Cuenta Mark Millar en su introducción de Nemesis reloaded que la serie de 2010 Nemesis fue una de las que más dinero le ha proporcionado tanto a él como al dibujante Steve McNiven. Fue una sencilla miniserie de 4 números, pero la aceptación del público fue brutal. El tomo que publica ahora Panini contiene una miniserie de 5 números que bien podría ser continuación de esa primera mini, aunque el propio Millar la concibió como un reboot que le permita usar al personaje para llevarlo a ese megaevento que prepara con todos los personajes de su particular universo. En Big Gane, de próxima publicación por Panini, veremos a muchos de los personajes que Millar ha ido presentándonos a lo largo de los últimos años.
El villano que protagoniza esta serie, al igual que sucedía con la otra, es un trasunto de Batman cuyo uniforme es de color tan opuesto como su moralidad. Se trata de un tipo cuyo único superpoder es una preparación física exhaustiva y habilidades de lucha o uso de armas, amén de una mente privilegiada para planificar sus golpes. En esta miniserie vemos cómo lleva a la práctica un plan para sembrar el caos por la ciudad de Los Ángeles, aunque también nos enteraremos de cuál es su origen, cómo llegó a ser quien es, y qué motivaciones le llevaron a convertirse en uno de los criminales más terribles.
Con todo lo que he leído de Mark Millar en los últimos años me pasa algo parecido a cuando veo las pelis de Steven Seagal (no confundir con Steven T. Seagle): les puedes poner mil millones de pegas, son series relativamente vacías en cuanto a guion y su lectura te dura un suspiro pero… es innegable que te proporcionan un rato de entretenimiento muy satisfactorio. De esta Nemesis reloaded se pueden decir pocas cosas buenas en cuanto a guion: la historia parece calcada del plan de Bane en The Dark Night Rises y, en el fondo, no es más que una de las varias introducciones que tiene Big Game, pero no se puede negar que la lectura es entretenida, la historia es proporcionada y, como suele suceder en esos últimos trabajos de Millar, cuenta con un comodín que con el que se asegura librarse del suspenso: los dibujantes de los que se rodea.
Y en este caso la tarea no era nada fácil, puesto que el trabajo de Steve McNiven estuvo a un nivel que iba a hacer inevitables las comparaciones. El propio diseño del personaje con ese uniforme absolutamente blanco, que pone de relieve las salpicaduras de sangre de sus víctimas era una de las muchas muestras de genialidad del trabajo de McNiven. Pero es que para esta miniserie Millar se ha rodeado nada menos que del dibujante actual dela serie del «némesis teórico» del protagonista, que no es otro que Jorge Jiménez. El trabajo del granadino es sencillamente brutal y, sin duda, lo mejor que tiene este tomo. Su estilo dinámico, la elección de encuadres y su facilidad para mostrar peleas genialmente coreografiadas ya no sorprenden, pero resulta una verdadera gozada verle en esta línea más salvaje, con violencia desatada y una libertad absoluta con la que se le nota comodísimo.
Los extras del tomo no son muchos: un prólogo de Millar, las portadas alternativas y una biografía de los responsables de la serie. Pero claro, cuando las portadas alternativas las han realizado gente del calibre de Frank Quitely, Fiona Staples o Javier Fernández… los escasos extras son especialmente valiosos. La edición de Panini es más que aceptable, con un encuadernado cartoné y papel estucado mate de alto gramaje, aunque el precio del tomo es alto. Bueno… alto… según como lo mires, porque es el precio medio de cualquier publicación hoy día. Pero es que mirándolo con perspectiva, hemos llegado a un punto en el que un tomo como este cuesta prácticamente 5 euros por número, y por buena que sea la edición, es algo a tener muy en cuenta. Son los tiempos que corren, podríamos hablar mucho sobre ello, hacer comparaciones con otras editoriales… y los resultados serían igual de descorazonadores. El cómic hoy día se ha convertido en un artículo de lujo. Lo tomas o lo dejas.
En definitiva, Nemesis reloaded es una miniserie que funciona muy bien como blockbuster palomitero y como prólogo de la que será la serie en la que converjan varias de las creaciones de este Millarworld. Millar recupera una de sus creaciones más exitosas y que más réditos le han supuesto, y se dirige de cabeza al meollo de lo que quiere contar. Si encima sabemos que la está dibujando nada menos que Pepe Larraz… ya sabemos que vamos a tirarnos de cabeza a por ella. Destaca el trabajo de un Jorge Jiménez que parece no alcanzar tope, y cuyo estilo funciona perfectamente con el exceso de Millar en sus guiones.
Lo mejor: Siendo objetivos, como lectura de entretenimiento, funciona a la perfección. Jorge Jiménez.
Lo peor: Sin dejar de serlo, es una historia vacía que cuenta muy poco y es un mero prólogo.