“Jaja, es que eran los noventa, qué chungo que era todo aquello, con dientes apretados y pistolones y tal, los ochenta sí que molaban”.
Seguro que en más de una ocasión has oído (o incluso pronunciado) esa frase o variaciones de ella. Y aunque pueda tener parte de razón, no deja de ser una generalización que lucharía por conseguir medalla en el cuñadismo del mundo del cómic. Sí, en los noventa tuvimos a X-Force, a Spawn, al Batman con armadura y garras después de Knightfall. Pero demonios, que en los ochenta también estuvo el Escuadrón Suicida de John Ostrander o el Green Arrow de Mike Grell, cómics protagonizados por tipos más duros que un bocadillo de chapas que recordaban a las películas de Chuck Norris en la Cannon. A fin de cuentas, mucho de lo que se leyó en los noventa era, en muchas ocasiones, heredero directo de ciertas obras y tendencias de los ochenta. Y no todo lo que se publicó en los noventa era malo. En los noventa se publicó Predicador, Kingdom Come, Marvels, Starman.
En los noventa se publicó Odio, de Peter Bagge.
Y como mucho de lo que se publicó en los noventa, Odio era heredero directo de una obra de los ochenta, en este caso del mismo autor, Mundo idiota.
Mundo idiota
Mundo idiota es el primer cómic en solitario de Peter Bagge, que ve la luz en julio de 1985, tras su colaboración en la revista Weirdo de Robert Crumb en la primera mitad de los 80, donde serializó la historia Martini Baton. En esta primera obra, Bagge sigue la estela de la revista de Crumb, una de sus principales influencias, y tenemos una colección de historias cortas, de pocas páginas, o incluso de gags de una viñeta.
Lo que tenemos aquí son historias desquiciadas, histriónicas, con un sentido del humor tremendamente ácido, que hoy en día no habría podido ver la luz por la cantidad de colectivos ofendidos en cada número. No hay quien esté a salvo de la mala baba de este autor que por entonces tenía veintiocho años. Reparte cera a niños, a adultos, a jipis, a reaccionarios, a políticos, a grupos étnicos varios, a gays… incluso se permite el lujo de coger el nombre de un personaje clásico de la historia del cómic, The Goon On The Moon (aparecido en Popeye a principios de los 40), y hacer un personaje ridículo con él. ¿Que hoy en día habría sido catalogado de homófobo, racista, insensible y un buen puñado de apelativos más? Oh, sin duda. Pero hay que tener presente que estamos ante una obra de hace más de treinta años, y la incorrección política no sólo no estaba mal vista, sino que era un tipo de humor tolerado e incluso buscado.
Aunque tengamos páginas autoconclusivas, la mayor parte de Mundo Idiota alterna un elenco de personajes recurrentes. Así, por aquí irán pasando Girly Girl, una niña un tanto macabra que disfruta haciendo bullying a su amigo Chuckie Boy (lo dicho, como para hacer humor sobre ese tema hoy en día), Studs Kirby, un locutor telefónico reaccionario anclado en el pasado, o Junior, un perdedor de manual. Pero sin duda, la gran estrella de esta serie son Los Bradley, una historia sobre una familia disfuncional de los 80, con un padre amargado, una madre temerosa de Dios, una hija totalmente superficial, un hijo pequeño un tanto trastornado y con un cierto gusto por la violencia y un hijo mayor, Buddy, ya metido en la adolescencia y con la sensación de no encajar que tiene todo adolescente en cualquier época y lugar del mundo. Tanto funcionó esta serie, para el público y para el autor, que Bagge canceló Neat Stuff para dedicarse en exclusiva, unos años después, a contar en Odio la vida de Buddy Bradley y su familia, con los tres hermanos ya adultos, siendo esta serie uno de los cómics icónicos de la escena Grunge y la Generación X y pillando por sorpresa a Bagge.
Otras ediciones
La Cúpula ya le había dedicado varios volúmenes al material de Neat Stuff. La gran parte apareció en la serie de trece números con este mismo título, que incluía todo el material americano salvo el serial de los Bradley, que fue editado independientemente en la serie de dos tomos Buddy y los Bradley y reeditado posteriormente como número cero de Odio. Con el tiempo, han ido reeditando alguno de los seriales aparecidos aquí, como Gilipolleces, Junior y otros perdedores o Studs Kirby. Vamos, el mismo material que ha reeditado de forma independiente No, la odiosa Girly Girl no ha sido reeditada en solitario. Eso sí, ésta es la primera edición en castellano en la que se incluye todo el material aparecido en la publicación americana y en su orden cronológico.
En resumen…
Mundo idiota no es la mejor obra para entrar en contacto con Peter Bagge, desde luego. Una primera aproximación más amable a su obra sería Odio, o incluso Todo el mundo es imbécil menos yo, si te gusta el humor político, y más aún si compartes con el autor su enfoque vital libertario. Pero si ya te ha infectado el virus Bagge, si ya has leído, coleccionado y acumulado otras obras suyas y quieres contextualizar su obra y ver de dónde viene todo esto, Mundo idiota es una parada obligatoria.
Y tiene delirios de genialidad que hacen de su humor, en ocasiones, algo totalmente atemporal. ¿A que eres capaz de visualizar este último chiste con la caricatura de otro septuagenario diferente…?