Un buen dibujante de cómics que llega a lo más alto puede estar tranquilo, que durante una buena temporada, tal vez décadas, va a tener el trabajo asegurado siempre que tenga un buen representante, algo de mano derecha con los editores y constancia en su trabajo. Los guionistas, sin embargo, son harina de otro costal. Se puede decir que los muy buenos tienen «su momento». A principios del siglo XXI fueron los años de Robert Kirkman, escribía todas las series en Image y Marvel. Brian Michael Bendis llegó a monopolizar el grueso de series de Marvel. Después llegó Geoff Johns a DC y este es de los pocos casos en los que ha ido ascendiendo y se ha quedado en la cumbre de la editorial (tal vez junto a Bendis), siendo el responsable de las mejores series y casi todos los eventos. Luego le tocó el turno a Ed Brubaker, Matt Fraction y los más recientes Scott Snyder, Jeff Lemire… y Jonathan Hickman. Ya parecen despuntar los nombres de los que se harán cargo de las series más importantes cuando todos estos nombres pasen a un segundo plano: Kieron Gillen, Rick Remender, … Van teniendo cada vez más peso. Pero sin duda uno de los guionistas más reputados en el momento actual es Jonathan Hickman, el hombre de las series planificadas de 60 en 60 números. ¿Es tan bueno como dicen? ¿El guionista más completo? Bueno, para gustos los colores. A mí me parece un gran guionista, pero hay cosas suyas que considero muy sobrevaloradas y otras tantas que a pesar de ser buenas, bajo mi punto de vista, están mal orientadas. Insisto, es mi opinión, no soy catedrático de nada y sé que a los más fans de este autor os voy a clavar una estaca en el corazón y vais a sentir la imperiosa necesidad de atacarme. Lee mis argumentos y, si no te convencen, rebátemelos. Tal vez me convenzas.
Sus inicios.
Como a pesar de llevar apenas 7 años en la industria, es un tipo muy prolífico, voy a centrarme en sus obras más relevantes. Vamos a ir analizando cómo ha ido ganandose su fama y por último, repasando sus series actuales, y ver si son tan buenas como todos dicen.
Su primera serie de renombre fue una miniserie para Image, Pax Romana, una interesante trama en la que el Vaticano descubría una forma de viajar en el tiempo y manda a un grupo militarizado a la era romana con la intención de cambiar la historia. La serie, que no solo escribe sino que también estaba dibujada por él, fue editada por Panini en un tomo a finales del año pasado, y sirvió a Hickman para llamar la atención de las grandes, concretamente de Marvel, a pesar de que seguiría trabajando para Image con nuevas series.
Un par de años después debutaría con su primera serie regular en Marvel: Guerreros Secretos, una serie que antes de arrancar, el autor dijo que tenía material escrito o al menos pensado para 45 números. A muchos le sonaba a fantasmada, pero a otros les picó la curiosidad, porque según avanzaba la serie, centrada en un grupo de operaciones secretas de SHIELD formado en su mayoría por agentes novatos, la mayoría con poderes, las tramas iban ganando consistencia y los nuevos sucesos se iban alimentando con detalles ya sucedidos. La serie era y es de lo mejor que se ha podido leer en Marvel en los últimos años, con números de planificación de las tramas en los que aparentemente no sucedía nada, intercalados con otros de acción impactante y continuos giros de guión. Como a pesar de ser una de las mejores series que se editaban en Marvel, no salían Lobezno ni Spiderman, las ventas no acompañaban a las buenas críticas, y el guionista tuvo que recortar sus ideas para 45 números y condensarlas en 28. A pesar del cambio de planes, la serie no perdió con un final correcto y cargado de épica.
Poco antes de su siguiente gran serie regular, hizo una serie limitada de Astonishing Tales centrada en el Mojoverso, serie que no tendría mayor relevancia de no ser porque ahí coincidió con Nick Pitarra, autor con el que participaría poco después en otra de sus series más innovadoras: Los proyectos Manhattan.
Pero antes se hizo cargo de una de las andaduras más largas que ha visto la serie más antigua de Marvel en su historia, desde los tiempos de Stan Lee. Jonathan Hickman escribió casi de seguido, 54 números de su serie regular, en una etapa que también reconoció tener planificada desde antes de comenzar y en la que le dio la vuelta por completo a una cabeceras que andaban casi por inercia, a costa de sus fans de toda la vida, y con etapas con tantos fans como detractores a cargo de Millar/Hitch, JM Straczynski o Dwayne McDuffie. Hickman revolucionó la serie llevandola a sus orígenes, recuperando las tramas de aventuras de los personajes, que últimamente habían pasado a un segundo o tercer plano, con unas tramas de viajes en el tiempo, y de recuperar a personajes como el padre de Reed. Concretamente ese es uno de los fuertes de esa etapa, creó un particular universo de personajes secundarios que la hacían una serie muy coral. Y llegó un momento en el que le cambió el título a la cabecera para pasar a llamarse FF, que además de ser las siglas de Fantastic Four lo eran de Future Foundation (Fundación Futuro). Tengo que reconocer que hasta ese momento me había parecido una serie bastante interesante pero ya esa Fundación Futuro, con el Dr. Muerte como aliado y otras cosas se me hicieron muy cuesta arriba. Y es que esa planificación tan exhaustiva a veces es uno de los mayores defectos de Hickman, que pierde el sentido del ritmo. Pero ahora hablaremos de eso. El final de su etapa en 4F no lo he llegado a leer, lo reconozco, pero parece que a los que les estaba gustando les ha parecido un final muy redondo, en el que ha cerrado todas las tramas y ha contentado a todos.
Su siguiente serie sería SHIELD, una serie que bebía de la comentada Guerreros Secretos, en la que contaba la historia de la sociedad que daría paso a la agencia de espionaje más famosa de Marvel remontándose hasta el antiguo Egipto, y contando las aventuras de sus miembros desde Leonardo Da Vinci o Nostradamus hasta el padre de Tony, Howard Stark. Una serie tal vez demasiado ambiciosa, bien escrita, pero con la que me perdí rápidamente y ni terminé de leer.
A partir de aquí da el salto a la línea Ultimate donde se hace cargo de 12 número de la serie de los Vengadores (Ultimates) y de miniseries como Thor o la de Ojo de Halcón con los españoles Carlos Pacheco y Rafa Sandoval respectivamente. A pesar de no ser series que se publicaran a la vez, casi podrían considerarse un todo, son series que corren en paralelo y, una vez más, dan sensación de planificación o aprovechamiento del concepto Universo.
Hasta aquí más o menos lo mejor de Hickman. Pero todavía tiene que llegar su mejor obra para el que os escribe y su etapa actual en las series de Vengadores Marvel Now y hacia dónde las lleva. ¿Merece el calificativo del mejor guionista de Marvel del momento actual? Cada uno tiene su opinión, la mía, en 7 días.
(Concluirá en 7 días)