El Joker sale de prisión y emprende una campaña mediática de acoso y derribo contra la figura de Batman. La operación incluye fotografías, acusaciones de agresión, asesinatos y todos los golpes bajos que los medios de comunicación le permitan. Para desbaratar el montaje, el guardián de Gotham tendrá que hacer frente a uno de los secretos más remotos y dolorosos de su pasado.
En 2006, Sam Kieth (Grandes autores de Batman: Sam Kieth – Fantasmas) firmó uno de los encontronazos más especiales entre el Caballero Oscuro y el payaso del crimen. El resultado fue una serie limitada de cinco episodios que ECC recoge ahora en un único volumen.
Hay autores que tienen un estilo propio. Cualquier aficionado al cómic con un mínimo de mundo reconoce a primera un dibujo de John Byrne, Arthur Adams o Jim Lee, por ejemplo. Pero hay autores que además desarrollan una personalidad, como Mike Mignola, Biil Sienkiewicz y… sí, Sam Kieth. Son autores en cuyas ilustraciones no sólo se les reconoce a ellos, sino que transmiten una mirada personal y única, un mundo interior particular y, lo que es mejor, sabes que nadie se atreve a imitarles, porque estarían condenados al fracaso.
Tras el Batman: Fantasmas, Kieth retorna al personaje con este Secretos en el que aborda los fantasmas del pasado, aquellos que nos atormentan y no nos dejan avanzar. Descubrimos aquí que, si bien el asesinato de los padres de Bruce Wayne le atormenta, no se trata de ningún secreto, puesto que es de dominio público. Pero a Bruce le persigue otro recuerdo traumático, uno que ha ocultado durante muchos años, y que el Joker pretende averiguar. Ahora que goza de libertad y presencia mediática, el payaso del crimen quiere aprovecharla para volver las tornas sobre el cruzado de la capa, manipulando la información y las noticias, haciendo que la opinión pública se vuelva en su contra. El reparto lo completan un reputado editor de un periódico (cuya carrera también se ha cimentado sobre una mentira) y una joven asistente de la presidente de la Junta de Libertad Condicional de Gotham. Las vidas de estas cuatro personas, todas con sus propios secretos, se entrecruzan en esta historia de tormento, violencia y marketing.
Nadie podía imaginar que el joven co-creador de Sandman acabaría convirtiéndose en un auteur por derecho propio, alguien cuya firma ya deja claro el tipo de tebeo con el que nos vamos a encontrar, sea del personaje que sea. Personajes oscuros, anatomías retorcidas y contrahechas y rostros caricaturizados hasta el exceso. Porque el arte de Kieth no está en el conjunto, sino en el detalle. Un personaje con un cuerpo medio abocetado puede esconder unos rasgos faciales o una mano llenos de detalles. Una cara redonda y lisa como un queso, sin más rasgos que unos ojos perfectos y profundos como el océano. Kieth no dibuja ni bien ni mal, sino que dibuja como le da la real gana. Sabe dibujar de las dos formas y aplica un estilo u otro en función de lo que la narración requiere. Y eso es lo que le hace tan especial, tan sorprendente en cada página y tan esperado cada vez que se anuncia una nueva obra suya.
Una vez más, Kieth firma una obra como autor completo (a excepción del color, obra del veterano Alex Sinclair), con un resultado más redondo que en Fantasmas. No escribe el típico enfrentamiento de Batman contra el Joker. No se trata esta vez de salvar la vida de unos cantos ciudadanos inocentes amenazados por el psicópata de la eterna sonrisa, sino que es el propio Batman el que deberá salvarse a sí mismo del loco plan del Joker: unas fotografías manipuladas en las que parece que Batman apunta con un arma al Joker o asesina a una pareja inocente. Un plan tan maquiavélico como descabellado porque ¿quién creería a un maníaco homicida antes que al guardián de Gotham? Pues gracias a los medios de comunicación, más gente de la que podríamos pensar. Y es que la televisión y la prensa tienen más poder del que nos gustaría en ocasiones, y no son pocos quienes se tragan a pies juntillas cualquier cosa que vean en la caja tonta, por disparatada que parezca. El Joker cuenta con eso, y será cuestión de Batman ponerle fin.
Con un dibujo trufado de detalles, entre los que destacan el homenaje (nada velado) al Spirit de Will Eisner en la página 7 del primer número, Kieth desvela un oscuro suceso de la infancia de Bruce Wayne que refuerza su juramento y afianza su personalidad. Si eres seguidor de Sam Kieth o quieres ver una nueva dimensión en el eterno enfrentamiento entre Batman y su némesis, este Secretos publicado por ECC Ediciones es un tomo que no te puedes perder.
