El mito de la Dama del Lago lleva décadas presente en nuestra cultura popular. Son muchos los autores que han contado su propia versión, y Aldara Prado, autora de Nimue, lo sabe de primera mano, habiendo revisado muchas de las interpretaciones que ha hecho la literatura de este mito artúrico. La obra que hoy nos ocupa, y que ha sido editada por Norma Editorial, nos presenta una nueva visita a ese personaje que ha recibido nombres tan dispares como Ninie, Viviana o Niniana. Nimue supone el salto definitivo de Prado al mundo del cómic, con un trabajo maduro y visualmente muy llamativo que ha llevado a la autora casi ocho años terminar.
Aunque probablemente conozcáis la historia, en esta versión se nos presenta a una joven que aparece en un lago del bosque. Es acogida por una familia humilde, incapaz de reconocer que los misterios que rodean su vida y la de la joven, tienen que ver con la magia, y Anna (nombre que le han dado) es un ser a medio camino entre el mundo mágico y los humanos. La propia joven emprenderá un camino de conocimiento y para ello tendrá que preguntar a magos tan poderosos como Morgana Le Fay o Merlín.
Más incluso que la faceta gráfica de la obra, de la que a continuación hablaremos con más calma, lo que más me ha llamado la atención de este cómic es su guion y el trabajo de documentación tan extenso, que le ha permitido a la autora realizar su propia versión, madura y con mucho material para poder construirla. Y es que la autora cita en un artículo dentro de los interesantísimos y abundantes extras a varias fuentes de documentación para realizar su versión, concretamente los trabajos de Chrétien de Troyes, Sir Thomas Malory y John Steinbeck.
El primero fue, probablemente, quien estableció las bases de las reinterpretaciones que llegarían posteriormente, presentándonos a una Viviana enigmática, siempre asociada con el agua y de moral ambigua, pero con un estudio de personaje bastante poco desarrollado. Algo que corregiría Malory en Le Morte d’Arthur, donde se presenta a Nimué como un personaje mucho más complejo y con más peso dentro de las leyendas artúricas. Entrega Excalibur a Arturo, prepara y protege a Lancelot y traiciona a Merlín. Es presentada, además, como un personaje múltiple. Sin embargo es Steinbeck en su The Acts of King Arthur and His Noble Knight quien presenta la visión más humana del personaje, sin perder por ello su esencia mágica y enigmática. Su tratamiento emocional es completamente nuevo.
Con estos ingredientes, Aldara Prado toma los elementos fundamentales e identitarios de la protagonista y muestra su propia versión de un personaje que no es tanto ambigua sino que tiene motivaciones para los cambios de rumbo que toma. Una visión mucho más feminista, en el mismo sentido que comentábamos a tenor de la reciente The Midnight Order, en cuanto a que hasta ahora se ha dotado de ese carácter negativo a la mujer que no sigue el dictamen de lo que se esperaba de ella en aquellos tiempos, por lo que si tenía su propia iniciativa y sus motivaciones, era malvada, ambigua… o directamente una peligrosa bruja. En esta obra vemos a un personaje desorientado, pero que actúa como probablemente haríamos tú o yo, independientemente del género. Increíblemente, con dos cambios sutiles, aporta una historia que parece nueva.
Pero no solo hace un buen trabajo a nivel de escritura, sino que a nivel gráfico, experimenta con numerosas técnicas y escoge las que narrativamente tienen más sentido a la historia. Con un dibujo realizado digitalmente, pero basado en técnicas de acuarela o dibujo a lápiz. El camino hasta la técnica definitiva se puede apreciar con más profundidad en los extras del tomo, en los que la autora nos muestra parte del proceso creativo, las técnicas exploradas y algunos bocetos realizados. El trabajo de ambientación de la obra me parece sublime, convirtiendo un dibujo de trazo sencillo en vehículo de emociones conseguidas a través del color y la propia narrativa.
En definitiva, Nimue es uno de los trabajos más sorprendentes de lo que llevamos de año, en el que su autora toma una leyenda de sobra conocida y construye una historia prácticamente nueva, a base de tratamiento de personaje y de intentar aportar sentido a la historia. Una obra que gustará a los amantes de los mitos artúricos pero que gustará igualmente a aquellos no tan familiarizados con ellos, pero que disfrutan de historias fantásticas con tintes mágicos. Una edición exquisita, con papel de calidad perfecto para reproducir el trabajo de Aldara Prado, y muchos extras, que incluyen desde un glosario de todos los términos y conceptos propios de la mitología, hasta bocetos y otros trabajos descartados para la obra.
Lo mejor: Ver que las aptitudes artísticas y el sentido de la narrativa se pueden heredar. Una versión moderna y actualizada.
Lo peor: Deja con ganas de más.