La verdad es que cogerle el punto a Ojo de Halcón no parece muy complicado, ¿verdad? Joder, que estamos hablando de un tipo con un arco y flechas. Ni siquiera tiene las convicciones políticas y sociales del otro arquero más famoso del cómic USA, Green Arrow. Pero si escarbamos un poco más podemos ver que el bueno de Clint Burton es mucho más de lo que aparenta.

Nunca se calla nada y tiene madera de líder como ha demostrado en Thunderbolts o Vengadores Costa Oeste. Además, posee unas agallas de flipar, porque se enfrenta a cualquier amenaza sin importar la magnitud de esta. Es amigo de sus amigos y nunca se calla lo que piensa. En los últimos años hemos visto cómo ha ido ganando relevancia. Hablo de los tebeos, porque en el cine es sin duda el vengador más soso de todos (veremos si su serie de Disney + le reivindica un poco). Desde que Matt Fraction y David Aja se hicieron cargo de su serie regular, le hicieron un lavado de arriba a abajo. Se acabaron las aventuras cósmicas y las grandes peleas por salvar el mundo. Ahora Clint actuaba a un nivel mucho más local, ayudando a los necesitados y olvidados en muchas ocasiones, es decir, ayudando a sus vecinos.

Aquella serie fue galardonada con un buen puñado de Eisners. Su efímera continuación a cargo de Jeff Lemire y Ramón Pérez no estuvo mal, pero no tuvo ni un ápice de la relevancia de su predecesora. Aunque no haya contado con títulos desde entonces, Clint ha estado presente siempre, ya sea como mentor/dolor de cabeza de Kate Bishop o ridiculizado hasta el extremo por Warren Ellis en la novela gráfica Vengadores: La guerra sin fin.

Debo decir que mucho ha tardado Marvel en volver a dar una oportunidad en solitario a Ojo de Halcón. Aunque, como se suele decir, al final todo llega. Caída Libre ha sido el nuevo carcaj lleno de flechas trucadas con el que la Casa de las Ideas ha intentado devolver al candelero a Clint Burton. Un intento que aunque entretenido ha resultado algo fallido por los motivos que vamos a mencionar a continuación.

Un accidentado regreso de Ojo de Halcón

Caída Libre comenzó a publicarse en marzo de 2020 por lo que, exacto, le pilló la crisis del Covid y sus últimos números fueron retrasados unos cuantos meses. Hay que decir que afortunadamente la serie terminó su publicación y no quedó en el limbo como les ha pasado a otras. Así que por esa parte, un triunfo.

La premisa de esta nueva aventura de Ojo de Halcón nos cuenta el regreso de Ronin, hecho que mosquea bastante al resto de superhéroes por los métodos más extremos que usa el encapuchado negro. Clint asegura que no es él, y deberá demostrar su inocencia a la vez que investiga unos crímenes que están azotando al barrio.

Escribiendo tenemos a Matthew Rosenberg, un guionista cumplidor que suele hacer productos entretenidos, pero que tampoco brilla en ninguno de ellos. A mi me gusta compararlo con el Jeph Loeb venido a menos en su etapa de Hulk en Marvel. A saber, conocedor de sobra de los personajes que escribir, memoria enciclopédica, y gusto por trastocar el status quo de héroes y villanos para que luego esos cambios se queden ahí sin más. En los últimos años hemos podido leerle en uno de los especiales de Aniquilación Plaga, El Regreso de Jean Grey, Patrulla X, Punisher, el fallido relanzamiento de Guerreros Secretos o en el especial ¡Alerta! Que levante la mano al que alguno de estos trabajos le haya volado la cabeza para bien o por el contrario lo considere infumable. Nadie, ¿verdad?

En Caída Libre Matthew Rosenberg se marca una suerte de run and gun como en su día fue Batman: Silencio de Jeph Loeb y Jim Lee. Es decir veremos a Clint corriendo de aquí para allá, encontrándose con casi todos los héroes y villanos que en un momento u otro han tenido cierta relevancia en su trayectoria editorial. Este hecho, muy de fan service, provoca que en ocasiones dé la sensación de que la serie esté sobrecargada de personajes. La historia avanza, pero a trompicones, porque cada pocas páginas nos encontramos con alguna set piece de acción con las estrellas invitadas.

Lo que no se puede negar es que Rosenberg se esfuerza en aglutinar todas las vertientes que hemos visto de Ojo de Halcón en apenas seis números con un resultado que, si bien no es notable, desde luego es entretenido, con un ritmo que no decae en ningún momento, provocando que la serie se lea del tirón. Sus guiones tienen bastante chispa y los momentos compartidos por Clint con su novia (la Enfermera de Noche) son muy buenos. Por desgracia su paso por esta cabecera supone también una ruptura con el desarrollo que habían hecho los anteriores autores con Ojo de Halcón, y el final propone un cambio de rumbo para el personaje que dudo mucho que vaya a ser tenido en cuenta. Sobre todo si consideramos que en algún momento se estrenará la mencionada serie de Disney +

Ahora bien, lo que si es para flipar es el dibujo de Otto Schmidt (no confundir con el genio ruso XD). El artista, al que hasta ahora le habíamos visto en cabeceras de DC como Green Arrow (le molan los arqueros jejeje) es una auténtica bestia parda. Uno de esos dibujantes que parece que usan un lápiz mágico cuyas viñetas cobran vida traspasando el papel por la increíble fuerza y dinamismo que les otorga. Sin descuidar en ningún momento otras facetas, como son la narrativa o la caracterización de personajes, sin duda es lo mejor de Ojo de Halcón: Caída Libre y prácticamente justifica la compra de este ejemplar.

Lo dicho, recomendable para muy fans del personaje y para aquellos que busquen disfrutar de una escena de acción sin pretensiones.