Es la hora de las tortas!!!

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El perdón y la furia

El perdón y la furia
Guion
Antonio Altarriba.
Dibujo
Keko.
Formato
Cartoné, 64 págs, color y B/N. 19,5x26 cm.
Precio
17€.
Editorial
Norma Editorial. 2021.
Edición original
El perdón y la furia (Museo Nacional del Prado)

Norma Editorial reedita El perdón y la furia , la obra de Antonio Altarriba y Keko realizada por encargo del Museo Nacional del Prado en 2017. El director del gabinete de dibujo del museo había quedado tan impresionado por el trabajo de ambos autores en Yo, asesino , que ofreció a los autores la posibilidad de aprovechar las numerosas salas con cuadros de personas atormentadas para llevar a cabo una obra realizada para ellos. Los autores aceptaron y consiguieron cumplir con el encargo, a pesar de los plazos propuestos, y el resultado vio la luz hace 4 años. Ahora Norma aprovechando la finalización de la trilogía del Yo, recupera esta obra que resulta un complemento perfecto para la obra de estos dos autores.


Y es que esta tiene mucho en común con Yo, asesino , puesto que pone la vista sobre un profesor de Historia del arte obsesionado con la obra de José de Ribera, «el Españoleto», hasta tal punto que le impulsará a abandonar su vida, su trabajo y sus relaciones sociales, en busca de un cariz teológico y místico de la obra del pintor español. Sus compañeros de la facultad intentarán ayudarle, aunque los propios intereses se interpondrán y la ayuda corre el riesgo de convertirse en perjudicial.

Altarriba sigue el mismo tono de la obra que captó la atención del Museo del Prado, y nos presenta a Osvaldo, un personaje absolutamente quijotesco, atormentado y dispuesto a despojarse (literalmente) de todo con tal de encontrar el significado de la obra inconclusa del valenciano. El pintor recibió el encargo de realizar cuatro óleos centrados en los gigantes de la mitología griega Tántalo, Ixión, Sísifo y Ticio. Solo llegó a realizar las de Ticio e Ixión, y se conservan los bocetos de una tercera, mostrando las obras el suplicio sufrido por los gigantes tras el castigo de Zeus.


El perdón y la furia  va evolucionando de una obra de intriga en la línea de El Club Dumas , El club Dante, o El código Da Vinci , obras de investigación en torno a obras de arte o literatura, a ese punto en el que el personaje pierde tanto los papeles, que comenzamos a dudar si los indicios que ha ido viendo son fruto de un misterio sobrenatural o realmente es que ha perdido el juicio. En ese aspecto Altarriba se documenta muy bien y plantea un misterio bastante atractivo y bien construido.

El trabajo de Keko ya es bien conocido por las anteriores obras en colaboración con Altarriba, y aquí diría que el estilo oscuro y sobrecargado del dibujante madrileño encaja especialmente bien con la historia. Los excesos de masas de negro, la oscuridad como base del dibujo, y la inclusión de detalles de color en una obra presentada en blanco y negro funcionan a la perfección con esta vorágine de locura en la que nos introduce el guionista. El color es escaso y muy bien utilizado. En una obra tan oscura, se introducen detalles de rojo para sobresaltar ciertos elementos e incluso aportar una luz a la investigación, pero sin restar esa lobreguez necesaria para el tono general de la obra. El dibujo aporta dureza a los rostros y encaja muy bien con el protagonista, en contraste con esos diseños tan geométricos que se ven con las teorías y las visiones de Osvaldo.


En definitiva, El perdón y la furia  es una obra interesante, con un misterio e investigación centrados en la obra de José de Ribera, y que conecta con una historia a otro nivel más místico e incluso teológico, sin que el protagonista se detenga por nada ni se imponga ningún límite. En comparación con la trilogía del Yo, puede resultar un escalón (o medio) por debajo de ellas, pero sigue siendo una lectura muy interesante y disfrutable a muchos niveles. La obra se completa con un epílogo a cargo de un «sospechoso» Antonio Altarriba y con bocetos del dibujo realizados por Keko.

Lo mejor: Lo bien hilado que está el misterio con lo artístico. Lo bien que funciona el dibujo tan opresivo con la atmósfera de la historia.

Lo peor: Cierta sensación de dèjá vu con respecto a Yo, asesino .