Es la hora de las tortas!!!

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Punks Not Dead vol.1: Movidas adolescentes

Punks Not Dead vol.1: Movidas adolescentes
Guion
David Barnett
Dibujo
Martin Simmonds
Tinta
Martin Simmonds
Color
Martin Simmonds, Dee Cunniffe
Formato
Cartoné, 152 páginas
Precio
17.50 €
Editorial
Medusa Cómics. 2018
Edición original
Punks Not Dead 1-6

El punk es un género musical que surge a mediados de los 70 como evolución del rock de garaje de los 60. Alcanza su máximo esplendor allá por 1977, siendo quizás el lanzamiento de Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols su punto álgido. Pero como se suele decir, una estrella que brilla con el doble de luz dura la mitad, y ya en febrero de 1979 el grupo anarcopunk Crass cantaba Punk Is Dead, diciendo que el punk se había convertido en un producto de consumo más en manos de multinacionales que buscaban sacar tajada. Ese mismo mes, fallecía Sid Vicious, bajista de los Sex Pistols, una de las caras más reconocibles del punk y uno de los mejores músicos que nunca aprendieron a tocar un instrumento como Dios manda. Y el último clavo en el ataúd del punk llega en 1981, con el disco de debut de The Exploited, llamado precisamente Punks Not Dead. Que alguien necesitara gritar que este movimiento no había muerto dejaba claro que, aunque aún se moviera, el cadáver ya olía raro. 1981 es el año en el que John Lennon lanza Imagine, en el que se estrena el musical Cats, en el que Queen y David Bowie lanzan Under Pressure. Copón, 1981 es el año en el que las listas del Reino Unido, el país que parió Anarchy In The U.K., encumbran a Julio Iglesias con Begin The Beguine.

Y aún así, casi cuarenta años después de la sobredosis que se lo llevó por delante, Sid Vicious sigue siendo un puñetero icono.

Punks Not Dead

Acercándome a esta serie sin saber absolutamente nada de ella ni de sus autores, no tenía muy claro qué esperarme. Entre el título y la cara de Sid Vicious en la portada, me imaginaba quizás algún tipo de biopic del miembro más conocido de los Sex Pistols, el único miembro que nunca abandonó el punk. Recordemos que Johnny Rotten flirteó con la New Wave y el Post Punk, que Steve Jones acabó grabando discos con gente de Guns N’Roses, Mötley Crüe o Duran Duran, y que Paul Cook abrió una tienda en Barcelona y montó un grupo con un guitarrista de Def Leppard.

El caso es que a esa primera sensación se oponía el logo de Black Crown. La pertenencia al sello de Shelly Bond hacía pensar que estaríamos más cerca de un cómic del sello Vertigo de DC que a uno de Marvel Music, y es lo que realmente tenemos entre manos.

En pocas palabras, este primer arco argumental de Punks Not Dead sigue a Feargal Ferguson, un chaval adolescente inglés bastante pardillo que se encuentra en Heathrow con el fantasma de Sid Vicious, que lleva casi cuarenta años vagando por el aeropuerto. Por algún motivo que aún no sabemos, el fantasma en cuestión queda vinculado a Fergie y empezará a seguirle allá donde vaya. En paralelo, conoceremos también a Dorothy Culpepper, una muy borde yy anciana agente de un departamento de asuntos sobrenaturales del MI-5, y que resulta ser el mejor personaje de toda la serie.

punks not dead portada 2

Y alrededor de estos elementos es donde se construye la trama. Tenemos a un clásico pringado con un poder secreto a lo Spiderman, pero aquí en lugar de las habilidades proporcionales de una araña nuestro protagonista tiene lo que parece ser el fantasma de un heroinómano muerto cuando su madre aún era una cría. Tenemos uno de los personajes más memorablemente bordes y provocadores de la historia de la música, en una competición a ver quién es más borde y molón con una adorable ancianita con una estética anclada en los años 60. Spoiler: Culpepper mola más.

Punks Not Dead está escrito por David Barnett, un periodista y novelista conocido por El hombre que se fue a Marte porque quería estar solo y The Growing Pains of Jennifer Ebert. Ésta es su primera serie en cómic, y aunque aún tiene algún detalle que pulir en su técnica en este medio, ha resultado un debut más que interesante, tomándose con calma la dosificación de la información que nos va presentando.

En el dibujo tenemos a Martin Simmonds, al que hemos visto recientemente en las portadas de la serie de Mercurio que ha salido como continuación de Sin Rendición, el evento de Los Vengadores, y al colorista Dee Cunniffe. El resultado es una propuesta gráfica con un resultado un tanto inusual, con las escenas ambientadas en el pasado con una técnica de lápiz y tinta más clásica y las del presente con un estilo más pictórico y un planteamiento de página aparentemente caótico, con un reparto del espacio en viñetas que no se repite en dos páginas seguidas, pero con una narrativa que funciona y un aspecto visual totalmente cautivador.

punks not dead pagina 1

Hay un pequeño guiño a los lectores más melomános en los títulos de cada capítulo. Todos ellos hacen referencia a títulos de canciones de géneros muy diversos, de grupos como Bon Jovi, Rolling Stones, Fall Out Boy o incluso Spinal Tap.

El futuro de la serie

El sexto y último número incluido en este volumen apareció en julio de 2018, y no ha aparecido ninguno más desde entonces. Pero tranquilos, no ha habido cancelación, sino un ritmo de edición clásico de editorial independiente: tras cada arco argumental, los autores se toman un descanso. De hecho, ya está anunciado el regreso de la serie para febrero de 2019, y llegará con el nombre de Punks Not Dead: London Calling. Sí, otro título de canción. En esta ocasión llega The Clash. Todos los lectores de esta serie sabíamos quién era Joe Strummer, ¿verdad? ¿¿VERDAD??

En resumen…

Este segundo tomo del sello Black Crown editado por Medusa resulta ser bastante más accesible que el anterior, Kid Lobotomy. Es una lectura amena, con personajes bien construidos, pensada a largo plazo, con lo que aún queda mucho camino por delante. Aún quedan tramas por desarrollar, quedan misterios por resolver y tenemos que saber quién es realmente el fantasma que acompaña a Fergie, porque a mí me da la sensación de que, aunque se parezca a Sid, no es él. El primer volumen de Punks Not Dead nos ha picado la curiosidad lo suficiente como para querer saber más de la historia que nos acaban de empezar a contar.