Después de un primer volumen donde se nos presentaban a los personajes y sus motivaciones, en este segundo y último tomo de El carterista, vamos a ver cómo lleva a cabo su plan inicial con alguna que otra historia de por medio. Ya sabemos que el protagonista de esta serie es Ankurô el Hisahigami, un carterista que vio cómo 6 maleantes violaron durante tres días a su madre y torturaron a su padre para acabar tirándole al río a su propia suerte. También vimos como una carterista le salvó la vida y le enseñó su oficio, y que Ankurô ha pasado la mayor parte de su vida planeando su venganza contra estos seis.

Después de acabar con la vida de Sute el tambaleante en el primer tomo, llega la hora de los otros cinco: Kichi el mojacamas, Bankaku el ciego, Jô el seductor, Tadasu el dormilón e Ichi el de Nagoya. A pesar de ello, este tomo hace, como suele suceder en las obras de Koike-Kojima, un alto en el camino y dedica más de 100 páginas a contarnos la historia de Mondo Ootani, que posee un diamante que oculta una interesante historia de rencor y venganza tras él. La historia está muy bien planteada, aunque suponga un parón en la historia principal, y acaba suponiendo un enfrentamiento entre Ankurô y Mondo, que son ambos mucho más parecidos de lo que sugieren las apariencias. Ambos buscan venganza y se rigen por el código del honor.

Después veremos la historia de Kichi el mojacamas, que aparenta ser un honesto comerciante, pero que esconde ser el líder de una de las bandas de carteristas más activas de Okazaki. Otra historia de planes muy pensados para acabar con su enemigo del alma, y de cómo Ankurô tendrá que engañar a su enemigo para ganarse su confianza y poder actuar desde dentro. En esta historia también vemos cómo Ankurô no duda en llevarse por delante a los familiares de sus enemigos. Si en el primer tomo veíamos cómo llegaba a enamorar y romperle el corazón a la hija de Sute, en esta historia hará lo propio con la esposa de Kichi. Por supuesto, siempre valiéndose de su habilidad como amante sin igual.

A continuación tenemos una historia corta con una presa que se dirige al cadalso y cómo Ankurô evitará que unos tipos se burlen de ella y mancillen su dudoso honor.

La siguiente historia es la de Bankaku, un masajista ciego que planteará un verdadero reto para nuestro carterista. El tipo ha desarrollado el sentido del olfato convirtiéndole en poco menos que el Matt Murdock asiático, y no pondrá fácil las cosas a Ankurô para llevar a cabo su venganza.

Por último, tenemos un capítulo en el que El carterista reunirá a los tres restantes miembros de la banda que atacó a sus padres y tendrá que infiltrarse nada menos que como rasurador púbico de un burdel en el que hará gala de su habilidad como supuesto maestro de la lectura genital, una técnica con la que puede adivinar el pasado e incluso futuro de las prostitutas que allí trabajan. Un final, para mi gusto, demasiado precipitado. La serie tenía un ritmo bastante bueno y dada su estructura, bien podía haber aguantado al menos otro tomo más (o su equivalente en la publicación original), pero supongo que la serie no estaría funcionando o simplemente los autores querrían cambiar de aires y decidieron acabarla ahí.

En definitiva, El carterista 2.

Con esta serie tenemos un caso parecido a lo que comentamos en el podcast dedicado a Kasajirô el clava-tatamis, que es una serie muy contenida, con una extensión muy limitada, que puede servir perfectamente de iniciación a aquellos curiosos por el trabajo de Koike y Kojima. A diferencia de Kasajirô, aquí tenemos una historia lineal, con el pasado de Ankurô, cómo llega a ser quién es y cómo plantea su venganza hacia los que le agredieron en su infancia. Una historia de venganza clásica de las de toda la vida, pero que funciona muy bien con esos planes tan meditados por parte del protagonista.

El sexo sigue teniendo un papel omnipresente en estas obras. Es muy curioso ver cómo, para los autores, las mujeres parecen tener un click al más puro estilo Manara que si lo activas con incapaces de contener sus instintos sexuales. Esto en nuestra cultura occidental sería sin duda muy criticado, pero en el mercado asiático no parece rechinar tanto.

El carterista 2 está presentado en un tomo rústica con sobrecubierta de 18×12,8 cm, con 464 páginas en B/N a un imbatible precio de 14,95€. Estos formatos Kanzenban suponen una oportunidad de contar con una cantidad elevada de páginas a un precio muy asequible.

Lo mejor: La historia es francamente interesante. El proceso de ir acabando uno a uno con sus enemigos.

Lo peor: El final precipitado, te deja con ganas de haber seguido al ritmo del resto de la serie y verlos caer uno por uno.

Para fans de Koike-Kojima. Para amantes de historias de venganza. Para los que gusten de mangas históricos y las costumbres de aquella época.