Hace pocos días, dedicamos un programa del podcast a los cómics musicales, ese subgénero en el que música y viñetas se unen, ya sea para contar la biografía de algún músico, adaptar al medio gráfico la historia que cuenta algún disco o para darle salida a las inquietudes del autor sobre el mundo sonoro. En este último grupo se englobaría Pop: ¡No me quito esa canción de la cabeza!, la más reciente obra de Luis Bustos, recién editada por Astiberri dentro de su sello ¡Caramba!. Vamos con ello.

Pop es un álbum cuadrado y grandote simulando la carpeta de un disco de vinilo pero algo más pequeño (26 cms, frente a los algo más de 31 del vinilo) en el que el autor, repartido a lo largo de nueve capítulos (quizás mejor podríamos decir nueve cortes) reflexiona y presenta una recopilación de datos sobre temas variados que a él le parecen interesantes por algún motivo. No, no es una historia de la música pop, ni un sesudo análisis musicológico de ningún estilo, ni una colección de biografías. Es una obra en la que alguien se ha puesto a hablar de los temas que le apetecen, de forma totalmente personal, con una cierta documentación pero con un enfoque subjetivo, mezclando datos con opiniones personales. Por cierto, el homenaje a los discos antiguos no se queda sólo en el formato. También tiene cara A y cara B. Vamos, que hay que abrir el tomo por la portada donde pone Cara A, leer hasta más o menos la mitad (tranquilo, viene indicado dónde termina cada cara), cerrarlo, darle la vuelta y abrir por la contraportada. Si no fuera por el revival de los long plays de los últimos años, los de la generación Z no sabrían de qué estoy hablando. Pero, eh, podría ser peor.

Los temas de los que Bustos habla aquí son el sexo (venga, y el amor también, va) en la música, la música como forma de rebelión, drogas, formatos de reproducción, música electrónica, música experimental, el invento ese de la World Music, música en directo y leyendas urbanas en torno a músicas y músicos. A lo largo de las 72 páginas del disco tendremos datos expuestos de forma más o menos seria, chistes varios y pensamientos del autor sobre los temas que trata. La cantidad de texto y la densidad de información hace que la lectura de estas 72 páginas, que en cómics de superhéroes mainstream duraría no más de un cuarto de hora, se alargue durante mucho más de lo esperado.

Cada capítulo arranca con una reinterpretación del autor de la carátula de un disco representativo de lo que se va a tratar y un código QR que nos lleva a una lista de reproducción en Spotify de canciones seleccionadas por el autor relacionadas con el tema tratado. Podría haberse ido a los ejemplos más evidentes y predecibles, pero no ha sido el caso. Entre ejemplos más o menos evidentes, como meter a Fantomas, el grupo de Mike Patton, en el capítulo de música vanguardista, mete cosas raras como Esplendor Geométrico, Rocío Jurado en el capítulo de música sexual o Los Manolos en el de World Music. Y que sí, que por muy raro que suene, tiene todo el sentido del mundo.

Esta colección de textos ilustrados y chistes varios (el término cómic no es estrictamente aplicable, no hay narrativa secuencial en estas páginas) será una lectura más que interesante para los lectores más melómanos, y da para risas en algunos momentos y en otros para ampliar conocimientos y acumular datos inútiles de esos que tanto nos gusta presumir en conversaciones de bar.

Por cierto, sigo totalmente picueto con lo de que la Jurado le dedicara una canción a hacerse pajas.