Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Presas fáciles. Edición integral

Presas fáciles. Edición integral
Guion
Miguelanxo Prado.
Dibujo
Miguelanxo Prado.
Formato
Cartoné, 184 págs, color. 23,5x31 cm.
Precio
35€.
Editorial
Norma Editorial. 2024.

En 2016, y cuatro años después de su exitosa Ardalén, Miguelanxo Prado publicó con Norma Editorial un libro titulado Presas fáciles. Fue una obra en tono policíaco que gustó mucho, y desde hace un tiempo ya sabíamos que el autor gallego tenía guardada más historias protagonizadas por los inspectores Tabares y Sotillo. Ha tardado ocho años en llegarnos, pero ahora se publica una segunda historia… dentro del tomo integral con los dos libros. Vuelve a ser publicado por Norma, aunque los lectores gallegos que ya compraron en su día el primer libro, sí tienen la suerte de poder contar con una edición de la segunda historia, sin necesidad de volver a comprar la primera.


La obra cuenta con dos partes: Hienas y Buitres. En ambas acompañaremos a la inspectora Olga Tabares junto a su nuevo compañero Carlos Sotillo, siéndoles encomendados sendos casos que ocultan mucho más de lo que parece. Si en Hienas tendrán que resolver una serie de asesinatos de profesionales bancarios, en Buitres deberán investigar el suicidio de una adolescente sobre la cual aparece una vinculación con una red de pornografía infantil. Entre ambas historias han pasado tres años, y la relación entre ambos inspectores también ha ido evolucionando desde esos roces y acomodación inicial hasta ir limando asperezas para una relación profesional cordial.

Lo más interesante que he encontrado al leer esta obra es que sigue de cerca la investigación policial, de un modo muy creíble, siempre bajo las restricciones legales: a los que no tenemos ni idea de esto nos llamará la atención cómo un simple detalle puede frenar una investigación de un crimen muy evidente o cerrar una línea de investigación por carecer de una prueba fehaciente que demuestre el crimen. Y es que el autor ha contado con asesoramiento real de un comisario de policía y una abogada, lo cual consigue que el tono difiera mucho de esas otras obras de corte similar, en las que la investigación depende exclusivamente del ritmo narrativo. Mi primera impresión leyendo, sobre todo, la primera historia, era de estar esperando «la sorpresa» continuamente, el giro que diera el vuelco a una teoría preconcebida desde el primer momento en mi cabeza.


Pero no es así. Aunque la segunda historia sí cuenta con algún giro que, si bien predecible, no deja de sorprender, si algo deja claro Prado con estas dos historias es que la investigación no ha sido su motor para realizar esta obra. Porque el título deja bien claro cómo hay personas vulnerables ante un sistema que puede devorarnos cuando lo necesite, sea para meter debajo de la alfombra una estafa bancaria, o una red de pornografía cuyos clientes son demasiado poderosos como para atreverse a investigarlos. Y ese es el verdadero quid de la cuestión, lo indefensos que podemos llegar a estar por cruzarnos con las personas equivocadas en nuestros caminos.

Y en esa misma línea, también ha habido otro asunto secundario que me ha hecho enamorarme por completo de los personajes, y es la relación entre ambos inspectores. El hecho de acompañar a ambos policías desde que se conocen a después de trabajar durante tres años da pie a una bonita relación que, desde lo profesional, va dejando paso a la amistad sincera… sin dejar en ningún momento que eso haga mella en el trabajo. Y no es algo inmediato, sino que parte de un inicio difícil, en el que ambos profesionales miden sus egos y chocan intentando dejar clara su posición, pero con el tiempo van descubriendo el respeto por una manera de trabajar más similar de la que ellos mismos quieren ver. Lo mejor de todo es que el autor no lo muestra de una manera explícita, que lastre el ritmo de la historia, sino siempre en un segundo plano con alguna escena casual que va construyendo la relación.

Y qué decir del dibujo. No vamos a descubrirle a nadie el fantástico trabajo de Miguelanxo Prado, autor de la citada Ardalén, El Pacto del Letargo o Trazo de tiza, entre otras muchas, pero es que en esta obra, completamente alejada de lo fantástico, las acuarelas con una paleta muy apagada contribuyen a generar una atmósfera parecida a lo que hace Fincher en Se7en, de policías sin vida propia, donde el trabajo siempre está por delante del resto. Lo mismo sucede con la caracterización de personajes, con esa Olga Tabares ojerosa y pálida, descuidada en su imagen a la que no da importancia, o los ancianos con esos rostros arrugados y tortuosos que tanta personalidad les aportan.


En definitiva, Presas fáciles. Edición integral es una obra policíaca diferente. Muestra la investigación sin dejar nada a cargo del lector, puesto que a la hora de resolver el caso, alterna las propias investigaciones de la policía con flashbacks de lo que sucedió realmente, dejando claro que lo que verdaderamente se pretende es evidenciar los casos completamente plausibles que se esconden tras las historias. Una obra que esconde una crítica social importante, haciendo hincapié en que todos podemos llegar a ser una presa fácil. Aunque la obra se presenta como un díptico, no sería desdeñable que se pudieran ver nuevas historias algún día, temas no van a faltar al respecto. Una edición muy buena, en cartoné, acompañada de artículos del propio autor y numerosos bocetos, pruebas de portadas e ilustraciones.

Lo mejor: El subtexto, tanto en el tema como en la relación entre Sotillo y Tabares. El dibujo de Miguelanxo Prado.

Lo peor: Que no hayan publicado el tomo 2 de manera independiente, para los que ya compraron en su día el primero.