El Día del Reinicio, la gente despertó sin poder recordar nada y descubrió que una enorme torre había aparecido en el horizonte. Pero Cisco, que despertó en un orfanato, disfruta viviendo ahora el día a día como mensajero junto a su perro Parche, y no parece importarle el hecho de haber perdido la memoria.
Cada vez es menos común que el manga hecho en España levante suspicacias entre los lectores. Los responsables han sido autoras de la calidad de Vanesa Durán (El esclavo de la rosa), Belén Ortega (Himawari), Studio Kôsen (Lêttera), Xian Nu Studio (Chan Prin)… Gracias a ellas (sí, el manga en España es territorio mayoritariamente femenino) el manga español goza de una reputación cada vez mayor. Atrás quedaron experimentos de manga erótico hecho en España como Sueños (Glénat, 1994) o Yoko (Glénat, 1996), obras de autores que tuvieron un boom esporádico pero que no supieron mantener alta la antorcha (otras cosas sí). El manga español hoy día goza de una magnífica salud, como demuestra las nuevas hornadas de dibujantes que cada año salen de las academias de dibujo del país, y el Concurso de Manga que organiza cada año NORMA Editorial, y cuyo ganador de 2017 fue Manu López, con este Reboot que hoy reseñamos.
Conocimos a Manu López gracias al manga Ataraxia (Nowevolution, 2010-2013). Se trataba de un autor primerizo que suplía con ganas e ilusión sus carencias como dibujante, pero que aun así le valió el Premio al Mejor Manga de Autor Español en el Expomanga de 2014. Varios años después, Manu ha eclosionado revelándose como flamante ganador del Concurso de Manga NORMA Editorial de 2017, cuyo premio era, precisamente, la publicación de este Reboot. En Reboot seguimos los pasos de Cisco, un joven residente de una ciudad sin nombre (pero que algunas pistas sugieren que podría ser su Gibraleón natal), en la que todo el mundo perdió repentinamente sus recuerdos anteriores al llamado Día del Reinicio. Cisco y su perro Parche se verán envueltos en una aventura contrarreloj para salvar a la raza humana, y que le supondrá descubrir cosas sobre su propia vida que quizá hubiera preferido no descubrir.
Reboot plantea una historia poco original, pero no por ello menos efectiva. Como dijo el sabio, todas las historias posibles ya se han escrito, y sólo podemos aspirar a leer variaciones de las mismas. Es lo que ocurre con Reboot, cuyo desenlace se intuye desde que los personajes aparecen en escena. Manu López va dejando una serie de pistas para que los lectores poco a poco vayan descubriendo la sorpresa final, pero se trata de pistas tan obvias que la supuesta sorpresa ya se puede intuir a mitad del tomo, dejando al lector con una sensación de insatisfacción por una historia bien planteada pero torpemente desarrollada.
Al dibujo se aprecia una notable mejoría con respecto a Ataraxia, pero aún se le notan un poco las costuras. En su estilo manga se aprecian dejes de un estilo más occidental, haciendo de su dibujo un batiburrillo de oriente y occidente que no termina por encajar en ninguno de los dos mundos. No quiere decir que sea un mal dibujo, pero aún sigue teniendo esos acabados amateurs que hacen fruncir el ceño ante lo que podría haber dado de sí de haber dedicado un poco más de tiempo a cada página.
Reboot puede ser la consagración de Manu López bajo el paraguas de un gran sello editorial como es NORMA, y por lo que parece en las sesiones de firmas, ha sido un éxito de ventas. Esperamos que para Manu suponga una gran oportunidad que no deje pasar para aprender, mejorar y esforzarse al máximo de cara a su próxima obra.
