Es la hora de las tortas!!!

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Mundo idiota, tomo 3

Los fans de Peter Bagge estamos de enhorabuena: en tan solo nueve meses, La Cúpula ha completado la edición integral de Mundo Idiota (aquí, reseñas del tomo 1 y del tomo 2) la primera serie que el autor neoyorquino hizo en solitario. Una serie que en los cuatro años que tardó en editarse originalmente evolucionó de una forma brutal, partiendo de una publicación de humor un tanto cafre, de chistes cortos y que iban al grano, a provocar la reacción rápida. En estos últimos números, las historias son más largas y su objetivo es más una reflexión social que el gag provocador. Cuando Peter Bagge empieza a publicar Mundo Idiota es un veinteañero. El último número sale a la venta el mes que cumple los 32. Quizás eso influya en una mayor madurez del autor que hiciera que sus inquietudes personales fueran por otro lado.

Peter Bagge - Mundo idiota pag1

El final de Mundo Idiota marca también el final de la trayectoria editorial de varios de los personajes. desaparecen aquí la insoportable Girlie Girl, el patético Junior o el desagradable Goon on the moon. Otro de los personajes a los que decimos adiós en este tomo es Studs Kirby. El locutor reaccionario, que en alguna ocasión Bagge ha confesado estar inspirado en ese lado suyo que le avergüenza pero que realmente existe, perdió el sentido en el momento que el autor se dio cuenta de que había locutores en el mundo real que soltaban salvajadas mayores y más retrógradas que el propio Studs. Y no sólo en el mundo anglo, seguro que todos podemos pensar en algín locutor español tremendamente retrógrado que escandalice casi cada palabra que suelta. La realidad supera a la ficción y tal, vamos.

En esta recta final de la serie, Bagge deja más claro ese punto de vista cínico que ya dejó ver en números anteriores. Así, mete a Dios y a la Patria en el mismo saco que el Ratoncito Pérez y Papá Noel, reflexiona sobre por qué con el paso del tiempo vamos dejando de quedar con los amigos y el apalancamiento en casa con la pareja es más atractivo que la actividad social, o cómo determinados comportamientos llenos de odio pueden tener un trasfondo vital que los explique, no que los justifique.

Y, por supuesto, tenemos a los Bradley. La familia de Buddy ha sido la estrella de Mundo Idiota desde el primer tomo, pero es en estas páginas donde se van desarrollando definitivamente, llegando al punto en el que los encontramos en Odio. De hecho, el número 15 de Neat Stuff, con el que se cierra la serie, está protagonizado por esta disfuncional familia en solitario, y nos deja a Buddy independizado de sus padres, y como nos podemos imaginar, no ocurre de una forma precisamente positiva. Este último número, de hecho, funciona perfectamente como un prólogo de Odio, habiendo sido recopilado también junto con el resto de historias de los Bradley como Odio vol. 0.mundo idiota 3 pag2

En el plano gráfico, la evolución de Bagge a lo largo de estos cuatro años, de esta serie completa, es notable. Aún manteniendo su estilo feísta y underground, en este tomo ya tiene una estabilidad en el trazo que marcaría su estilo futuro, y del que se ha apartado poco ya desde entonces, permitiéndose incluso determinados experimentos artístiscos en momentos puntuales.

Este tercer volumen de Mundo Idiota marca la madurez artística y temática de Peter Bagge. La serie completa ha terminado siendo, además de una obra característica del autor donde nos muestra sus inquietudes personales, una perfecta muestra de su evolución, desde unos inicios un tanto dubitativos hasta el punto en el que sería uno de los autores más representativos de la Generación X, aunque no perteneciera a ella. Esta obra es una lectura obligada no sólo para los fans de Bagge, sino también del cómic alternativo en general.