Con la publicación de “Don’t spit in the wind” (o “No escupas al viento”) por parte de Diábolo llega a España un nuevo jugador al mercado editorial. Estoy hablando de Mad Cave Studios, editorial formada en 2014 por Mark London y que en sus casi diez años de vida editorial ha publicado un buen número de obras. Cabe destacar que se trata de otras editoriales que abandonaron la distribución de Diamond en beneficio de Simon & Schuster, con quien colaboran desde hace un lustro.
¡Mierda!
Eso, ahora mismo, no desentona con el resto, no.
Aquí todo es mierda: mi curro es una mierda, el planeta es una mierda, la vida en general es una mierda.
Me llamo Travis, soy basurero cualificado, y esta es mi historia…
De esta manera tan contundente comienza “No escupas al viento”, la miniserie de cuatro números que nos ofrece Diábolo en un tomo en tapa dura. Una historia sencilla, directa, divertida y cargada de mala leche y humor negro.
La premisa es brillante en su simplicidad y eficacia: el planeta Tierra se ha ido al carajo por culpa de nuestra incapacidad para respetar el medio ambiente. La superficie está plagada de basura y lo que resta de la humanidad habita en una estación orbital. Lejos de pretender ser un tebeo con cierto poso social ecológico (que lo es), su creador, Stefano Cardoselli, nos regala una historia de ciencia ficción que se lee en un suspiro dejando un más que evidente regusto a publicaciones propias del mercado europeo del tipo de relatos cortos que se publicaban en las revistas “2000 AD”, “Metal Hurlant” o, por qué no, las españolas “El Víbora« y «Cimoc”.
Cada página de “No escupas al viento” rezuma underground e inconformismo. El ritmo de lectura es endiablado, limitando el número de diálogos a cuando realmente es necesario decir algo. El resto del tiempo el portentoso dibujo de la miniserie nos azotará en la cara con la mano abierta. Casi podríamos decir que estamos ante una canción de los Sex Pistols que ha traducido su letra al lenguaje de la narrativa gráfica en viñetas.
Y menuda narrativa, con un trazo y estilo que con influencias que van desde Moebius hasta Geoff Darrow o Steve Skroce. Cada viñeta de “No escupas al viento” es una verdadera maravilla. El acabado es intencionalmente recargado, sucio, llegando a agobiar en algunos momentos. Esta búsqueda de incomodar visualmente al lector va completamente en consonancia con el tono de una obra que grita a los cuatro vientos: “Si jodes al planeta, el planeta te joderá a ti”.
También me parecen destacables los diseños de personajes, tecnología, y los vehículos muy imaginativos y exagerados. El apartado gráfico queda perfectamente rematado con la vivaz paleta de colores aplicada por Dan Lee, que consigue un efectista contraste con el tono de la historia en algunos de los pasajes más violentos, con un resultado que me ha recordado poderosamente a la saga fílmica de “Mad Max”. Es decir, violencia extrema bajo el sol.
Debo reconocer que no conocía de nada a Stefano Cardoselli, pues “No escupas al viento” es también la primera obra de su autoría que ve la luz por estos lares. Cardoselli ha desarrollado el grueso de su carrera en editoriales independientes como Americanime Productions, Second Sight Publishing, Scout Comics o Markosia Enterprises. Viendo como se las gasta, espero que las ventas acompañen y Diábolo, o quien sea, se anime a recuperar más trabajos del autor.
Quizás podría decirse que el desenlace resulta algo precipitado, pero de lo que no queda duda es que su contundencia supone un buen cierre para la historia de estos basureros cuyo cometido de hacer habitable la Tierra es poco menos que imposible.
Muy recomendable, echadle un ojo.