-Es un mundo extraño.
-Conservémoslo así.
Con este diálogo terminaba el primer número de Planetary, la fantástica serie con la que Warren Ellis nos cogió de la mano a finales del siglo XX y nos metió de cabeza en el XXI. Tras la edición del último número en 2009, el autor ha seguido firmando un buen puñado de obras a un nivel notablemente alto, pero ninguna a la altura de esta maravilla.
Hasta que llegó Inyección.
Inyección 3
En Inyección, Warren Ellis hace un interesante planteamiento. Un think tank, formado por cinco personas provenientes de diferentes campos tan lejanos como la electrónica y la magia, ha descubierto que el progreso humano está a punto de estancarse, y deciden que hay que hacer algo para evitarlo. Así que, para mantener extraño el mundo, crean una inteligencia artificial no basada en una consciencia humana, la mezclan con magia y la sueltan al mundo. Esa entidad, que va evolucionando con el tiempo, es la Inyección, y este punto de partida, ese intento que sale mal de conservar el mundo extraño, hace que podamos ver esta serie como el reflejo oscuro de Planetary.
El primer tomo funcionó como planteamiento de la historia y como presentación de los personajes. El segundo tomo fue un arco argumental centrado en Vivek Headland, un personaje que recordaba poderosamente, en habilidades y personalidad, a Sherlock Holmes. Y en este tercer tomo, Ellis mueve el foco de atención hacia Brigid Roth, la especialista tecnológica… en una historia que no desentonaría ni lo más mínimo en Doctor Who, con su TARDIS y todo.
La historia gira alrededor de un trabajo encargado a Roth, a la que mandan a investigar qué está ocurriendo en un círculo de piedras en Cornualles en el que aparece un cadáver, aparentemente derivado de un sacrificio ritual. Así, la tecnofriki del grupo tendrá que determinar qué ha pasado, qué son los círculos de piedras y qué tiene todo esto que ver con la Inyección.
Uno de los puntos interesantes de esta serie es el choque entre ciencia y magia. No estamos ante un enfrentamiento entre ambos conceptos, sino ante una comparación. ¿Tiene siempre razón la ciencia en su búsqueda de hechos contrastables y verificables? ¿Hay algo detrás de la magia aparte de fantasía y charlatanería? ¿Pueden coexistir ambas en el mismo mundo? Y más aún, ¿qué demonios son los Spriggan?
Sin querer menospreciar a Warren Ellis y a Declan Shalvey, que hacen un trabajo al nivel de excelencia habitual al que nos tienen acostumbrados, hay que señalar la calidad del trabajo de Jordie Bellaire, que con colores totalmente planos y quizás hasta chillones llega a conseguir hacer que el color sea el protagonista absoluto de algunas secuencias de este tomo. Por algo se está convirtiendo en una de los coloristas estrellas de los últimos años.
Pero si el qué nos está contando es interesante, y el cómo no se queda atrás, lo que hay debajo de todo ello añade una capa adicional de lectura. Tras la presentación, hemos visto un tomo dedicado a un Sherlock Holmes, otro a un Doctor Who y hemos visto la versión Inyección de James Bond. Parece que estuviéramos ante un repaso a la historia de la ficción británica. Algo parecido a lo que hizo Alan Moore con La liga de los hombres extraordinarios, pero con homenajes en lugar de con el uso de personajes libres de derechos.
Inyección volverá…
La gran mala noticia es que hace casi un año que el número 15 vio la luz y aún no ha salido el 16. La última página de ese número aseguraba que la serie seguiría…
…pero la realidad es que aún seguimos esperando y 2018 está a punto de acabar. ¿Las buenas noticias? A finales de julio, Ellis dijo que este año, Declan Shalvey estaba liado con otras cosas, incluyendo una gira americana, y que Inyección no está cancelada. También dijo que si aparece cerca de alguno de los lectores, vayan a tirarle patatas. Tomaremos nota.
Sobre la duración total de la obra, la estructura de un tomo dedicado a cada uno de los creadores de la Inyección, y un tomo de apertura y otro posible de cierre, nos hace pensar en una extensión alrededor de los 6-7 tomos, lo que nos llevaría a un total de 30-35 números, llegando a un tamaño similar al de Planetary.
En resumen…
Con Inyección, Ellis ha vuelto al estilo y, en parte, a la temática que ya vimos en Planetary. La extrañeza en el mundo que nos rodea es el eje de lo que nos está contando, aunque en este caso la extrañeza no sea natural sino culpa de las acciones de la humanidad. Pero si lo que nos está contando es interesante, el cómo lo está haciendo no se queda atrás. De nuevo, Warren Ellis nos ha demostrado que es uno de los autores más interesantes del mercado, e Inyección es una parada obligatoria para todos los que conectan con su forma de hacer las cosas.