Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Panteras Negras, de Bruno y David Cénou

Panteras Negras, de Bruno y David Cénou
Guion
Bruno Cénou
Dibujo
David Cénou
Formato
Rústica con solapas, 132 páginas, blanco y negro.
Precio
13.90€
Editorial
Desfiladero Ediciones. 2018
Edición original
Panthers in the hole FR

Hace unos días vi Rosa, el tercer capítulo de la actual temporada de Doctor Who. En él se retrataba, metiendo la habitual trama de ciencia ficción de la serie, la época y la historia de Rosa Parks, una mujer negra que fue detenida por el terrible delito de no querer levantarse de su asiento en el autobús para dejar sitio libre por si acaso algún blanco quería sentarse. Este hecho hizo que la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos adquiriera más fuerza, y que un pastor bautista decidiera tomar parte activa en ella. Su nombre era Martin Luther King Jr. Mientras lo veía no paraba de pensar que estaba viendo el retrato de una sociedad brutalmente atrasada, moralmente corrupta. Pero en cierto momento me di cuenta de que estaban hablando de un suceso ocurrido en 1955. Yo no había nacido cuando ocurrió, pero mis padres sí. No es algo tan lejano en el tiempo.

Más cercano en el tiempo fue la tortura de los Tres de Angola. Tres reclusos afroamericanos, miembros de los Panteras Negras, fueron encarcelados y pasaron décadas en régimen de aislamiento en celdas minúsculas. Esta novela gráfica, Panteras Negras (en el original, Panteras en el agujero) cuenta la historia de estos tres hombres, Robert King, Albert Woodfox y Herman Wallace. Woodfox fue liberado hace menos de tres años, días antes de que yo cumpliera cuarenta y dos. Llevaba en aislamiento desde antes de nacer yo.

panteras negras los tres de angola

Los Tres de Angola

Robert King, Albert Woodfox y Herman Wallace fueron tres presidiarios que pasaron entre 29 y 42 años en aislamiento en la Penitenciaría del Estado de Luisiana, conocida como Prisión de Angola por la nacionalidad de la mayor parte de los esclavos que la construyeron. Entre los tres, sumaron más de cien años dentro de una celda de unos cinco metros cuadrados durante veintitrés horas diarias. Woodfox y Wallace, miembros activistas del Partido Pantera Negra, fueron acusados del asesinato de un guardia de la prisión. No había evidencias físicas de este hecho, una muestra de ADN potencialmente exculpatoria se perdió, el testimonio de los testigos fue desacreditado y todos los miembros del jurado eran varones y blancos, pero aún así pasaron más de cuarenta años en aislamiento. Wallace falleció tres días después de su liberación por el cáncer de hígado que sufría. King fue acusado del asesinato de otro guardia distinto, y pasó veintinueve años en este régimen.

Ahora imagínate una habitación de 2.7 metros de largo y 1.8 de ancho. Imagínate pasar en ella  23 horas diarias. Imagínate pasar diez mil días seguidos metido en ese agujero. Imagínate lo que puede hacer eso con tu salud física y mental.

angola three

Panteras Negras

Esta novela gráfica, producida por Amnistía Internacional, como Guantanamo Kid, hace un repaso por la vida de los Tres de Angola, desde su encarcelamiento hasta su liberación, pasando por sus décadas encerrados en el agujero que menciona el título original. No es una obra aséptica y objetiva, pasa bastante por encima de los delitos cometidos por estas tres personas, pero tampoco lo pretende. Su propósito es señalar cómo aún en nuestros días, bien entrados en el S. XXI, se siguen violando los derechos humanos simplemente por ideologías políticas o colores de piel. Así, Panteras Negras pretende ser, mientras relata los hechos, un mazazo en las tripas para concienciar al lector de barbaridades que se siguen produciendo en nuestros días en el mundo libre, en plenas democracias occidentales. Y a través de la vida de estos tres hombres, iremos viendo otras aberraciones que se cometen habitualmente dentro del sistema penal norteamericano.

En el aspecto puramente técnico, estamos ante la primera obra del guionista (el dibujante tiene alguna más a sus espaldas, pero no muchas más), y se nota la inexperiencia de los autores. La historia salta de un protagonista a otro, llegando a resultar confusa en algunos momentos. El dibujo, aunque no es en absoluto virtuosista, cumple su objetivo y ayuda a la comprensión de un guion con una cantidad de datos un tanto excesiva en cuadros de texto. Quizás se podría haber relegado parte de la información incluida en el cómic al anexo que viene al final de la obra para conseguir una narrativa más fluida, pero la lectura final, aunque ardua en algunos momentos, cumple la finalidad que se propone.

En resumen…

Es imposible leer Panteras Negras y no acabar con un nudo en la garganta. No de pena por estas tres víctimas de un sistema injusto, sino de rabia. De frustración. De desprecio por una especie como el ser humano que concibe torturas tan inhumanas como las sufridas por King, Woodfox y Wallace durante más de cuarenta años.

Quizás Panteras Negras no sea un gran cómic. Tampoco lo pretende. Lo que intenta es poner encima de la mesa unos hechos desconocidos por el gran público y darle la difusión que se merecen. Para que sepamos que hemos avanzado mucho desde los tiempos de Rosa Parks, pero aún nos queda mucho por mejorar.