La línea juvenil de Panini incorpora un nuevo título a su catálogo. Con Marvel Young Adults Miles Morales 1: Universo Marvel comienza la edición de la cabecera de Spiderman protagonizada por Miles Morales tras la desaparición del Universo Ultimate y la reunificación de todo el Multiverso tras las Secret Wars. Se trata de una serie que ha tenido bastante recorrido, aunque ha sufrido varios cambios de cabecera y de equipos titulares en poco tiempo. En este primer tomo recuperamos los primeros 11 números de la etapa de Brian M. Bendis y Sara Pichelli (con la ayuda de Nico León en algunos arcos) que se extendería hasta el número 24, antes de hacer una renumeración y pasar el testigo a Saladin Ahmed durante otros cuarenta números y posteriormente saltar a la etapa de Cody Zegler, que Panini comenzó a publicar hace unos pocos meses.
¿Quién iba a pensar que la versión joven de Spiderman iba a acabar cobrando tanto protagonismo tras unos pocos años de vida? Tengo que reconocer que, incluso habiendo disfrutado de sus primeras apariciones en el Universo Ultimate, jamás pensé que fuera a llegar mucho más lejos que otras versiones juveniles de personajes clásicos como pudieran ser Kate Bishop o Riri Williams, personajes en cierto modo de nicho, que gustarían a una parcela muy limitada de público. Pero la popularidad del personaje fue creciendo, tanto por el buen hacer de Brian Bendis (yo diciendo esto, sigh) a la hora de diferenciar y dar una personalidad propia al personaje, como de sus éxitos en otros medios como los juegos de Insomniac para Sony Playstation y las películas de animación de Sony, un inesperado bombazo entre el público más joven, que ha acabado apropiándose del personaje como nos pasara a gran parte de mi generación con Wally West en Flash.
Cuando uno comienza a leer esta colección se encuentra justo con lo que uno puede esperar después de leer esta breve introducción: una serie juvenil, con unos códigos muy concretos que sacarán de la serie a los lectores maduritos más conservadores, pero con un ritmo y un estudio de personajes que predominan sobre las propias aventuras o conflictos con el villano de turno. En estos primeros números veremos a Miles interactuar con otros héroes jóvenes (Ms. Marvel, Nova, Bomba o Bolas Doradas) pero sobre todo, tendrá que intentar mantener su nuevo estatus de Vengador con mantener su identidad secreta y no levantar las sospechas de su familia. El principal enemigo de estos primeros números no va a ser otro que… la propia abuela de Miles que, preocupada por el extraño comportamiento de su nieto, vigilará de cerca al joven para evitar que se meta en problemas.
Esto no es más que una actualización de lo que pasó Peter Parker en sus comienzos como héroe arácnido, solo que adaptado a los tiempos de hoy. La abuela se convierte en una Tía May gruñona, el Instituto vuelve a tener la importancia que tenía en los primeros números de Stan Lee y Steve Ditko (recientemente editados en la Biblioteca Marvel) y los intereses amorosos Betty/Gwen/Mary Jane pasan a ser Kamala/Spider-Gwen y dar los mismos quebraderos de cabeza. Flash podría ser en cierto modo Fabio Medina, por los conflictos que generará a Miles, aunque su actitud sea mucho más buenista y benevolente que la del bully de la serie original. Pero, en definitiva, estamos ante una actualización de los problemas que llevaron a Peter Parker a ser un héroe creíble y con el que resultaba muy fácil empatizar si tienes su edad, por mucho que tome decisiones (él o su amigo Ganke más concretamente) que en algunos momentos puedan parecerle absurdas y ridículas a un adulto responsable que ya ha olvidado lo estúpidos que éramos cuando teníamos 15 años…
Este tomo adolece del problema de todas las series de esta época: la invasión de los crossovers dentro de la propia historia del personaje. Si tenemos en cuenta además que Miles fue un personaje clave dentro del evento Civil War II, es evidente que la serie va a verse muy afectada en los números que se publicaron mientras el evento estaba en marcha. La edición de Panini incluye los resúmenes suficientes para que alguien que no lo haya leído no se pierda por completo en la lectura, aunque dado que cada número salta a un momento concreto de lo que sucedió allí, aún con la ayuda, puede resultar algo difícil. Sí me parece brillante por parte de Bendis lo que hace en los números 9 y 10 de este tomo, contando un momento concreto, en el primer número, desde el punto de vista de sus amigos sin que Miles aparezca en ningún momento, y en el segundo número desde el punto de vista del protagonista de la cabecera.
Sara Pichelli está muy acertada en estos números y el hecho de que le dieran espacio entre arcos para ganar tiempo hacen que el nivel de detalle sea maravilloso. Además, Nico León que es quien toma el relevo en esos números, pese a tener un estilo bastante diferente, no se aleja lo suficiente como para que el lector desconecte, y visto en conjunto el tomo tiene un estilo bastante homogéneo. Además, con coloristas de la talla de Marte Gracia y Rachelle Rosenberg, el resultado final es francamente espectacular.
En definitiva, Marvel Young Adults Miles Morales 1: Universo Marvel es una serie que no va a pasar a la historia como una etapa canónica, pero es un cómic fresco, muy divertido y que está muy bien pensado para un público concreto. Los jóvenes adultos van a tener muchos puntos de referencia con los que identificarse y van a sentirse mucho más representados por este joven Spiderman de color antes que el viejo Peter con unos problemas que ya hace mucho dejaron de ser el llegar a fin de mes o conseguir salir con Mary Jane.
Lo mejor: Serie muy fresca y divertida. Los jóvenes la van a disfrutar mucho. Bendis consigue diálogos creíbles en personajes adolescentes. Los cambios de estilo a cartoon durante los flashbacks en los primeros números.
Lo peor: La intrusión de los crossovers, gran problema de la Marvel de esta época. Particularmente, las dobles páginas de Bendis me agotan ya un poco.