Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Recordando al guionista Tome.

Saludos, queridos lectores. Hoy no tenemos reseña, me temo. Philippe Tome ha fallecido hace unos dias y querriamos dedicarle esta entrada.

¿Tome? ¿Y quién era ese señor? Es posible que os lo estéis preguntando. Hay autores cuya obra disfrutamos aunque no conozcamos sus nombres. Falta de tiempo, discreción, un pseudónimo firmando que oculta un nombre… Pensémoslo por un momento. ¿coocemos al letrista que escribió esa canción que tanto te gusta? El discurso final de esa película que te encanta, ¿lo escribió la actriz que lo dice?

Como decía un poeta cuyo nombre podemos haber olvidado: Hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son, y cuando las canta el pueblo, ya nadie sabe el autor.

Tome tuvo muchas obras, pero a mi me gustaría recordarle por el pequeño Spirou. que no es Spirou de niño, sino un…hmmm, dejémoslo en un  Spirou joven de un universo paralelo que podría vivir de mayor las aventuras del Spirou que todos conocemos. O que podría no vivirlas.

Por supuesto que no me olvido de las obras del Spirou adulto. Ese Spirou que visita Nueva York. O él que tiene problemas con un rayo especial en ese encantador pueblecito de la campiña belga…

Obras fascinantes y geniales.

Pero quiero hablaros de este niño que vive en una ciudad de provincias sin nombre y atrapada en un limbo temporal.

¿Dónde? En una de esas ciudades estandar de los tebeos. Donde hay de todo lo que necesitan el personaje y el autor para contarnos sus historias.

¿Cuándo? ¿Quién sabe? En algún momento de los años 70 y 80. Sabemos que el abuelo luchó en la Gran Guerra…

¿Por qué? Para hacernos reir y pensar. Y supongo que para que Dupuis le siguiera mandando cheques a fin de mes, claro :-).

¿Qué? La historia de un niño, de una generación de niños. La historia de unos niños. Y de un abuelo.

¿Cómo? Con historias autoconclusivas de una página, aunque a veces tendremos algunas más largas. En las largas sacrificaremos los chistes para obtener historias mas tiernas y costumbristas.

¿Quién? Todos. Spirou, sus amigos, su familia, los vecinos…Solamente faltan Fantasio y la ardilla esa…

Historias cortas pero llenas de humor y a veces mala leche. Humor blanco y humor negro.Lascivia y exploración del amor y del sexo. chistes que tal vez no sean políticamente correctos pero nos hacen sonreir.

Y mucho cariño. Tanto del autor hacia los personaes (que menos Spirou son SUS personajes) como el cariño que sentimos nosotros hacia ellos. El abuelo, la “novia”, el amigo, la profesora sexy, el profesor cachas… Hasta llegamos a sentir simpatía (alguna, tampoco nos pasemos :-)) hacia ese profesor de gimnasia y ese cura…

Historias a veces tristes. Historias que se quedan grabadas en la memoria. Como esa historia de niños jugando a la guerra donde el abuelo recuerda su época en las trincheras. Joder, es una de las mejores definiciones de una guerra que podemos leer.

“¿Quién ganó, abuelo? bueno, los de enfrente perdieron la guerra. Y nosotros perdimos a… y a… y…”

Tome se ha ido. Que su destino sea esa pequeña ciudad de provincias belga que tanto me hizo reir.