El infierno de Tomino, Midori: La Niña de las Camelias, La Sonrisa del Vampiro o Paranoia Star son algunas de las obras de Suehiro Maruo que he podido descubrir en los últimos tiempos. Todo un pequeño universo que parte del talento de uno de los mangakas más sugerentes de cuantos están activos en la actualidad. Hoy toca hablar de lo último que se ha editado en España.
Paraíso, de Suehiro Maruo, vio la luz originalmente en cinco capítulos publicados en la revista Gekkan Comic Beam entre diciembre de 2019 y diciembre de 2020. Este seinen tiene una particularidad narrativa, al estar formada por cinco relatos cortos pero compartiendo lugares comunes, algunos protagonistas y cierto hilo conductor.
Paraíso, los horrores de la guerra según Suehiro Maruo
Maruo nació en Nagasaki en 1956, tan sólo once años más tarde de la detonación de la bomba atómica “Fat Boy”, que marcó en gran parte el fin de la Segunda Guerra Mundial. Por eso el tema de la posguerra no le es para nada desconocido, pese a que su familia se mudó a Tokio cuando tenía quince años lo que, a la postre marcó el inicio de su, ya larga, carrera como autor de manga.
En Paraíso, Maruo nos hace viajar en el tiempo hasta el terrible conflicto bélico que segó la vida de millones de personas poniendo el foco en los más desfavorecidos: Los niños. Seremos testigos de una dura historia de supervivencia, usando para ello a unos chavales que lo han perdido todo, para los que la palabra esperanza carece por completo de significado.
Como viene siendo habitual en la obra de Maruo, en Paraíso el dibujo es detallado y realista, hasta el punto que de manera intencionada se vuelve grotesco y desagradable por momentos. Sensaciones totalmente buscadas que son transmitidas con efectividad a un lector que no podrá parar de leer hasta terminar las cinco historias que componen el tomo.
Maruo es un autor que rara vez se corta un pelo a la hora de trasladar sus ideas al papel, no siendo víctima de tabúes y convencionalismos sociales o estilísticos. Por eso la mezcla de costumbrismo y terror funciona tan bien, porque sabes que lo que ha pasado fue real y que la realidad siempre suele superar a la ficción. Algo que nuestro mangaka nos recuerda a cada pincelada.
Como decíamos más arriba, Maruo echa el resto en estos cinco relatos de Paraíso, no dejando nada en el tintero. La pobreza infantil, la crueldad de los alemanes, los horrores del campo de concentración de Auschwitz e incluso la denuncia de la hipocresía de la religión católica, cuyo intrusismo fue usado como excusa por muchos curas para abusar de menores. Aunque también tiene tiempo para aquellos que sí sirvieron de inspiración y esperanza.
Y con todo, tras leer la obra varias veces da la sensación de estar leyendo una obra menor. Hecha con el piloto automático. Se lee, por supuesto que se disfruta, te cala hasta cierto punto… Pero deja un regusto amargo. Quizás esa fuera su intención, quién sabe.
De todas formas, lo mejor es que lo descubráis vosotros mismos. Leer a Suehiro Maruo siempre es una experiencia enriquecedora y Paraíso es posiblemente uno de sus mangas más accesibles.
