Guión: Grant Morrison
Dibujo: Tony Daniel
Tinta: Sandu Florea
Color: Guy Major
Formato: Tomo cartoné. 168 pgs color. 17 x 26,5 cm
PVP: 16,95€
Edición original: Batman y Batman R.I.P. Deluxe Edition Hardcover nº 676-681 USA (DC Comics)
Editorial: Planeta
Ya está en las tiendas el controvertido Batman: R.I.P. la saga que trajo rumores de todo tipo allá por su país de origen y en la que Grant Morrison culmina su etapa en Batman.
En España, Planeta la ha reunido en un único tomo con toda la saga en una maniobra bastante acertada bajo el punto de vista editorial. Veamos, se trata de una historia que ha tenido una repercusión importante en los USA, llega bajo la tutela de Grant Morrison, una de las estrellas más importantes del momento, y además en formato tomo y con el título RIP cuela como historia unitaria y es un cebo fantástico para el comprador de Fnac. Sin embargo, quizá bajo el punto de vista del lector no sea tan acertado. Como decía, R.I.P. es la conclusión aun montón de pistas y situaciones que se han ido dejando a lo largo de dos años en la serie regular y, si bien, la historia se puede entender sin haber leído lo anterior, se queda coja y carente de sentido en muchos momentos.
En Batman R.I.P, Grant Morrison y Tony Daniel plantean una solución algo irregular aunque digna a los acontecimientos sucedidos en los últimos dos años. La aparición de Damian Wayne o Jezebel Jet, las crípticas palabras del Joker, el Club de los Héroes o las misteriosas pintadas de ‘Zur en Arrh’ en cada esquina eran semillas plantadas bajo la previsión de esta conclusión que ata la mayoría de los cabos. Si lo aderezamos con extravagantes nuevos personajes, sorprendentes revelaciones y esa ambigüedad sospechosa de Morrison, la historia cumple con su función. Sin embargo pese a la resolución airosa, pese a la previa planificación y las perlas de genialidad de este psicotrópico escocés que tienen como guionista, adolece de un buen número de puntos flacos que no dejan que la historia termine de redondearse.
En algunas ocasiones notamos en la obra de Morrison que algunas ideas geniales no son profundizadas en condiciones, casi como si no hubiera tiempo para ello porque otras diez aparecen. En este caso sucede un poco lo mismo, pero da la sensación de ser intencionado. Cada una de las revelaciones que va dejando caer Morrison quedan sin solución con una ambigüedad buscada. Por un lado potencia la sensación de misterio y abre las ganas de especular, pero por otro se antoja tramposa. El dejar que sea el lector quien complete ciertas tramas, tiñe de reto intelectual lo que más puede ser una trampa para no tener que concluir algunos misterios. Gran parte de la historia está contada además bajo la sugerencia de puntos de vista subjetivos con lo que nunca sabemos del todo si lo que estamos leyendo es real o imaginado por los personajes. Es cierto que de ser otro el tono, muchas de las revelaciones contenidas en Batman R.I.P. habrían desatado las iras de los fans más talibanes, dado que de confirmarse algunas, darían al traste con el status quo completo del personaje y casi parece una maniobra de Morrison para curarse en salud.
Otro de lo puntos flacos se encuentra en el apartado gráfico, bajo los lápices del irregular Tony Daniel. Irregularidad es la palabra que lo define ya que incluso aunque su espectacularidad visual pudiera compensar sus carencias narrativas (planos descompensados, tamaño de viñetas arbitrario…), ésta tampoco se puede decir que esté a la altura en todo momento y encontramos viñetas o incluso páginas enteras que acusan una prisa excesiva, aunque tampoco podemos saber si la culpa es suya o del entintador, Sandu Florea, pero en cualquier caso, el resultado no cumple las expectativas del guión.
Antes de concluir, quería dejar una especie de especulación final y es que la sensación que deja esta historia es más el del final de un primer acto más que el de final de la peli. La situación actual del personaje de Batman no da lugar a continuar todas las sugerencias lanzadas en esta historia, pero ciertas pistas y el tono de la serie incitan a pensar que son sólo las semillas de algo mayor.
En definitiva, la primera etapa de Morrison en Batman merece la pena y R.I.P. es una conclusión digna pero no pasará a la historia. Si queréis leerla por separado puede que incluso os guste, pero os aseguro que sólo estaréis leyendo la mitad de la historia.