Pocos pensábamos que, cuando Dan Slott escribió El fin de Universo Spiderman, fuera a ser el final real de una gallina de huevos de oro que tantas alegrías le está proporcionando a Marvel y que, por otro lado, está consiguiendo atraer a público joven, principal escollo de las editoriales de superhéroes que se debaten entre satisfacer a su clientela de toda la vida frente a apostar en grande por encontrar una nueva generación de lectores. Poco después de la serie de Slott apareció Relatos del Universo Spiderman, el volumen 3 de la serie Edge of Spider-Verse. Ahora Panini nos trae el cuarto volumen de la serie, bajo el título Relatos del Universo Spiderman 2: La sociedad de la araña.
El título no está puesto gratuitamente, puesto que esta serie mantiene la fórmula habitual de la serie, de números con 2-3 historias cortas de personajes arácnidos de universos paralelos, pero contiene un pequeño hilo conductor que nos llevará a una próxima miniserie de 4 números escrita por Alex Segura y que recibe precisamente el título de La sociedad de la araña. En ella volverán a converger muchos de los personajes que hemos estado viendo pasearse por esta cabecera, y que protagonizarán una historia, ahora sí, lineal, y no a base de historias cortas independientes como las de esta cabecera.
En estos cuatro números, recuperamos personajes como Spider-Rex, pero también se detienen con otras versiones arácnidas de las más extravagantes que han paseado por el Spiderverso. Algunos de ellos se recuperan impulsados por su participación en las adaptaciones cinematográficas más recientes, como Araña (Anya Corazón) a la que vimos en Madame Web, pero también a Spiderbyte o la Spiderwoman de Cruzando el Multiverso.
También vemos historias protagonizadas por otras versiones como Star-Spider, Spiderman Cíbrog, el Tejedor (el Spiderman LGTBIQ+) y dos versiones que merecen un comentario particular: Espanto-Man y Arma VIII. El primero es una versión un poco heredera de Tim Burton, con un fantasma arácnido que se fusiona con el típico alumno apocado objeto del bullying de sus compañeros. Tenemos versiones apócrifas de Peter, MJ y Flash Thompson con otros nombres pero aspectos claramente reconocibles, y una Espanto-Man que nos recuerda más a Veneno que a Spiderman, y que habla en verso como cierto demonio creado por Kirby. Arma VIII es una fusión del concepto Spiderman con Arma X. Tenemos a un mercenario creado para acabar con quien se le ordene. Este personaje es el único que cuenta con dos apariciones dentro de la serie, que sirven de prólogo y epílogo para enlazar directamente con la citada La sociedad de la araña.
Como comentábamos en el tomo anterior, este tipo de series sirven para dar una oportunidad a autores que apuntan maneras, para ver qué tal se defienden en una historia de varias páginas, sin la presión de hacer el número entero o varios de ellos. Sí, al echar un vistazo a los créditos nos encontramos también a autores con una carrera ya establecida tipo Jackson Lanzing, Collin Kelly, Salvador Larroca, Pere Pérez o Travel Foreman. Algunos aportan su conocimiento a determinados personajes, como es el caso de Steve Foxe o Nilah Magruder que retoman a sus creaciones Tejedor o Spiderbyte.
En definitiva, Relatos del Universo Spiderman 2: La sociedad de la araña es el típico tomo para echar un rato de lectura sin altas expectativas más allá de entretenerte con personajes muy secundarios que has podido ver en otras series o adaptaciones a otros medios, así como saber cómo van convergiendo hacia una serie en la que compartirán viñetas además de cabecera. Serie perfecta para aquellos sin demasiada conexión con el Universo Marvel y que tan solo buscan historias cortas que puedan leer sin necesidad de estar al día de lo que sucede en otras series paralelas. Y si la disfrutan… van a poder seguir la historia en el próximo La sociedad de la araña.
Lo mejor: Historias cortas con las que no hace falta saber mucho más que lo que estás leyendo.
Lo peor: Si buscas algo que forme parte de un universo cohesionado, o no te gustan las historias cortas, busca en otro sitio.