Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Ninjak 2: La Guerra de las Sombras

Ninjak 2: La Guerra de las Sombras
Guion
Matt Kindt.
Dibujo
Raúl Allen, Juan José RyP, Stephen Segovia, Clay Mann.
Color
Ulises Arreola.
Formato
Rústica, 144, págs, Color.
Precio
13,95€.
Editorial
Medusa Cómics. 2017
Edición original
Ninjak 6-9 (Valiant Comics)

¿Sabes esos videojuegos en los que algunos invertíamos muchas horas de nuestra infancia en los salones recreativos y en los que tenías que ir luchando contra esbirros para luego llegar al jefe de final de fase? Oye, no os quejéis, no estoy haciendo referencia al juego tirar el disco a la boca de la rana o las chapas, tampoco estoy tan anticuado… Bueno, pues con La Guerra de las Sombras, Matt Kindt se ha marcado un arco argumental de la serie de Ninjak que perfectamente podría haber salido de uno de esos juegos. Una colección de enfrentamientos de villanos que supondrán un peligro para Ninjak y que tendrá que superar si quiere conseguir su objetivo. Si encima metemos un condicionante para no poder matarlos que parece sacado de una película de la Cannon, uno puede pensar: «Vaya, menuda castaña que se ha leído este. Debe ser una serie super desfasada». Pues todo lo contrario, a pesar de algunas pegas que ahora iré desglosando, me lo he pasado bomba con este tomo. Entretenimiento puro.
La guerra de las sombras
Dejamos el primer tomo de la serie con Ninjak atrapando al jefe del grupo criminal El Armamento y haciendo que su alter ego Henry Collins se hiciera cargo de ella. Para ello, tuvo que enfrentarse a la temible Roku. Ahora se propone seguir destruyendo la organización desde dentro, y ello le supondrá tener que enfrentarse a las Siete Sombras, unos peligrosos asesinos con habilidades mejoradas. Pero antes de comenzar su misión recibe la noticia por parte del M.I.6 de que uno de los miembros de las Siete Sombras está conectado a una potente arma nuclear que se activará en caso de su muerte. A pesar de que recibe la orden de abortar la misión, Ninjak no está dispuesto a echarse ahora atrás, cuando está tan cerca de conseguir su objetivo.

El guión corre a cargo de Matt Kindt (Éter, Divinity). Como decía al principio, la estructura que ha elegido para la historia es la de ir enfrentando en cada número a uno de los miembros de las Siete Sombras, pero lo hace de una manera peculiar. Va mezclando los enfrentamientos con flashbacks del pasado, de manera que vamos a ir conociendo un poco más el trasfondo personal de Colin King y su familia, así como su relación con Neville Alcott. Cada número supone un enfrentamiento con un personaje totalmente desconocido, con la sorpresa por no saber qué tipo de poderes va a presentar y casi estar conociendo sus habilidades a la vez que Ninjak, pero para evitar caer en la monotonía, en algún que otro número cambia el esquema y nos plantea un flashback del propio enemigo, saltándose por completo el enfrentamiento. Esto puede hacer pensar a alguno que desaprovecha o infrautiliza a los personajes, pero a mí me ha parecido un giro que evita que la serie se convierta en historias hechas con un esquema fijo, en la que lo único que cambie sea el villano de turno. Precisamente el hecho de que se incluyan estos pequeños giros y de que vamos a ir conociendo las habilidades del nuevo enemigo a la vez que el personaje le dan un toque de suficiente variedad para poder disfrutarla como lo que es, una serie de acción y peleas.

La guerra de las sombras
El dibujo sí presenta para mi gusto un pequeño problema y es que cada número está dibujado por un dibujante diferente. El primero corre a cargo de Raúl Allen (Bloodshot Reborn), el segundo de Juan José RyP (Lobezno, Bribones), el tercero de Stephen Segovia (Lois y Clark, La Cacería de los Titanes) y el último de Clay Mann, que había sido el dibujante principal en los primeros cinco números. Solo Segovia tiene un estilo más similar al de Mann. Allen tiene un estilo más similar a David Aja. Su número, además, cuenta con un color que recuerda por momentos a la serie de Ojo de Halcón en cuanto a planificación de página o estilo. Me gusta especialmente la evolución que ha tenido RyP. Ha mantenido esas viñetas sobrecargadas con multitud de personajes y poco espacio libre, pero ha suavizado mucho sus rostros y en ese aspecto es un dibujo más limpio. Probablemente su número sea el que más he disfrutado a nivel gráfico. En cuanto a Segovia y Mann hacen un dibujo más similar, que te ayuda a mantenerte en el tono de la serie y sobre todo de lo que ya llevábamos visto.

Es cierto que tratándose de una serie en la que cada número es un enfrentamiento con un villano al estilo Kingsman, se presta a esa variedad estilística, pero si algo me gusta de Valiant es su uniformidad más o menos estable en cuanto a equipos creativos, y espero que el cambio de dibujante no se convierta en un hábito en esta serie. El color de Ulises Arreola sí se mantiene en todo el arco argumental, lo cual sí facilita que a pesar de que el dibujante cambie, mantenga esa uniformidad cromática que ayuda a nuestro cerebro a no desconectar.

La guerra de las sombras
En definitiva, Ninjak: La Guerra de las Sombras.

Se pueden decir muchas cosas sobre esta serie. Se la puede acusar de falta de originalidad, de números hechos como si fuera un videojuego o una película de los 80, de equipos que saltan en cada número, de unos flashbacks que pueden marear o romper momentos de acción, de elipsis que te dejan sin ver una pelea… Lo que queráis. Pero qué puñetera diversión supone su lectura. Si no vas buscando una serie que te despeje otra ecuación de la enorme trama que supone todo el Universo Valiant, y vayas buscando una serie que te retrotraiga a esos números de La Patrulla-X en los que disfrutabas de enfrentamientos entre personajes con poderes que no conocías o esos capítulos de Caballeros del Zodíaco en que ibas saltando de un enemigo a otro, vas a disfrutar mucho esta serie. Tiene suficiente mezcla de espionaje y acción como para que sea una de las series que más estoy disfrutando de Valiant y, sinceramente, esos defectos me traen sin cuidado, porque sé lo que estoy leyendo y me divierte mucho.

Lo mejor: La acción. Juan José RyP. Esos villanos imposibles. Lo divertida que es.

Lo peor: Los cambios de dibujante.

Para los que buscan un cómic de acción sin pretensiones. Para los que disfrutaban del paso de un enemigo a otro en Caballeros del Zodíaco. Para admiradores de Juan José RyP.