Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Novedades Fulgencio Pimentel marzo 2022

A continuación os facilitamos la nota de prensa relativa a las novedades de Fulgencio Pimentel para marzo de 2022.

fulgencio

¿Sabían que hay una relación directa entre el estrés laboral y la pérdida de memoria? El exceso de trabajo no solo nos arrebata el tiempo, sino también los recuerdos cuando nos estresamos de forma crónica o muy continuada. La fatiga afecta al hipocampo, una región cerebral clave a la hora de memorizar, y sufre especialmente con el modo multitarea. Al tener tan dividida nuestra atención, no llegamos a almacenar bien la información, lo que nos traerá problemas a la hora de recuperarla. Si a esto sumamos las pocas y malas horas de sueño, el resultado es del todo amnésico, ya que es cuando dormimos cuando se consolidan los recuerdos. Si esto no ocurre, interrumpimos el paso de los datos a la memoria a largo plazo. Al “no me da la vida” urge añadir el “no estoy fabricando recuerdos”, corazones.

¿Qué se recuerda cuando uno permanece 8, 9, 10, 11 o 12 horas delante de la pantalla del ordenador? Esta pregunta nos la hicimos especialmente durante el confinamiento, cuando ni siquiera el aire de la calle podía aliviar nuestros días, convertidos por entero en jornadas.

Hoy ya poca gente quiere acordarse de esos tiempos oscuros. Lo entendemos, corazones. Ante la poca memoria de la que disponemos, es preferible inclinarse por los momentos dichosos. Pero, ah, si está todavía en nuestra mano, procuremos no olvidar a quien hacía ese trance más liviano. Nosotros tenemos la suerte de publicar a dos de ellos: Simon Hanselmann y Alex Graham. Ambos nos hicieron gozar durante esos meses fatales gracias a sus webcómics en Instagram: Zona crítica y Dog Biscuits (Puchi Award 2021), respectivamente. Ya casi que podemos decir que están aquí (en papel, en sus librerías) después de mucho, mucho trabajo.

Y para hacer honor a todo esto que les hemos contado, sacamos otro cómic: El silbido al correr del aire, de Louka Butzbach. Una fábula anarquista y también una historia de amor sobre horticultura, ocio y revolución. Una alegoría de la actualidad política en forma de cuento enhebrada con un trazo estilizado y naif que puede recordar a los dibujos de Cocteau y Saint-Exupéry con reminiscencias del caricaturismo del XIX y el manga romakome. Una de las principales cuestiones que precisamente plantea es «¿trabajar es saludable?».

A hacer mindfulness, corazones. Y a comprarnos libros para que podamos seguir trabajando.

zona critica

Zona crítica
Simon Hanselmann

14/3/2022
Trad. de Alberto Gª Marcos y César Sánchez

Cartoné. 19 x 24 cm.
296 págs. Color.
978-84-17617-71-4
27,95 €

 

Marzo de 2020. La humanidad sufre los primeros efectos devastadores de una pandemia y Simon Hanselmann comienza a publicar en Instagram Zona crítica, el mayor webcómic de la historia y también, inesperadamente, una de las mejores novelas gráficas de los últimos años. Tras el éxito mundial de El mal camino, cientos de miles de seguidores confinados siguieron en tiempo real la creación del cómic de la Covid-19 por excelencia, cuya magnitud crecía en consonancia con la tragedia.

Megg, Mogg, Búho, Werewolf Jones y el resto de la pandilla tratan de sobrevivir a la pandemia sanitaria, política y social que les arrolla. La deformada cultura de la cancelación alcanza a los nada honorables personajes de Simon Hanselmann, quien recurre a la actualidad que nos arrojó el 2020, y que sigue vigente a día de hoy, para construir la entrega de Megg & Mogg más salvaje, frenética y narrativamente poderosa hasta la fecha.

Megg se refugia en el Animal Crossing las primeras semanas de confinamiento al tiempo que su relación con Mogg, sumido en la paranoia y en el consumo excesivo de informativos, se resquebraja cada vez más. Ni tan siquiera el sensato Búho es capaz de hacerse cargo de la situación: Werewolf Jones ha montado un servicio en streaming de porno y explota a sus propios hijos en negocios cada vez más cuestionables. Netflix capta la potencial viralidad de lo que ocurre en esa casa, en la que, por méritos propios, Diesel, Jaxon, Mike, Moco, Ian y Drácula Júnior dejan definitivamente atrás la categoría de “personajes secundarios”. Es esta la novela gráfica más coral de Simon Hanselmann: con giros narrativos excelsos y un desarrollo asombroso de los personajes, el dibujante continúa sacando brillantes carcajadas como el mejor equilibrista de un escenario social convulso.

El escapismo digital, la batalla cultural entre boomers, millennials y zetas, la violencia policial, el Black Lives Matter, los debates sobre género y sexualidad, las teorías de la conspiración, las fake news, los reality shows, RuPaul, Tik Tok, Only Fans o el Me Too desfilan ante exhumoristas y tuiteros, exfans de Harry Potter, trans de la vieja guardia y bailarines de twerking infantil dibujados por el mejor cronista para un año a la vez infame y, por momentos, hilarante e inconcebible.

Publicamos, por fin, la versión extendida de Zona crítica, con una gran cantidad de páginas agregadas y escenas eliminadas del webcomic, así como un glosario y un extenso “comentario del director” del propio Hanselmann.


Simon Hanselmann (1981) es oriundo de Tasmania pero reside con su familia en Los Ángeles. Su serie Megg, Mogg & Owl, best seller del New York Times, ha sido traducida a trece idiomas, nominada a múltiples premios Ignatz y Eisner, y ganó el premio a la Mejor Serie en el Festival Internacional de Cómics de Angulema en 2018.

dog biscuits

Dog Biscuits (Galletitas perrunas)
Alex Graham
Puchi Award 2021. En coedición con La Casa Encendida

21/3/2022
Trad. de Joana Carro y César Sánchez

Rústica. 17 x 24 cm.
400 págs. B/N
978-84-17617-89-9
28 €

 

En su quinta edición, de entre los 1.100 proyectos recibidos en convocatoria abierta, un jurado compuesto por el poeta Ezequiel Zaidenwerg, la escritora Ana Llurba y los editores Carlos Copertone (Caniche Editorial) y César Sánchez (Fulgencio Pimentel) decidió premiar la obra Dog Biscuits de Alex Graham.

Es julio de 2020 en Seattle. Gussy lucha por mantener a flote su boutique de galletas para perros mientras una pandemia hace estragos. La soledad del cierre y el distanciamiento social llevan a su empleada Rosie a traicionar sus principios. Hissy, el compañero de piso de Rosie, se encuentra en una encrucijada personal. Surge un triángulo amoroso mientras se encuentran enredados en una red de brutalidad policial, protestas, drogas, aplicaciones de citas y caos covid. En el transcurso de unos pocos días, esta es la instantánea de una humanidad —bueno, de unos animales— en crisis.

Creado durante la pandemia como cómic online, Dog Biscuits es un reflejo de la angustia existencial que ha atenazado al mundo durante meses. Alex Graham no descuida algunos de los asuntos sociales más candentes durante este periodo, pero pone el énfasis en lo verdaderamente importante: ¿cómo nos ha afectado esta catástrofe a nivel personal, emocional y existencial? ¿Aumentará la precariedad laboral? ¿Qué importancia mantienen las causas sociales, como el feminismo o el antirracismo, ante una catástrofe de dimensiones épicas? ¿Es posible manifestar nuestros sentimientos más profundos bajo estas nuevas condiciones de vida? ¿Pueden seguir siendo para algunos las drogas y el sexo una vía de escape de la realidad y la responsabilidad? ¿Es buen momento para tomar decisiones importantes o deberíamos dejarlo todo para más tarde? ¿Qué podemos esperar del futuro? ¿Sigue siendo el amor la respuesta última a todas las preguntas?

Puede que Alex Graham no consiga responder a las preguntas, pero se ha tomado el trabajo de hacerlas y de plasmarlas con realismo y combinando el humor y el drama cuando ha sido necesario. Dog Biscuits será recordado como una de las pocas obras relevantes realizadas durante la pandemia. Y sobre la pandemia.


Alex Graham (1987) es una pintora y dibujante de Denver, Colorado, que actualmente reside en Seattle. Autodidacta y forjada en la edición, la fuerza de su trabajo reside precisamente en su calidad de inmediato y desnudo, directo y apenas elaborado en lo gráfico pero intensamente verosímil en lo argumental, gracias a unas situaciones cotidianas perfectamente reconocibles por cualquier lector.

el silbido

El silbido al correr del aire
Louka Butzbach

21/3/2022
Trad. de Joana Carro y César Sánchez

Cartoné. 20,6 x 29 cm.
56 págs. Color.
978-84-17617-88-2
16,85 €

 

El silbido al correr del aire es, en primer lugar, una fábula que oscila entre lo ácido y lo amable. Y en segundo lugar, si atendemos a su argumento, puede también ser una alegoría del difícil momento que atravesamos: una enorme y ruidosa patata amenaza con aplastar una pequeña población francesa. Así es como Louka Butzbach reimagina la historia fundacional de su población de origen, Fontenay-sous-Bois, a la afueras de París.

Como en toda buena fábula, sus personajes padecerán momentos de debilidad y caerán en comportamientos reprobables, si bien todo conduce a un final relativamente optimista y ¿combativo? Si el tema de la «amenaza capaz de destruir nuestra forma de vida» ya es relevante en los tiempos que corren, no lo es menos su crítica del sistema capitalista: una de las principales cuestiones que se plantean de forma explícita en el libro es: «¿trabajar es saludable?».

El silbido al correr del aire es el primer cómic largo de Butzbach, y en el despliega un dibujo entre lo naíf y lo romántico, entre el manga y los cómics centroeuropeos de la primera mitad del siglo xx, y con una marcada influencia de El principito de Saint-Exupéry.


Louka Butzbach (1982) es un artista francés, originario de Fontenay-sous-Bois. Tras finalizar sus estudios en la Escuela de Artes de Estrasburgo, se trasladó a Marsella, en donde compagina la creación de historias con trabajos de ilustración para distintos medios y marcas a nivel global. Es una de las figuras más interesantes de la escena gráfica underground actual europea, en donde lleva editando sus historias en formato fanzine por más de una década. En 2018, editó su primera novela gráfica larga, El silbido al correr del aire, con el sello londinense Breakdown Press, publicada ahora en español por Fulgencio Pimentel.