca vistos. Digo hasta ahora, porque ya están las escenas en el nuevo Blu-ray 3-D. El cómic pues, no aporta nada nuevo a la historia de El despertar de la Fuerza, ergo es un saca-pelas, ergo en nada lo tendré en mi estantería para ojearlo de vez en cuando.

He de añadirle de positivo al bueno de Chuck que consiguió que visualmente un par de escenas fueran más completas. Siendo estas la visión de Rey (donde se ve claramente Bespin en el Ep. V) y la escena de los recuerdos de Han Solo (donde se vuelve a ver Endor, Hoth y Kashyyyk, como en la novela Consecuencias: deuda de vida del mismo autor).

El ritmo de lectura es extraño, y de alguna forma está mal. Las escenas de acción, aunque visualmente comprensibles gracias a la mano de Ross, son innecesarias. Y largas, muy largas. Quizá la única en salvarse fue la de los Rathtar y por parecer más de cómic que en la peli, que es demasiado cómic y poco creíble dentro de los estándares cinematográficos. Quizá por el CGI, en las viñetas es más verosímil.

Todo el último número es extraño, mucho. Tanto de ritmo como de composición. Es como una recopilación de lo que el conjunto ha sido. La falta de diálogo o narrativa, dejado todo a la continuidad visual ha sido un grave error. Sabe a poco y mal, una historia que suele dejar con buen sabor de boca.

Y el ir rápido y corriendo parece que haya afectado a la producción también: hay dibujos extraños, y de vez en cuando no se reconocen los personajes, cuando después otras viñetas son maravillosas. Sé de buena tinta por dibujantes Marvel que es muy esclavizante su trabajo – quizá la fábrica de historias debería plantearse el tema cantidad/calidad.

En resumen, esta adaptación de cómic es una pena. Podría haber sido tanto… pero se quedó en una sombra.