Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Piel de hombre

Piel de hombre
Guion
Hubert.
Dibujo
Zanzim.
Formato
Cartoné, 160 págs, color. 23,5x31 cm.
Precio
29,50€.
Editorial
Norma Editorial. 2021.
Edición original
Peau d'homme (Glénat).

Arropada por numerosos premios en Francia, llega a nuestro país Piel de hombre , la obra póstuma de Hubert (Belleza , Los ogros dioses ) acompañado al dibujo de Zanzim (La isla de las mujeres ), un cómic con muchas capas de lectura y que esconde tras una aparente historia fantástica una crítica al fanatismo religioso, al machismo y al trato distinto a la mujer a lo largo de la historia, así como un canto a la libertad sexual. Sin embargo, lo que más me ha gustado de ella es que, a pesar de las diferentes capas de lectura que encierra, en ningún momento se descuida la historia principal, que se puede leer y disfrutar sin la obligación de profundizar en el subtexto de la historia.

Piel de hombre  está protagonizada por Bianca, una joven que vive en la Italia renacentista y cuya familia la ha comprometido con el joven Giovanni. Se trata de un matrimonio de conveniencia pactado entre las familias sin contar con la aprobación de los novios en ningún momento. La relación de Giovanni y Bianca es fría y pragmática, hasta que la tía de ella le revela un secreto familiar: una piel de hombre con la que la joven puede cambiar de sexo y conocer cómo se vive desde ese punto de vista. Lo que comienza como un juego permitirá a la joven conocer mucho mejor a su marido y descubrir a otra persona completamente distinta.


La obra comparte muchos puntos con la citada Belleza , del mismo autor, puesto que utiliza una fábula, una historia fantástica para profundizar y mostrar otros asuntos desde un punto de vista mucho más revelador. A eso me refería al principio cuando decía que el subtexto no condiciona la historia principal. Si se quiere, se puede leer esta historia como esas historias de cambios de personalidad tipo Big , De tal astilla tal palo  o el cómic de Gail Simone Crosswind , una historia en la que el cambio de género da pie a situaciones inesperadas y complicaciones que resolver. Pero a diferencia de otras obras que se apoyan en una historia para transmitir realmente otro mensaje y acaban centrándose excesivamente en dicho mensaje y descuidando la historia principal, no es el caso que nos ocupa.

En todo caso, creo que la lectura es muy enriquecedora cuando se intenta escarbar en las diferentes capas de lectura, puesto que la intención del autor es clara. Lástima que el propio autor no llegara a ver la calurosa recepción que ha tenido su obra, dado que se quitó la vida meses antes de que saliera al mercado. El autor vivió en sus propias carnes historias de fanatismo religioso dentro de su familia, así como un ambiente de homofobia, lo cual deja claro que esta historia va mucho más allá de esa fábula sobre la chica que se convierte en chico.

Pero me ha parecido apasionante la sutilidad con la que se plantea esta obra y la cantidad de matices que tiene. Una historia, además, que puede ser disfrutada igualmente por un público juvenil, lo cual eleva su potencial educativo sobre tolerancia, igualdad y un punto de vista histórico sobre cómo ha sido tratada la mujer. Bianca es una chica impulsiva y rebelde, pero es completamente consciente del tiempo que vive, y precisamente aprovecha ese cambio de género para poder reivindicar como Lorenzo lo que la sociedad le impide hacer como Bianca.


Me ha parecido especialmente emotiva la relación entre Bianca-Lorenzo-Giovanni. El cambio de género permite a la joven descubrir a su marido, sus sensibilidades, su impotencia ante una sociedad cada vez más opresiva y dominada por la figura del hermano de Bianca, un religioso que se propone anteponer sus ideas religiosas a la cultura y a las libertades, con numerosas tretas que abusan de la superstición popular.

El dibujo de Zanzim encaja a la perfección con el tono de la obra, con ese estilo de grabado antiguo con figuras estilizadas y una línea clara con colores planos sin tramas ni sombreados. Gusta mucho de usar las viñetas de narrativa continua, ese tipo de páginas con un solo escenario en el que vemos varias veces al personaje en las distintas fases de la acción, usando los textos como orientación del sentido de lectura o elementos del propio paisaje como marcos de la no-viñeta, así como un uso muy premeditado del color para dirigir la atención del lector. Tal vez abuse de este recurso, pero no llega a dificultar la lectura. Es más, diría que para tratarse de una obra apoyada en la dialogación y con la acción justa, estamos ante un libreo que tiene una lectura muy fluida, y que cuesta dejar de leer.

La obra viene avalada por premios de libreros, bibliotecarios, la crítica e incluso el Premio Fauve des Lycéens en Angoulême, un premio concedido por el propio Ministerio de Educación a través de una encuesta a 1000 estudiantes de secundaria.


En definitiva, Piel de hombre  es una obra maravillosa que no debéis dejar pasar. Una historia entretenida que esconde bajo sus páginas un mensaje de tolerancia y libertad, de autodescubrimiento de la sexualidad y de la importancia de la comunicación en pareja. Sin dejarse llevar por mensajes fáciles o demagogia barata, Hubert y Zanzim enseñan en lugar de adoctrinar y recurren a los sentimientos y a la sensibilidad para mostrarnos por qué hemos evolucionado de una sociedad como la que ambienta la historia a la nuestra actual. Sin dejarse arrastrar por la necesidad de evidenciar el mensaje, estamos ante una obra divertida, con situaciones de confusión, secretos y peligros para los protagonistas, que se puede leer igualmente dejando de lado el verdadero mensaje, por lo que si temes estar ante una obra dirigida a través de un mensaje social, con cierto tono adoctrinador, que sepas que la puedes disfrutar igualmente, obviándolo.

Lo mejor: La sensibilidad con la que está realizada. Las numerosas capas de profundidad que tiene la obra. El estilo de dibujo le viene como anillo al dedo a la historia. La evolución de la relación Bianca-Giovanni. Muy apta para lectores jóvenes.

Lo peor: Dejar pasar uno de los mejores cómics del año.