Corría octubre de 1984 cuando vi en mi kiosco habitual un número del reciente coleccionable Extra Superhéroes dedicados a Capa y Puñal. Contenía los 4 números de la miniserie con la que Marvel probó suerte a ver si los personajes tenían suficiente tirón. Escrita por Bill Mantlo, su creador y dibujada por Rick Leonardi, contaba los orígenes de esta pareja de superhéroes nacidos de un experimento con drogas.
La historia.
Tandy Bowen y Tyrone Johnson son dos adolescentes que han escapado hasta Nueva York huyendo cada uno por un motivo. Ty es el objeto de las burlas de todos por culpa de su tartamudez, mientras que Tandy huye de una madre millonaria que no tiene tiempo para prestarle atención a su hija. Ambos se conocerán cuando Ty intenta detener a un ladrón que le roba el bolso a la joven. Ambos acabarán siendo conejillos de indias en la experimentación con una nueva heroína sintética que acabará dotandolos de superpoderes de luz y oscuridad, convirtiendose así en Capa y Puñal. Ty se convierte así en Capa, un ser de oscuridad que puede usar para teleportarse a él y a otros y que necesita saciar su hambre con la luz de las almas de sus enemigos, mientras que Puñal dispara dagas de luz purificante. La relación entre ambos comienza a ser de mutua dependencia, pues Puñal sabe que es la única que puede saciar las necesidades de luz y evitar así que acabe con inocentes, y Capa aporta la sensatez a la pareja, conteniendo a la impulsiva Tandy. En posteriores revisiones de los personajes se sabrá que ambos son mutantes y que las drogas que recibieron no hicieron sino despertar su habilidad mutante.
La andadura editorial de la pareja.
La primera aparición de Capa y Puñal se produjo un año antes de la miniserie de 1983 (1984 en España), en el número 64 de la serie Peter Parker, el espectacular Spiderman. Los personajes gustaron y aparecerían más veces en la serie del trepamuros antes de probar suerte con su miniserie. La miniserie también funcionó muy bien y Marvel le concedió su serie regular en 1985. La serie mantenía el mismo equipo creativo Mantlo-Leonardi junto a un meritorio Terry Austin a las tintas, en las que contaban las aventuras de unos superhéroes muy urbanos, con historias relacionadas con las drogas, la mafia, los desfavorecidos y los problemas locales del padre Delgado (el cura que los acogió por primera vez, y uno de los secundarios más recurrentes), muy en la línea de otros héroes terrenales como Daredevil, Green Arrow o Caballero Luna. Aunque no tardarían en llegar historias de nuevo junto a Spiderman, el Todopoderoso (el tie-in de turno con Secret Wars II) o el Dr. Muerte. En esta andadura tuvimos a otros dibujantes junto a Leonardi de la talla de Mike Mignola, Arthur Adams o Mark Silvestri. A partir del 11 la serie cambió de cabecera y de periodicidad, pasando a formar parte del volumen 2 de Strange Tales, una serie bimestral en la que compartían cabecera con el Doctor Extraño.
Tras 19 números, Capa y Puñal retomarían su propia colección, pasando a llamarse The mutant disadventures of Cloak & Dagger (algo así como las desdichas mutantes de Capa y Puñal), una serie escrita por Terry Austin y en la que se dejaba a un lado el perfil social para dejar paso a las aventuras más superheróicas. En este volumen comenzaría con Puñal perdiendo la vista y tendríamos la visita de numerosos héroes y villanos más populares como Factor-X, Spiderman, Motorista Fantasma, Mefisto, Los Vengadores,… Este tercer volumen llegaría al número 19, con fecha de agosto de 1991, tras lo cual no volveríamos a ver una serie regular de la pareja.
En España todo esto se editó de manera casi tan irregular como en EE.UU. Comenzó en una serie de Forum, de 16 números, en las que se editó el primer volumen completo de la serie y los números de Strange Tales hasta el 14 (con un orden algo caótico, incluyendo también las historias del Doctor Extraño). A partir de ahí, la serie pasó como la original, a bimestral, y dentro de otra colección contenedor: Marvel Two-in-one compartiendo cabecera con la serie de La cosa. Esta serie incluía las historias restantes de Strange Tales, salvo el 19, que permaneció inédito, alternadas con los primeros 5 números del volumen 3 (The mutant disadventures).
Tras esto, irían alternando apariciones en series genéricas como Marvel Fanfare, Marvel presents o Marvel Superheroes, además de algunos especiales de series como Spider-man o el Double shot de Marvel Knights escrito por Greg Rucka, y que Forum publicó en su serie.
También hemos tenido las novelas gráficas Cazador y presa y Refugio de la tormenta (junto a Power Pack).
Más recientemente hemos visto a la pareja en el crossover arácnido Maximum Carnage, la serie de Runaways (unos números muy bien dibujados por Emma Ríos), Dinastía de M, Dark X-Men o Spider-Island, cuya miniserie íntegra podemos encontrarla en el Compendio de Panini, también dibujado por Emma Ríos.
Héroes carismáticos sin suerte.
Capa y Puñal son unos superhéroes que llevamos viendo en Marvel desde hace más de 30 años. Sin embargo, y a pesar de haber tenido épocas interesantes y en las que se ha recurrido a ellos, no acaban de cuajar en la editorial y no aparecen más que como secundarios. Podría decirse que se debe a que son personajes muy limitados, ya que tienen un status quo muy marcado, con unas personalidades bien definidas y unas debilidades que cierran las puertas al crecimiento y desarrollo. Sin embargo, creo que lo mismo podría decirse de Daredevil, el Castigador o del Motorista Fantasma, y tienen etapas muy buenas y son personajes con su sitio en la editorial. Han sido numerosos los autores que han intentado reflotar a la pareja, sin suerte, la última, la citada miniserie para Spider-Island en la que Capa y Puñal cambian sus poderes en un interesante giro, pero que quedó en otro intento fallido.
Y es que hay héroes que no tienen suerte. Shag-Chi, Caballero Luna, el Hombre-Máquina,… son héroes que se me vienen a la mente de personajes que llevan apareciendo en el imaginario Marvel muchos años sin llegar a explotar todo el potencial que pudieran tener en manos expertas. En el caso concreto de Capa y Puñal, con la siempre atractiva premisa de la comunión entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, el ying y el yang, los autores no han sabido llegar a un término medio y o bien se han quedado en aventuras muy urbanas, o bien muy superheróicas. Las diferencias entre el volumen 1 y el 3 son abismales. Creo que eso ha dado la impresión de tambaleo, de no saber tomar el rumbo al personaje. Y si bien ya hemos visto esos saltos en otras colecciones, sin ir más lejos Green Arrow, con su etapa urbana de O’Neal/Adams o la de Grell y el relanzamiento de Smith totalmente pijamero, han sido etapas más largas, más definidas y en la que tal vez ha dado tiempo a que el público se acostumbre a la cabecera.
Me da pena, porque Capa y Puñal siempre me han parecido muy atractivos y cada vez que se habla de un intento de relanzamiento, soy yo el que me lanzo a su serie, esperando encontrar al guionista definitivo, que pueda hacer una etapa que por fin ponga a Ty Johnson y Tandy Bowen en el sitio que creo que merecen, pero son ya demasiados años en los que no pierden su sitio de secundarios, y tal vez sea lo máximo a lo que pueden aspirar. Aunque siempre he pensado que no hay malos personajes, sino malos guionistas que no saben usar las herramientas disponibles.