Para muchos las Tortugas Ninja (Teenage Mutant Ninja Turtles) no son realmente las Tortugas Ninja. Son solo la idea de las mismas, el producto que tras muchas idas y venidas ha quedado en la mente del gran público pero que en realidad bien poco (o casi nada) tienen en común con los personajes originales.

En un primer momento estos cuatro hermanos vivían aventuras en blanco y negro, algo muy adecuado para el mundo sombrío en el que habitaban, con claras referencias a la etapa de los ya lejanos años ochenta de Daredevil y sus enfrentamientos con el La Mano, un clan ninja a temer, algo que se perdió en gran medida en la serie de dibujos que triunfó a nivel mundial haciendo de ellas personajes mucho más cándidos y (un poco) bobalicones.

La versión fílmica intentó ser algo más fiel a la esencia de la creación de Peter Laird y Kevin Eastman, tomándose también bastante licencias y estando en parte a la sombra de aquellos dibujos que tanto bien y mal hicieron a la vez. Sea de la forma que fuera lo que no se puede negar es que todo ello hizo que se volvieran inolvidables y divertidas, sumado a una exitosa línea de muñecos en los que no había nada imposible, provocó que se formara una auténtica locura en torno a las Tortugas Ninja que realmente nunca ha dejado de existir (en mayor o menos medida).

Las Tortugas Ninja de verdad, las del principio.

Llega así a las pantallas la segunda entrega del reboot cinematográfico, lo hace con el nombre de Ninja Turtles: Fuera de las sombras, un guión que firman de nuevo Josh Appelbaum y André Nemec, con Dave Green como director de la cinta para intentar repetir el éxito que tuvo la anterior entrega.

Se ha logrado, viendo lo que está recaudando no hay duda y que seguramente veamos una tercera entrega. Apostando todos ellos por seguir el estilo marcando por la primera película pero dejando de lado ese pseudo intento de dotar de algo de realismo a lo que no puede tenerlo, y en su lugar cayendo totalmente en el más puro exceso del absurdo con bastante de diversión para dar al público lo que busca: una evasión que les lleve por la nostalgia (a ciertas edades) y un no parar de acción (para todos).

Que nadie se engañe, este filme no da más que lo prometido, el que busque otra cosa no la encontrará. La trama es sencilla, puro fan service, y los personajes siguen el camino que se espera de ellos, aprovechando para recuperar a Bebop y Rocksteady que alcanzaron su gloria por la primera serie de dibujos y que fueron desechados en 1991 en Las Tortugas Ninja II: El secreto de los mocos verdes en un total intento de alejarse de esa versión más infantilizada. Aquí han sido introducidos por pura petición de los seguidores y por el carisma que (a pesar de ser dos simplones) destilaban, consiguiéndose que no queden forzados con el acierto de trabajar para Shredder pero no compartir demasiados planos con él, ya que la comicidad de unos quedaría extraña frente a la oscuridad del villano.

Se une también a la partida Krang, de nuevo bebiendo de la serie de animación que a su vez lo hacía de los Utroms de los cómics originales. En esta ocasión el alienígena se aleja de lo que conocimos en televisión apareciendo como alguien a temer, un malvado intergaláctico que ojalá vuelva en una futura aventura ya que abre las puertas a la Dimensión X y a toda una mitología mucho mayor.

Claro está que no solo hay referencias a los dibujos, otro tanto se reserva para la esencia clásica incluyendo un cameo de Kevin Eastman y al anti héroe Casey Jones (al que se extraña mucho), además de encontrar otras a los muñecos y diferentes etapas editoriales. Si además hubiera salido un conejo llamado Usagi se hubiera completado el círculo, pero no adelantamos y de momento soñar es gratis.

Ninja Turtles: Fuera de las sombras es un producto divertido y entretenido, no pretende nada más, da con creces lo prometido y nos hará quedarnos con ganas de más. Eso sí, los purismos mejor dejarlos fuera de la sala; y de todas formas, son Tortugas Ninja (mutantes y adolescentes), si ya aceptamos el concepto bien podemos dar un poco de cancha a todo lo demás.

Pasadlo bien.