Bolita es un niño bromista que vive con su ejemplar madre, su manitas y torpe padre y Bill, su buen cocker spaniel. Estas historias familiares fueron creadas por el fantástico Jean Roba en 1959 para la revista Spirou. Bolita aparece en todos los gags, pero Bill enseguida le roba protagonismo. Es un perro excéntrico al que le gustan las aventuras, sus amigos, los pájaros y su joven amo. Las historias son familiares, aventuras diarias amables en la casa donde viven (un hogar bonito, jardín, y el famoso coche 2CV rojo). Guillot y Munuera hicieron esta estupenda versión de Bill y Bolita de pequeños y para los más pequeños. ¡Un perfecto homenaje a Roba y sus maravillosos personajes!
Qué recuerdos de la infancia, esas páginas de Bill y Bolín (para mí, Bolita era Bolín) en los cómics de Mortadelo, o en algún Guai! que me compraba con mi paga semanal. Me encantaba la expresividad de ese pequeño cocker spaniel que seguía a su joven amo en mil aventuras. Pese a haberles descubierto a mediados de los ochenta, lo cierto es que su autor, Jean Roba, llevaba desde 1959 glosando sus historias en la revista Spirou. Y han tenido que pasar más de 30 años desde aquellas primeras lecturas para volver a disfrutar de sus andanzas. Sin embargo, el cómic que hoy nos ocupa no es ninguna recopilación de esas historias de Roba, sino una adaptación para el público infantil que han realizado dos autores expertos en estas lides, Laurence Guillot y José Luis Munuera.
Sí, pone “nuves”
Las aventuras de los pequeños Bill y Bolita se publicaron de 2011 a 2014 en seis álbumes apaisados de 28 páginas destinados al público infantil. No son historias de una página, como la serie de Jean Roba, sino que son cuentos breves, muy edulcorados, para aquellos que aún están empezando a leer, por lo que no estaría mal que su lectura estuviera acompañada de la ayuda de un adulto. En estos cuentos, el pequeño Bolita (apodo que tenía el propio hijo de Roba, Philippe) juega en casa o el campo con su perro Bill y, sobre todo, con su padre. En este sentido, la relación del niño con su padre es mucho mayor que la tiene con su madre, que aparece sólo ocasionalmente y para poner un contrapunto de orden y seriedad entre tanto caos. Es posible que esto sea debido a que su autor tan sólo plasmaba los juegos y risas que vivía en su propia casa, en los que a menudo participaba junto a su hijo y su perro. Sea como fuere, el homenaje que rinden Guillot y Munuera a estas historias clásicas están llenas de ternura y humor. Quien haya tenido un hijo y un perro creciendo juntos podrá verles claramente identificados en estas páginas.
Sólo dos aspectos enturbian la deliciosa experiencia que podría haber supuesto la inmersión en este tomo. El primero es la desafortunada elección de la tipografía para los bocadillos de texto, bastante diferente de la original. Si no es la denostada comic sans, mucho se le parece, y tiene el desastroso efecto de distanciarnos de la lectura. Es increíble como una mala fuente de texto puede evitar que nos sumerjamos en la página y, por desgracia, la aquí elegida lo consigue. El segundo aspecto está muy relacionado con el anterior, y se trata de la deficiente traducción / rotulación: un par de faltas de ortografía menores dejan paso a un nuves (por nubes) que me ha dolido como un cuchillo al rojo en los ojos. Teniendo en cuenta la poca cantidad de texto que hay en este cómic, no comprendo cómo la revisión y corrección, que no debería llevar más de media hora, ha pasado semejante aberración por alto.
Laurence Guillot vive en Nancy. Es especialista en literatura infantil. Autora de la serie Lulu Grenadine con Nathan, de novelas con Bayard Editions (Aaaah love!) y Bayard Presse (colaboraciones con varias de sus revistas). Y, también, seis álbumes de aventuras habituales de un niño de 5 años y su perrito, todos con finales sorpresivos, divertidos, improbables y, a veces, estrafalarios, como en este Pequeños Bill & Bolita. José Luis Munuera (Bartleby, el escribiente) nace en Lorca en 1972. Comienza a publicar sus tebeos a mediados de la década de los 90. Junto con un jovencísimo Joann Sfar publicarán en Delcourt Les Potamoks. Desde entonces hasta hoy desarrolla su carrera profesional para el mercado francés, acumulando ya más de veinte títulos publicados de sus diversas series, Merlín, Sir Pyle, Nävis, Spirou, Sortilegios, Los Campbell, Zorglub o El Juego de la luna, entre otros.
Las aventuras de Bill y Bolita son un éxito superventas en Francia y Bélgica, y sus protagonistas también son muy populares en España y Reino Unido (la revista Valiant publicó algunas de sus historietas entre 1962 y 1965, bajo el título It’s A Dog’s Life). Tanto, que existen dos películas de imagen real y varias series de animación, además de un videojuego para NintendoDS. Esta recopilación de los seis álbumes infantiles que nos trae Nuevo Nueve son el complemento perfecto a las historias clásicas, que harán las delicias tanto de los que crecimos con sus aventuras como de los más pequeños de la casa. Cuidado: puede que después de leer este libro os pidan que les compréis un perro. Sed fuertes.
