Hace ya 10 años de ese 2012 que marcaría el inicio de aquella Image 2.0 y, con él, toda una nueva revolución de un cómic indie mucho más comercial y popular. Puede oírse que vivimos una edad dorada del indie y gracias a eso podemos ver publicados en nuestro país obras como Plástico, sin avales de grandes nombres ni grandes franquicias.
Todos conocemos las grandes series de Image de los Vaughans, Kirkmans o Brubabakers de la vida, pero cuando se trata de una miniserie de un tal Doug Wagner y otro tal Daniel Hillyard, es posible que ya no nos suene tanto. Y más cuando Plástico es un tebeo de Image casi de forma accidental, ya que no procede exactamente de ella, sino de 12-Gauge. ¿Que qué demonios es 12-Gauge? Hoy por hoy se trata de una editorial independiente, detrás de la cual hay gente como Brian Stelfreeze, Jason Pearson o Cully Hamner, todos ellos autores del mítico Gaijin Studios noventero, y llevan desde 2004 en activo, publicando en su mayoría a través de su partner Image, pero también de forma autónoma.
En España hemos podido ver muy poco de su título, pero alguno ha caído como The Ride, Matador o el último volumen de Body Bags. Y partiendo de aquí, casi sin referencias en España, nos llegan Doug Wagner y Daniel Hillyard. A Wagner apenas pudimos verlo en el propio The Ride y en una de las continuaciones del Red de Warren Ellis y Cully Hamner. Y peor aún en el caso de Daniel Hillyard, porque Plástico es su primer trabajo en llegar a España, aunque a buen seguro no será el último.
Plástico nos coge una premisa de historia harto conocida que se encuentra con unas circunstancias… digamos no tan convencionales. Todos hemos leído o visto alguna historia en la que nuestro supuesto mindundi protagonista se topa con el hijo gilipollas de un pez gordo. Lo curioso es que nuestro mindundi, Edwyn Stoffgruppen, resulta estar como unas maracas y su venganza va a ser de todo menos bonita. A decir verdad no se trata tanto de una venganza, como del rescate de su amada, solo que ésta es… una muñeca hinchable y no en sentido figurado. Para llegar a un punto donde todo esto tiene lógica, tendréis que leer Plástico y atravesar los galones de sangre y montañas de mutilaciones que nos ofrecen de forma curiosamente divertida Wagner y Hillyard.
Plástico es un thriller de acción con el punto de comedia que puede resultar de mezclar a John Wick con Norman Bates. Se lee en un suspiro y te deja con ganas de ver más de estos autores y eso es tanto por los diálogos ágiles, la caracterización ingeniosa y la dosificación de los giros de Wagner como por el impresionante trabajo de Hillyard.
Si bien Hillyard es un recién llegado a las librerías españolas, acumula una década de títulos para 12-Gauge, como Anti, ICE: Critical mass, Sherwood, Texas o The Average Joes, muchos de ellos junto a Doug Wagner precisamente, con lo que no sorprende la química como equipo que tienen en Plástico y eso que por aquel entonces solo llevaba 5 años trabajando juntos, ya que Plástico se publicó en 2017 en los USA. Lo primero que llama la atención del estilo de Hillyard es lo mucho que recuerda a Ryan Oatley, pasado quizá por un cierto tamiz de Cully Hamner. Hillyard no tiene aún las dotes para la explosividad de Oatley, pero en Plástico se puede ver una buena muestra de que esto tal vez sea solo cuestión de tiempo.
Al terminar este tomo, Norma anuncia Vynil, la siguiente obra de este tándem a la que ya teníamos echado el ojo, pero esperamos que después de Plástico, mucha más gente comparta nuestro hype.