SI LOS HOMBRES TUVIERAN LA REGLA
Si los hombres tuvieran la regla, ¿habría cambiado el mundo? ¿Sería diferente la relación entre hombres y mujeres? Esta es la pregunta a la que se propone responder esta novela gráfica, en compañía de Sigmund Freud, Darth Vader, Jesús, Superman, Adolf Hitler y algunos hombres ilustres más.
Imagina un mundo en el que los hombres no solo hicieran las reglas, ¡sino que también las tuvieran! Un mundo en el que Dios decidiera compartir el dolor para lavar el pecado universal: las mujeres tendrían que dar a luz y los hombres tendrían que menstruar. ¿Habría cambiado esto la faz del mundo? ¿Se habrían invertido las relaciones entre hombres y mujeres? Los autores fabulan sobre cómo sería el mundo si esto hubiera sucedido y nos ofrecen cerca de 30 desternillantes historias ambientadas en contextos variopintos (la prehistoria, la Edad Media o la actualidad; una oficina con pradera, un comité ejecutivo de una gran empresa, una charla entre amigos cuarentones), grandes momentos de la historia (el desembarco de Normandía, por ejemplo) y con conocidísimos personajes reales o de ficción (los citados al inicio y muchos más). La conclusión es que probablemente la regla fuera considerada por los hombres un motivo de orgullo y una marca de virilidad.
Los autores, Camille Besse y Éric le Blanche forman un equipo portentoso. Camille es una autora de cómics con una larga trayectoria a sus espaldas y Éric es un periodista especializado en cuestiones de género. Al final del libro, han incluido un pequeño dossier explicativo de los distintos hechos y personajes históricos evocados. Cuenta en el preámbulo la idea que ha inspirado este libro: En 1978, la célebre periodista, activista y feminista estadounidense Gloria Steinem (1934) escribió un ensayo satírico en la revista Cosmopolitan titulado «If men could menstruate» («Si los hombres pudieran menstruar»): «¿Y qué sucedería si de repente, por arte de magia, los hombres pudieran menstruar y las mujeres no? Sin duda, la menstruación pasaría a ser una manifestación valiosa y envidiable de masculinidad, y los hombres presumirían de su duración y abundancia». Pero, sobre todo, serviría de justificación del poder masculino.