Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Parque Chas, de Ricardo Barreiro y Eduardo Risso

Parque Chas, de Ricardo Barreiro y Eduardo Risso
Guion
Ricardo Barreiro
Dibujo
Eduardo Risso
Formato
Cartoné, 21×28, 168 páginas, blanco y negro
Precio
29.90 €
Editorial
Dolmen Editorial. 2024

Estaba llegando a su final el siglo XX cuando descubrí, casi por casualidad, a Eduardo Risso. Por aquella época estaban llegando a su final las series que habían cimentado el sello Vertigo de DC como uno de los lugares donde había que ir para encontrar el mejor cómic norteamericano. A la vez, estaban saliendo una nueva oleada de series que se distanciaban tonal y argumentalmente de sus predecesoras, manteniendo como único nexo en común una calidad por encima de la media. Una de ellas fue, por supuesto, 100 Balas, cuyo primer número llegó a España en octubre del 2000 y nos hizo fijarnos tanto en su guionista, Brian Azzarello, como en su dibujante, Eduardo Risso. Desde entonces, prácticamente cualquier cosa firmada por cualquiera de los dos autores, juntos o por separado, se convierte en lectura obligatoria. Y ese es el motivo por el que nos hemos acercado a Parque Chas, recién editada por Dolmen.

Parque Chas P1

Parque Chas es un barrio real de la ciudad de Buenos Aires. Un barrio de estructura muy peculiar para la ciudad en la que está: en lugar de la estructura tradicional de calles paralelas y perpendiculares, es un conjunto de bloques con estructura radial. Hay varias avenidas que se cruzan en una plaza central y otras circulares concéntricas. Y en cada uno de los sectores delimitados por las avenidas, hay unas calles de orientación impredecible, convirtiéndose así el barrio en un auténtico laberinto. Y partiendo de la extrañeza de semejante planificación urbanística, Ricardo Barreiro y Eduardo Risso plantearon una historia similarmente extraña y laberíntica, publicada por entregas originalmente en la revista Fierro con estructura de procedimental televisivo: cada entrega nos cuenta una pequeña historia independiente, pero también tiene pinceladas de una más grande, que va contándose poco a poco en un segundo plano, y que concluye en la última entrega.

¿Y qué tipo de historias nos encontramos aquí? La primera mitad es una extraña mezcla del realismo mágico sudamericano con historias de terror/fantasía al estilo de series de televisión como Twilight Zone o Amazing Stories. Así, iremos viendo pasar por aquí realidades que se confunden con el sueño, misteriosas normas en una casa que podría estar encantada o algo peor, un coche asesino, unos niños asesinos, viajes en el tiempo, el metro subterráneo secreto de Perón, monstruos creados a partir de los deshechos urbanos, y personajes que se dejan ver en una mezcla de fantasía y ficción, que en Parque Chas tienen una frontera muy difusa, como Bo Derek, Corto Maltés, Diego Armando Maradona o El Eternauta. La sensación es de una potente irrealidad constante, con un ambiente opresivo y unas referencias literarias que van desde Borges hasta Lovecraft.

Años después de la última de las once entregas de la serie original, Barreiro y Risso recibieron una oferta para hacer una secuela de la serie. Retomando varios de los personajes de la serie original, dan un volantazo tonal y argumental y nos presentan un thriller de ciencia ficción en el que una guerra interestelar tiene un importante escenario en Parque Chas. Pero Barreiro no se limita a hacer una historia comercial, y suelta aquí y allá pinceladas nada disimuladas de su ideología política, dando algún que otro recado a dirigentes tanto argentinos como del resto del mundo.

Parque Chas P2

Parque Chas es la primera gran obra de Eduardo Risso. Previamente, ya había pasado una temporada trabajando como asistente de otros artistas y haciendo tiras de prensa, e incluso había ilustrado dos obras posteriormente recopiladas en varias ocasiones, El Ángel, con guiones de Robin Wood, y Julio César, con Ricardo Ferrari. Pero aunque en estas dos obras previas se aprecia algún rasgo característico de su arte en los rostros que dibuja, es en Parque Chas donde muestra su personalidad definitiva, aunque seguiría puliéndolo a lo largo de los siguientes años. Con su estilo oscuro y expresivo, crea una atmósfera opresiva que complementa perfectamente el guion de Barreiro. Eso sí, aún le faltaría un último salto evolutivo: en Parque Chas su blanco y negro está complementado con grises para dar volumen. En su siguiente obra, Caín, tan solo de un año después y también con Ricardo Barreiro, se desprende por completo del gris adoptando su estilo actual con sus omnipresentes masas de negro.

La edición de Dolmen es totalmente de sobresaliente. Además de las dos partes de Parque Chas, tenemos biografías de los autores y varios textos contextualizando la obra, todo ello en papel offset de muy buena calidad, y con un diseño muy elegante hecho con mucho mimo, muy superior al integral argentino de la editorial Puro Cómic del que llegó algún ejemplar suelto a España. Por cierto, esta es la primera edición completa que se hace de este material en nuestro país. Anteriormente sólo se publicaron nueve de los once capítulos de la primera parte en la revista Tótem y nada de la segunda parte.

Parque Chas P3

La lectura de Parque Chas nos ha resultado simplemente apasionante. Quizás no sea un material para todo el mundo, pero si las historias con un punto de irrealidad onírica te tocan las teclas apropiadas y Eduardo Risso consigue fascinarte con su personal estilo, no lo dudes. Tírate de cabeza a este libro. No lo vas a lamentar.