Es la hora de las tortas!!!

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Nova vol. 6: Consumirse

Nova es uno de esos personajes segundones que, de una u otra forma siempre he estado siguiendo. Lo conocí en el verano de 1991, recién acabada la Selectividad, cuando se llamaba Kid Nova y era miembro de los New Warriors, aquella divertidísima serie de héroes adolescentes a cargo de Fabian Nicieza y Mark Bagley. Una vez finalizada, le tuve un poco perdida la pista, hasta la aparición de la serie clásica en Biblioteca Marvel (recientemente actualizada al lujoso tomo de la línea Marvel Limited Edition), y tocó fondo cuando se convirtió en parte de un reality superheroico (Nuevos Guerreros: Todo Por La Audiencia, con dibujos del hoy idolatrado Skottie Young) que acabó provocando la Civil War. Y más o menos por esa época, empezó el momento de gloria de Richard Rider.

A principios de 2006 apareció Aniquilación, un evento que hizo mirar de nuevo al personaje. Aunque guardara más que evidentes similitudes con el Green Lantern Kyle Rayner, la nueva serie de Nova, con guiones de la pareja Dan Abnett/Andy Lanning fue el punto de partida de una nueva era dorada para la Marvel cósmica, que duraría cinco años, teniendo una serie hermana como Guardianes de la Galaxia, convertida en exitosa película cuya segunda parte se vislumbra ya en el horizonte. La pareja DnA se despediría del personaje con El Imperativo Thanos, donde veríamos la (hasta ahora) última historia de Rider.

Meses después, sale al mercado una nueva serie de Nova, el volumen 5 americano. Y aunque inicialmente pensáramos en las puertas giratorias del más allá del Universo Marvel, el nuevo portador del casco sería Sam Alexander, un personaje de nueva creación. Durante 31 números, guionizados por Jeph Loeb (creador del personaje en honor a su difunto hijo Sam), Zeb Wells y Gerry Duggan, el nuevo Nova nos devuelve al espíritu original del personaje, el del héroe adolescente. Y llegaron las Secret Wars y, como en casi todas las de la editorial, la serie cerró y un nuevo número uno vio la luz.

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¡Un nuevo comienzo! El padre de Sam Alexander, largo tiempo desaparecido, por fin ha regresado y ahora ambos van a hacer de la aventura cósmica el gran negocio familiar. La Vía Láctea nunca volverá a ser la misma.

Nuevo volumen, nuevos autores, mismas tramas. Dejamos a Sam al final de Regreso A Casa, el tomo anterior, con su familia recién reunida, después de haber encontrado a su padre perdido en el espacio. Ahí se podría haber cerrado la colección perfectamente, con todas las tramas concluídas, pero, como se suele decir, the show must go on, y la historia del padre de Sam recibe un giro argumental (original e inesperado para unos, retorcido para otros) para mantenerla activa. Y aún pudiendo disfrutar de escenas de colaboración superheroica entre padre e hijo, no todo lo que dábamos por sentado es cierto.

Tenemos también un momento team-up entre los tres peques de la editorial (el Nova Sam, la Ms. Marvel Kamala y el Spider-Man Miles). Nada que no hayamos visto ya en las otras dos series o incluso en Vengadores. Y aunque es innegable que la química entre los tres funciona a la perfección, su inclusión en la alineación de los Héroes más Poderosos me resulta absolutamente fallida, me chirría por todas partes. Quizás por este motivo les hayan sacado del grupo y preparado una colección para ellos sin mayores, Los Campeones, cuyo primer número acaba de ver la luz, a cargo de Mark Waid y Humberto Ramos. Si esta serie está más cerca de la añorada Young Justice de DC de hace un par de décadas o de la más reciente Vengadores, aún está por ver.

Si hubiera que hacerle alguna crítica a este tomo, podríamos decir que el tema del adolescente que está mordiendo más de lo que puede abarcar, aún plenamente justificado en esta serie viendo la vida que lleva Sam, es un tema que se está tratando desde hace más de dos años en la serie de Ms. Marvel, que ya es un argumento exitosamente desarrollado muy recientemente. No estoy diciendo que sea una copia, que no lo es, sólo que suena a algo conocido. Aún así, el enfoque de Nova tiene un hecho que la diferencia. Mientras Kamala oculta su identidad secreta a su familia, confiando en sus amigos más cercanos, el alter ego de Sam es conocido para sus padres, teniendo que buscar excusas para ausentarse con sus amigos, centrándose más en la familia como refugio que en la búsqueda de una individualidad propia que podríamos identificar en Ms. Marvel.

Los autores

Aunque la historia sigue prácticamente en el mismo punto que la dejamos, sí que hay un cambio importante del volumen anterior de la serie a éste, y es precisamente el equipo creativo. Despedimos a Gerry Duggan y a David Baldeón, que tan buen trabajo hicieron en los números previos, para dar la bienvenida a Sean Ryan al guión y Cory Smith al dibujo, ilustres desconocidos ambos. Pero hay que reconocerles el esfuerzo continuista. Si lees el nuevo tomo sin compararlo con el anterior podrías pensar que nada ha cambiado, aunque leídos seguidos te das cuenta de que el dibujo de Baldeón es más detallado que el de Smith, al que aún se le nota la inexperiencia. Y el guión de Ryan mantiene el espíritu del de Duggan, aunque le falte un puntillo de punch que el autor de Masacre sí que tiene.

Ryan comenzó su carrera en el mundo del cómic en 2004 como editor en Marvel, dentro de la franquicia mutante. Como guionista, sus primeros trabajos llegaron en 2010 y 2011, con los 80-Page Giant de Batman y Superman. Antes de Nova, la única serie en la que había podido desarrollar un trabajo a largo plazo fue en la muy divertida Nuevo Escuadrón Suicida.

Al dibujo tenemos al neoyorquino Cory Smith, que empezó su carrera profesional en 2012, en la serie Broken Pieces de Aspen Comics. Desde entonces, se le ha visto en el Magnus Robot Fighter de Dynamite y en varias series de las Tortugas Ninja de IDW.

En resumen…

De la tripleta de héroes juveniles de Marvel, quizás esta serie sea el patito feo. Y no porque no sea disfrutable, que lo es, sino porque las otras dos tienen un nivel espectacular, siendo de lo mejor que edita Marvel hoy en día, y Nova sólo es una serie de la zona media-alta.

Por otro lado, aunque sea un nuevo número uno americano, al continuar las tramas de los cinco tomos anteriores, puede dejar un tanto descolocado a un nuevo lector que se acerque a esta serie. En este aspecto, hay que aplaudir a Panini el haber numerado este tomo con un 6, cambiando el diseño del lomo para marcar que estamos ante una nueva etapa. Aún así, la salida de este sexto tomo es un buen momento para recomendar a todo el que disfrute con las series de héroes juveniles que le eche un ojo a los tomos anteriores de la serie.