Tengo que reconocerlo, me lo he pasado en grande con este “Ranciofacts de cine” del inmortal Pedro Vera. Hacía ni se sabe la de tiempo que no me reía a carcajada limpia leyendo un tebeo, así que ya solo por esto, muchas gracias, maestro.
Este volumen seis de la serie “Ranciofacts”, es mi primera aproximación a la serie que se lleva publicando en la revista humorística “El Jueves” desde el cada vez más lejano año 2012. No soy especialmente aficionado a dicha publicación, pero los recopilatorios de “Ortega y Pacheco” siempre han sido una parada obligada para echar un rato divertido a esa mirada atronadora y descharrante a la España más rural.
Con sus “Ranciofacts”, Pedro Vera ha centrado su iracundo lápiz en el mundo del cuñadismo. Todos tenemos un cuñao en nuestras vidas (no necesariamente tiene que haber lazos de consanguinidad), todos hemos sido testigos de cuñadadas de mayor o menor octanaje y, aunque nos joda, todos hemos sido cuñaos en algún momento. Y si pensáis que esto último es mentira, es que ahora sois más cuñaos que nunca.
Perdonad que haya sido así de tajante, pero creo que el espíritu del prólogo escrito por Andrés Trazado ha hecho mucha mella en mí.
Ranciofacts de cine. Cuñadismo en ocho milímetros
Ahora bien, a todos nos gusta el cine, ¿verdad? En menor o mayor medida todos solemos ir al cine (y no solo a ver pelis de Marvel o DC), a todos nos gusta un tipo de cine más que otro o bien hemos comprado en algún momento de nuestras vidas películas de manera compulsiva, cargadas con cipotales de extras que nunca hemos llegado a ver. Por lo tanto, todos somos cinéfilos, cada uno a su manera.
Pues para todos nosotros, Pedro Vera nos ha hecho este regalo que es “Ranciofacts de cine”, una guía del cuñadismo cinematográfico que me ha hecho llorar risa a borbotones con cada uno de los tópicos y tropos del séptimo arte que el artista murciano se ha encargado de apuntar y destruir.
Igual sois de los que pensáis que esto es un poco exagerado. Vale, puede ser. No obstante, a título personal me han encantado las chanzas sobre las balas infinitas de las armas de fuego de los protas de las pelis de acción o esas reflexiones sobre las escenas de sexo en las que todas las actrices acaban perfectamente maquilladas y peinadas después de la faena. Por no hablar del soldado negro que siempre muere o el que enseña la foto de la novia y le espera el mismo destino.
Y solo he mencionado tres. Pero hay más, muchísimos más… Infinitos, me atrevería a decir. En “Ranciofacts de cine” encontraremos multitud de ejemplos que nos harán reír de manera incontrolada a veces por obvios, a veces por sorprendentes, pero siempre por realistas. La recopilación llevada a cabo por Astiberri recoge las páginas originales de Pedro Vera ordenadas por géneros cinematográficos. También habrá hueco para otros aspectos del mundillo como son los críticos de cine, los formatos domésticos, las campañas promocionales o los surrealistas pósters de Ghana.
Para ir finalizando, que nadie se piense que Pedro Vera es un hater sin más. Leyendo con atención estos “Ranciofacts de cine” se nota la profunda cinefilia del autor, cuyo amor por el séptimo arte queda más que contrastado por mucha crítica y sátira que haga del mismo. Eso o quizás nos ha engañado a todos… La verdad, nunca la sabremos, jajaja.
Un único apunte negativo, aunque más bien es una advertencia. Si no se está familiarizado con el estilo del autor o con su serie “Ranciofacts”, es mejor degustar este álbum de manera dosificada. No debemos olvidar que estas planchas fueron concebidas para su publicación semanal, por lo que leerlas todas de golpe puede ser una experiencia algo árida. O igual es que sois unos pieles finas y os molesta algún chiste. Yo desde luego me lo he metido entre pecho y espalda como un señor.
Como es habitual, el estilo de Pedro es ideal para este tipo de humor, con su trazo grueso y caricaturesco al que añade otras técnicas como fotomontajes o collages cuando la gracia lo requiere.
La edición de Astiberri de “Ranciofacts de cine” es excelente. Con papel de calidad de alto gramaje y encuadernación rústica con sobrecubierta a un PVP de 18 € que nos garantiza unas horas de diversión asegurada.
Quiero más.
