Sin lugar a dudas, es de agradecer que una editorial tan conservadora para otros menesteres, como es ECC, se lance con productos como Odio este sitio, de Kyle Starks y Artyom Topilin.
Odio este sitio proviene de Skybound, el sello editorial de Image Comics capitaneado por Robert Kirkman, pero es una de esas series donde el creador de The Walking Dead no tiene la más mínima implicación. Esto nos deja que Odio este sitio no cuenta con ningún personaje o franquicia estrella que la avale ni tampoco nada parecido a un padrino. De acuerdo que otros títulos de Skybound como Murder Falcon, Stillwater o Redneck están en la misma situación, pero ellos tienen a Daniel Warren Johnson, Chip Zdarsky o Donny Cates como reclamo.
Lo más parecido a un gancho comercial en Odio este sitio viene de la mano de Kyle Starks, pero aunque en USA ya sea un nombre que ha ganado un cierto peso en la crítica gracias a las nominaciones a los premios Eisner de Rock Candy Mountain, Sexcastle o la propia Odio este sitio este mismo año, no es que su nombre sea especialmente conocido. En España su anterior obra en llegarnos, Assassin Nation, pasó sin demasiada pena ni gloria y aún no podemos saber qué recepción ha tenido la magnífica Los seis ayudantes de Trigger Keaton, que ha salido este mismo mes.
Os juro que mi intención es reivindicar Odio este sitio, pero me vais a permitir que siga poniéndome agorero un poco más porque si el nombre de Kyle Starks es un pobre incentivo para hacerse con este cómic, mucho más lo es el de Artyom Topilin, cuya primera obra larga es esta misma.
¿Y por qué entonces deberíamos leer Odio este sitio? Pues básicamente porque tiene ovnis, fantasmas, monstruos, mafiosos, survivalistas y hasta alguna que otra vaca. Odio este sitio es un batiburrillo de terror, acción, humor y thriller divertidísimo que se lee sin pestañear, te deja con ganas de más y en solo otro tomo se ventilará la historia completa. Todo empieza cuando Gabby recibe la noticia de la herencia de una granja. Llegarán con la idea de llevarla durante un año para después poder venderla y empezar una nueva vida ante el inminente apocalipsis que vaticina su esposa Trudy (cosas de survivalistas yankis). Pero al llegar la noche y convertirse el rancho en un festival de fantasmas y monstruos, la cosa se irá complicando y, para terminar de rematar, un despiadado criminal ronda la zona tras la pista del botín del golpe a un furgón blindado.
Gabby y Trudy serán el centro de un gran reparto que crece y decrece con facilidad, tal como sucedía también en Assassin Nation y comparte también con esta ese ritmo sin espacio para pausas, donde la habilidad de los autores consigue construir y congraciarnos con los personajes por el camino sin necesidad de parar por ello a trama.
Es difícil clasificar Odio este sitio, ya que, en un vistazo general, podría decirse que está planteado como una historia de terror con sus pinceladas de slasher y gore, pero nunca parece tomarse del todo en serio a sí misma. No obstante, tampoco estamos ante una comedia loquísima, que busque la carcajada y el gag, sino que se trata de un humor más sutil e integrado en la historia, que además tiene su dosis de misterio y hasta de noir con la subtrama del robo.
Y para dibujar una historia así de inclasificable, era preciso un dibujante igual de inclasificable. Definir el estilo de Artyom Topilin es bastante complicado. El propio dibujante admite influencias de Guy Davis o James Harren, pero también de los clásicos de la EC o incluso Junji Ito. Con eso ya os podéis hacer una idea de su estilo suelto, abigarrado y de aspecto expresionista y si no aquí tenéis su Instagram, pero en un ámbito más atmosférico y narrativo, también reconoce haberse inspirado en la trilogía de Evil Dead de Sam Raimi, el cine giallo o el videojuego Alan Wake.
Aunque tenga méritos de sobra para ello, dudo mucho que Odio este sitio lo reviente en ventas, pero tiene todos los mimbres para ser uno de esos tebeos de culto que un puñado de lectores seguirán recordando con cariño dentro de 10, 20 o 30 años. Además, yo en vuestro lugar, por si acaso, no perdería de vista a Kyle Starks y Artyom Topilin en el futuro.