Si habéis leído algunas de las reseñas que he ido haciendo del Massive Universe desde que Norma publicó el primer volumen de Radiant Black hace un par de años, os habréis percatado del entusiasmo con el que hablo del nuevo cosmos de ficción creado por Kyle Higgins. No es para menos. Este cuarto volumen, de título “Dos en uno”, nos ofrece una buena dosis de superhéroes con regusto clásico que deja con ganas de más.
Radiant Black rinde homenaje al género de los superhéroes
Antes de entrar en materia, me gustaría detenerme un momento en los títulos de cada uno de los volúmenes publicados hasta la fecha. En cada uno de ellos hay un guiño de lo más divertido. El primero se llamó “Origen (no tan) secreto” en clara referencia a las historias de orígen publicadas por DC de Superman o Green Lantern escritas por Geoff Johns. La fiesta continuó con “Team-Up” por la mítica cabecera de la Casa de las Ideas “Marvel Team-Up”. El anterior tomo se llamó “Galería de villanos”, nuevamente un guiño a DC y en especial a los malosos de Flash. Por último, tenemos el tomo actual “Dos en uno”, que hace alusión a otra colección de equipos de la editorial de Spiderman, me refiero a “Marvel Two In One”.
Ahora bien, el título de “Dos en uno” no podría ser más apropiado. Ahora tanto Nathan como Marshall pueden activar los poderes de Radiant Black. Eso sí, solo uno puede serlo a la vez, aunque le puede dar pequeñas habilidades al que no porte el agujero negro que les convierte en el protagonista de la obra.
Con este truco de guion, Higgins multiplica las posibilidades de la serie hasta el infinito pues ambos protagonistas humanos no pueden ser más diferentes, por mucho que su voluntad sea la de hacer el bien. Precisamente en este volumen se empieza a explotar un conflicto de intereses cuando a Nathan se le presenta la oportunidad de recuperar su antigua vida como guionista en L.A.
Salseo y drama como en el mejor cómic de superhéroes, pero sazonado con la esencia de modernidad que aportaron al género tebeos como “Ultimate Spiderman” de Brian Michael Bendis o “Invencible” de Robert Kirkman. Sin duda, los dos grandes espejos en los que se mira la serie abanderada del Massive Universe.
Otro detalle que me ha gustado de “Dos en uno” es la forma en la que Kyle Higgins sigue construyendo la trama principal de Radiant Black apoyándose en otras creaciones del Massive Universe, como es la mención a lo que sucede en la serie de Radiant Red, la presencia de Shift como villano recurrente, la aparición de Radiant Pink para salvar el día o de Radiant Yellow, cuya participación en los eventos es la de servir de oráculo a lo que está por venir.
Y sí, por fin, empiezan a cumplirse los malos presagios con la llegada de un robot gigantesco (con un diseño delicioso de Marcelo Costa que recuerda mucho a Evangelion) que pondrá las cosas muy complicadas a los nuevos defensores de la Tierra.
La verdad es que Radiant Black es una de las series que leo con más ganas, sin importar lo más mínimo que Higgins se esté tomando las cosas con calma a la hora de hacer evolucionar la historia. Todo lo contrario, creo que es un acierto que dedique su tiempo a desarrollar a los protagonistas, hasta el punto de lograr que uno se encariñe con ellos. Lo mejor es que estoy convencido de que es una trampa y más pronto que tarde nos meterá un mazazo a la patata. Y si no, tiempo al tiempo.
En la parte artística, Marcelo Costa sigue haciendo un trabajo excelente, sobre todo en las escenas de acción, gracias a su narrativa precisa y espectacular a partes iguales. En este tomo cuenta con la ayuda de Ze Carlos y Eduardo Ferigato, que cumplen con oficio aunque su calidad esté un peldaño por debajo.
A modo de extras, la edición de Norma Editorial incluye una galería con todas las portadas de la serie o un alfabeto para que aprendamos a hablar en Radiant.