Astro City. El día del pesar
Guión de Kurt Busiek
Dibujo de Jesús Merino, Tom Grummett, Joe Infurnari y Gary Chaloner
Portada de Alex Ross
ECC Ediciones
2016
Astro City: El día del pesar supone una pequeña parada en la carretera de Astro City. Rompemos parcialmente la trinidad Busiek-Anderson-Ross para darle un descanso a su dibujante titular. De hecho, si comienzo diciendo que este tomo recopila los números 17, 22, 25, 27, 28 y 31 de la serie original USA, va quedando bastante claro lo que vamos a encontrar aquí. Se trata básicamente de historias autoconclusivas en las que se aprovecha para que el dibujante regular tome aire, a la par que Kurt Busiek aprovecha para profundizar un poco en los personajes de más nuevo cuño.
No voy a intentar evadir el hecho de que se trata de un número de transición y que resulta algo intrascendente comparado con el conjunto de la serie, pero sigue siendo lo suficiente interesante y mantiene el que es el ingrediente principal de esta serie, el juego de complicidad entre Busiek y el lector de superhéroes de siempre.
Está claro que Astro City no es exactamente un cómic para quien no esté familiarizado con el género, pero lo que sí está claro es que en el sentido contrario la proporcionalidad es directa. Es decir, cuanto más bagaje tengas como lector de superhéroes, mayor será el disfrute.
Brent Anderson no está, pero se nota que las riendas siguen en manos de Kurt Busiek, quien nos da un poco más de lo mismo: fábulas con un cierto subtexto a través de los códigos del género de superhéroes. En ausencia del dibujante titular es fundamentalmente el gaditano Jesús Merino quien lleva la labor gráfica, aunque también hay números de otros dibujantes como Tom Grummett, Joe Infurnari y Gary Chaloner.
Por hacer un repaso rápido de las 6 historias, comenzamos con una historia en forma de relato que mezcla una especie de trasunto de Thanos o Mongul mezclado con el microverso. Continuamos con una especie de Adam Strange mezclado con el Capitán Mar-Vell entrado en años, que no termina de saber cuándo retirarse. Seguimos con los devenires de Colibrí, superheroína e hija de superheroína, que tendrá que afrontar que llevar literalmente lo superheroico en la sangre conlleva cambios más profundos de lo habitual. La cuarta historia nos habla del origen de ese personaje tan curioso que es Chibi Americana mientras hace una reflexión sobre los viejos y nuevos mitos. Saltamos a la historia de Araña Lycosa (que no sé por qué no han traducido como Araña Lobo), un superhéroe australiano que se reúne con los héroes de su infancia y terminamos con la historia de Pesadilla Viviente, que plantea la idea del miedo a través de una especie de revisitación de Frankenstein.
No vamos a encontrar en este tomo ninguna de las historias por las que recordaremos Astro City, pero el método de historias cortas y directas es perfecto, tanto para contribuir a la construcción del mosaico de la ciudad, como para dar salida a todos esos pequeños mensajes que circulaban en la mente de Busiek y necesitaba comunicar. No es ni mucho menos imprescindible, pero si has visitado alguna vez Astro City y como es mi caso, siempre te quedan ganas de volver, aquí tienes una salida rápida de fin de semana.