Astro City – Trifulca de pareja
Guión de Kurt Busiek
Dibujo de Brent Anderson
ECC
2015
La verdad es que no puedo decir que Astro City- Trifulca de pareja sorprenda con respecto a lo que estamos acostumbrados en esta serie, pero he de decir que eso no es malo, sino todo lo contrario. Supongo que serían unos cuantos (confieso que fui uno de ellos) los que asignaban a esta serie una fecha de caducidad mucho más temprana. Al fin y al cabo, Astro City seguía el tirón de Marvels en reacción a toda la ola de los dientes apretados noventeros y era cuestión de tiempo que otra moda le sucediese.
Así, en 1995 y de la mano de ese triunvirato ganador que son Kurt Busiek a los guiones, Brent Anderson al dibujo y Alex Ross a las portadas, llegaba esta serie de superhéroes mal llamada realista cuando lo que que en realidad es costumbrista. La diferencia con Marvels es que aquí estamos ante un patio de recreo privado, en el que no hay el más mínimo lastre de continuidades o presiones editoriales y llegará así un momento donde los superhéroes y el costumbrismo serán más el vehículo que el destino, como pudiera parecer en un principio. En cada arco, Kurt Busiek y Brent Anderson nos brindan una nueva fábula al estilo de las clásicas, sólo que usan los superhéroes en lugar de los animales para comunicarnos su mensaje. Es conocido de todos el inmenso conocimiento de Busiek del género superheróico y en Astro City se sirve de él con inteligencia. Sabe que sus lectores son viejos conocidos del código del género y se sirve de mil referencias y tópicos para contarnos historias que no tienen por qué tener nada que ver con el pijameo, pero sin dejar de construir un rico y variado universo.
El tomo Astro City: Trifulca de pareja que nos trae ECC consta de dos historias. La primera de ellas ahonda en el personaje de Trifulca (Camorra en la traducción de la edición de Planeta), ahondado en su pasado y en su relación con el Figura (antes el Fanfarrón) pero con hincapié en remarcar el paso del tiempo para los héroes y, sobre todo, cómo vive un héroe ese momento cuando ya no puede seguir ejerciendo de justiciero. En el mundo de Astro City los héroes se hacen viejos, se deterioran físicamente y ven como los tiempos cambian por encima de ellos. En el mundo de Astro City los héroes se comportan como humanos, viven ese incierto momento del qué vendrá después, tienen miedo e incluso hacen estupideces causadas por ese miedo.
La segunda historia nos habla del gorila Baquetas, un simio parlante procedente de una ciudad perdida a medio camino entre Ciudad Gorila y la Tierra Salvaje. Baquetas llega a Astro City sin nada más que el sueño de ser batería de un grupo de rock. Baquetas será aquí un inmigrante que viene huyendo del hermetismo y la disciplina de su tierra para encontrarse con otro país que tampoco resulta ser lo que esperaba. En definitiva nos habla de la lucha por conseguir un sueño que va más allá de culturas y políticas.
Busiek y Anderson no tratan de ser realistas o jamás poblarían sus páginas de invasiones alienígenas, mastodónticas bases secretas submarinas o ciudades gorila escondidas. El mérito de Astro City es combinar costumbrismo y fantasía en una mezcla que, lejos de no encajar, produce un resultado mucho mayor que la suma de sus partes. Tenemos por un lado una dosis de realidad en forma sentimientos y reacciones humanas muy bien escritas que prenden esa primera chispa de empatía por parte del lector. Una vez nos ha atrapado con este cebo, todo lo que vendrá es mucho más grande que la propia realidad, pero Busiek ya nos ha capturado y lo que podría ser un delirio se constituye un agente intensificador de todo aquello que ha provocado en el lector.
Si acaso solo puedo objetar que Astro City no es una obra para lectores que no hayan pisado antes los campos pijameros. El dibujo de Anderson es una muestra de clasicismo superheroico en estado puro y al servicio de una historia en la que Busiek sabe que escribe para quienes, como él, aman a los superhéroes. Alguien ajeno al género no entrará en el juego, pero para aquellos asiduos del pijameo, Astro City, 20 años después de su creación, sigue plenamente vigente y con signos de estar con nosotros mientras esos dos amantes de los superhéroes que son Busiek y Anderson sigan disfrutándolo.