Acaba la serie más divertida de Valiant. Bueno, acaba pero nos va a dejar poco tiempo para lamentarnos, puesto que este mes Medusa saca a la venta la miniserie protagonizada por nuestro ninja favorito, Rapture, y su nueva serie, ahora, con la K separada para que no haya confusiones, Ninja-K. Pero no nos adelantemos. Hoy comento el último tomo de este volumen, el sexto, titulado Las siete espadas del Maestro Darque. Este tomo es algo más extenso de lo habitual, conteniendo los seis últimos números de la serie, y en él vamos a ver el desenlace de toda la historia que Matt Kindt nos ha estado contando en los anteriores 21 números. Vamos a tener a las Siete Sombras, vamos a tener a Roku, vamos a ver a Neville Alcott, al Maestro Darque, al Monje Incorrupto… Todo llega a su fin y cobra sentido.
En este tomo vamos a ver un preludio al último arco argumental, un arco final de cuatro números, y una especie de bonus track con un número epílogo que sirve de colofón y anticipo a la miniserie Rapture que protagonizan fundamentalmente Ninjak y Shadowman. En estos últimos números, básicamente vamos a ver cómo Roku intentará reunir a las Siete Sombras (incluida esa misteriosa séptima que si hemos hecho bien los cálculos, faltaba por desvelar) para hacer frente a la amenaza creciente que supone la vuelta del Maestro Darque. En el último número vemos a Ninjak enfrentandose a una nueva misión en la que tendrá que capturar a un peligroso científico que está llevando a cabo una investigación genética capaz de crear guerreros mortíferos.
En Las siete espadas del Maestro Darque sale a luz algo que tampoco era ningún secreto. Y es que el último número es el único de toda la serie que no ha escrito Matt Kindt, y lo sustituye Kevin Maurer (Punisher). Y se nota. Maurer no es mal guionista y menos para esta historia en la que hay un importante componente militar. Recordemos que Maurer es un periodista que ha pasado gran parte de su carrera como corresponsal de guerra cubriendo durante diez años misiones del ejército americano, incluida la invasión de Irak. De hecho, es el autor de numerosos best-sellers. Pero con todo ese historial… sigue sin ser Matt Kindt. Y es que Kindt ha hecho una serie redonda. Nos ha estado presentando a un personaje que no es nuevo, ha estado creando toda la mitología en torno a él, ha creado a esas Siete Sombras y las ha estado dejando en un segundo plano cuando tocaba, para ahora dar el golpe de gracia en este último tomo. Hemos hablado largo y tendido sobre lo variada que ha sido esta serie. También hemos dicho lo divertida y entretenida que ha sido. Pues todo eso llega a su grand finale con un arco absolutamente magnético. Giros de guión, sorpresas, peleas espectaculares, interesantes recursos narrativos… No se me ocurre un mejor final para una serie que, al que escribe, le ha hecho pasar unos ratos de lectura fabulosos.
Pero si algo ha hecho bien Kindt es crear esa serie de arcos argumentales en cuatro números en los que no cabe lugar a la divagación. Este último arco podría haberse alargado un poco más sin que la historia se resintiese demasiado. De hecho, incluso casi diría que el enfrentamiento final es algo precipitado y te deja con ganas de un poco más de acción. Pero Kindt se mantiene fiel a su estilo y nos da unos arcos muy contenidos en los que cada número es directo y trepidante.
El dibujo de estos últimos tomos es coral, algo de lo que he hablado a veces como algo que no me gusta demasiado. Sin embargo, a pesar de que en estos últimos números tenemos el dibujo de Stephen Segovia, Cafu y Marc Laming, el aspecto es muy compacto y no hay bruscos cambios de estilo. El primer número, el prólogo al arco principal de Las siete espadas del Maestro Darque ya es todo un espectáculo. Dibujado como número mudo por Cafu, es todo un catálogo de cómo narrar una secuencia de acción, o mejor dicho, muchas secuencias de acción. Un número trepidante que te deja deseando seguir.
Otro de los aciertos de este arco principal, son las portadas de los números 23-26, de Ryan Bodenheim, con un claro homenaje a esos carteles míticos de Drew Struzan en los que se incluyen varias escenas del contenido del cómic. También me ha gustado mucho un recurso en cierto momento, en el que Ninjak entra en una especie de trance mágico donde recuerda todo su pasado. Esto está narrado en forma de tiras cómicas con un estilo absolutamente diferente, a cargo de Ryan Lee.
En definitiva, Ninjak 6: Las siete espadas del Maestro Darque.
Un genial colofón para una de las series más divertidas que he leído en los últimos años. Acción, cambios de estilos, y lo más importante, un ritmo que no ha decaido en ninguno de los 27 números que Medusa nos ha traído en estos seis tomos. En este último tomo vamos a ver mucha acción, vamos a profundizar en la psique de un personaje que no es tan opaco y superficial como aparenta. A pesar de ser el típico mercenario sin escrúpulos, Kindt nos ha contado su dura infancia con unos padres ausentes, la pérdida del amor de su vida, y mentora… Y aquí todo llega a un bonito colofón en el que nunca se pierde el protagonismo de la acción. La continuación la vamos a leer en grapa, con guiones de Christos Gage. Cuando escribo estas líneas, aún no he leído esos nuevos números, pero muy alto va a tener el listón Gage para que nos olvidemos de Kindt. De momento en EE.UU. llevan editados 9 números, ojalá tengamos Ninjak para rato…
Lo mejor: Poder empezarla otra vez desde el principio y disfrutarla entera una vez más. Las portadas de Bodenheim.
Lo peor: Que Kindt ya no esté más al frente de la serie aunque… bueno, nos queda Rapture.
Para los que habéis disfrutado la serie hasta aquí. Para ver adónde han llevado todos los números anteriores. Para completar una de las mejores (si no la mejor) series de Valiant.