Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Nikuda 1

Nikuda 1
Guion
Pedro F. Medina
Dibujo
Manuel Torres
Formato
Rústica con solapas. (A5) 14.85 x 21 cm. 128 páginas. B/N
Precio
13€
Editorial
Fandogamia . Mayo 2024

Me vais a permitir un pequeño disclaimer previo a la propia reseña de Nikuda 1 y es que me gustaría hacer hincapié en eso «1». Y aunque parezca otro trabajo del Capitán Obvio y sé de sobra que todos somos conscientes de que toda serie empieza por un número uno, quedaos con este dato porque será relevante al final de estas líneas.

Y, ya que estamos, antes de sumergirnos del todo en lo que nos ofrece el mundo de Nikuda y sus personajes, no estaría mal tampoco que me brindéis la licencia de hacer un cierto preámbulo. Y es que hay ciertas cuestiones, al margen de la propia historia que nos cuentan Pedro F. Medina y Manuel Torres, que podría ser interesante tener en cuenta.

Lo primero es que tienes perfecto derecho, amigo lector, a no creerte ni media palabra de lo que diga en esta reseña o bien a hacerlo a pies juntillas. Lo que ocurre es que en esta ocasión tienes con qué respaldarlo y es que este tomo se puede leer completo de forma gratuita y legal en la plataforma Fanternet, con lo que puedes elegir leerlo entero antes de comprar esta edición en papel, bastante apañada de precio, como suele ser habitual en Fandogamia.

Nikuda 1

Y es que hablando de Fandogamia, lo más probable es que os suene el nombre del escritor de Nikuda — y más a lo habituales de esta vuestra web —, pero tampoco es que Pedro F. Medina haya firmado muchos guiones antes. Tampoco es que sea su debut porque dentro de Studio Kat es un viejo rockero del circuito fanzine y es de ahí precisamente desde donde salió Fandogamia, la editorial que dirige desde su formación en el ya lejano 2013.

De ese mismo Studio Kat procede Manuel Torres, al que normalmente podemos asociar a parodias como Bookuman, Ekatzelion o Malditos Templarios. Con todo esto, podríamos decir que Nikuda es la primera obra larga y original que ambos autores publican con sus nombres.

También es importante tener en cuenta que, si uno navega por las páginas del proyecto en Fanternet, descubrimos que desde el inicio de la publicación de Nikuda, hasta su última página han pasado la friolera de seis años y, para más inri, esto llevaba aún más en producción. Tal como cuenta el propio Pedro F. Medina, la cosa se remonta a 2010, cuando esto se llamaba Noland.

Y tal vez sea poner la tirita antes de la herida, pero todas estas cosas no son accesorias, ya que el tebeo que comenzamos a leer en las primeras páginas, poco tiene que ver con el de las últimas.

Nikuda 1

Pero ya tendremos tiempo de incidir en esto y ya hemos demorado demasiado el momento de decir qué es esto de Nikuda. Nikuda es el nombre del planeta donde se desarrolla este tebeo y viene a ser algo así como el culo del universo, un mundo olvidado antes de la gran guerra que tuvo lugar en él y más olvidado aún después. Allí conocemos a Noah, un sheriff de pueblo que prefiere pasar su tiempo viendo culebrones antes que hacer como si de verdad existiera algún tipo de ley. La cosa es que todo se complicará cuando Noah y Kat, encargado de la gasolinera y amigo del sheriff, se topen con Xaxa, una muchacha ingenua y vivaracha tras la cual parece haber un misterio. Lo que pasa es que tras la pista de ese misterio estarán corporaciones, grupos terroristas rebeldes, cazarrecompensas, bandidos y vaya usted a saber qué más, lo que pone a nuestros protagonistas en medio de una chifladísima huida hacia delante.

Tenemos un panorama que lo mismo te mezcla Mad Max, One Piece, Firefly, Dragon Ball, El puño de la estrella del norte y lo que les vaya dando la gana en esta chaladura que llaman «soviet-western-punk de risas y tortas». Diálogos que escupen diez millones de réplicas coñeras por minuto, tiros a cascoporro y que todo sea un pequeño sindiós son los sellos característicos de Nikuda, pero por encima de todo eso, toneladas de pasión por parte de los autores y muchas ganas de pasárselo bien.

Pero he aquí que eso no siempre es del todo bueno y aquí llegan las pegas. Y es que comentábamos un cierto carácter novel en los autores y eso conlleva muy habitualmente demasiadas ganas de contar demasiadas cosas, tal vez más de las que caben o son capaces de contar con las tablas que tienen. Nikuda contiene 5 capítulos y realmente la historia no empieza hasta el tercero. Los dos primeros son una consecución de diálogos cómicos apelotonados en los huecos que deja la exposición de construcción del mundo. El tebeo no respira y quiere darnos demasiados datos que no son ni mucho menos imprescindibles. Quiere intentar que veamos muy rápido todo lo que sus autores tienen en la cabeza y reconozco que se llega a hacer algo agobiante de leer, lo que no puede ser más dañino en un cómic de humor. Hay además algunas elipsis rarísimas, los focos de atención no están bien centrados y la sensación de lectura no se corresponde con lo que se puede entrever que los autores buscan.

Nikuda 1

Sin embargo, de forma gradual, a partir del tercer capítulo, tanto guion como dibujo se depuran gradualmente. El tebeo sigue siendo verborreico, porque la ametralladora de las réplicas graciosas es uno de sus sellos de marca, pero se va moderando y haciendo consciente la cantidad de diálogo que es prudente meter en una página para su lectura fluida.

Con más espacio y más tablas, el dibujo pierde rigidez y gana en dinamismo a la vez que se aprecia cómo Manuel Torres va ganando recursos a la hora de componer y manejar las lineas y las masas de negro y gris.

Apara cuando llegamos al cuarto capítulo, se despliegan a la vez un montón de frentes y se convierte por fin en ese cruce de desquiciada carrera de auto locos postapocalíptica y heist movie que llevaba pidiendo desde el principio. Decir que Nikuda va de menos a más es quedarse corto y es aquí donde vuelvo al inicio. A día de hoy no se sabe cuándo arrancará la siguiente entrega de esta historia, pero, al terminar el primer número y pese a las pegas iniciales, resulta que se las ha acabado apañando el maldito para cumplir su objetivo de enganche y aquí ya hay un lector esperando con ganas ese siguiente tomo.