Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Pies Descalzos 2

Pies Descalzos 2
Guion
Keiji Nakazawa.
Dibujo
Keiji Nakazawa.
Formato
Rústica, 608 págs, B/N. 15x21 cm.
Precio
23,95€.
Editorial
Distrito Manga. 2023.
Edición original
Hadashi no Gen (Shūeisha).

Continúa la nueva edición a cargo de Distrito Manga de la clásica obra autobiográfica de Keiji Nakazawa sobre el bombardeo de Hiroshima. En Pies Descalzos 2 continúa la historia donde la dejamos en el tomo anterior: dos años después del bombardeo que arrasó la localidad de Hiroshima. En este segundo tomo veremos cómo la familia Nakaoka intenta sobrevivir como puede a esta nueva situación de penuria y pobreza.


La obra sigue apoyándose en escenas o subtramas que van haciendo avanzar la trama y que permiten desarrollar mejor algunos personajes secundarios, desde los hermanos de Gen, el protagonista indiscutible y alter ego del propio Nakazawa, hasta algunos personajes que se van cruzando en su vida, como compañeros del colegio, vecinos, caseros o empleadores. Precisamente son esas escenas las que aportan variedad a la obra, y son un apoyo para mostrar otras realidades, abriendo el prisma que nos permite conocer la situación del país en esos momentos.

En este segundo tomo el tono de la obra no es mucho más optimista que en el anterior. El día a día de Gen, su madre y sus hermanos es absolutamente desalentador. Por más que se esfuerzan en salir adelante con una buena actitud y ganas, la vida no hace más que ofrecerle un revés tras otro, y la lectura exige tener buenas tragaderas para no acabar desalentado por lo que nos cuenta. Claro está, esto no es Disney, aquí no van a suavizar artificialmente una situación que ya sabemos lo dura que debió ser en pos de la historia. Por si fuera poco, como en cualquier situación de guerra existen muchas desigualdades y hay quien decide aprovecharse de ellas para su propia prosperidad, algo que nos retorcerá las tripas en más de una ocasión.


Y es que en este tomo, los chicos van a tener que esforzarse por eludir a la Yakuza, quienes ven en los chicos jóvenes sin recursos una herramienta para usarlos como brazo armado, quedando los capos libres de cualquier responsabilidad, o también para realizar pequeños hurtos que acaben sumando beneficios más altos. Gen sigue siendo presentado como un chico que no se viene abajo con ninguna de las situaciones que le acontecen, y su decisión y arrojo para seguir luchando por la supervivencia de su familia y él mismo son tan admirables que invita a seguir adelante con la lectura por nuestro deseo de que algo le salga alguna vez bien.

Porque si algo tiene esta obra es lo mágnética que resulta su lectura. Incluso con estos tomos de 600 o 700 páginas te los lees en un abrir y cerrar de ojos, gracias a la variedad de subtramas planteadas y esa narrativa trepidante que tiene. El estilo es muy heredero de Tezuka, de quien Nakazawa se confiesa seguidor y alumno en la introducción de este tomo, y una gran influencia para su trabajo. Se trata de un estilo aparentemente infantil, pero que en cuanto avanzas un poco en la lectura te das cuenta de que no está pensada precisamente para este público. La obra, como comentaba antes, es especialmente dura y muestra sin ningún pudor muertes, palizas, violencia y crueldad con los niños que es, junto con el saber que estamos ante una historia real, lo que posiblemente nos hace torcer más el gesto durante la lectura.


En definitiva, Pies Descalzos 2 es una obra imprescindible, cuya dureza no hace sino reforzar y justificar su necesidad. Es importante mostrar lo que no se ve en conflictos de este tipo, y así, a modo de historia que avanza con fluidez saltando de anécdota en anécdota, se nos muestra la realidad de la naturaleza humana que va desde la piedad y el altruismo hasta la más despreciable ruindad de gente que se aprovecha de la debilidad para su propio interés.

Lo mejor: A pesar de su dureza, la narrativa de Nakazawa es muy ágil, y la lectura se pasa volando, sin darte cuenta.

Lo peor: Si no estás en un buen momento de ánimo, ojo, que lo que cuenta deja mella…