1963 fue un año de gran relevancia para el mundo del manga. El uno de enero se estrenó el primer episodio de la adaptación de Astro Boy, de Osamu Tezuka, que marcaría el comienzo de la era del anime moderno. Unos meses más tarde, el treinta y uno de julio, nacía Junji Ito, quien estaba predestinado a convertirse en uno de los mangakas de terror más importantes de la industria. En España podemos disfrutar de la práctica totalidad de la obra del autor, puesto que su producción es la principal base de la línea de cómic japonés de ECC. Tanto, que sus obras se reeditan constantemente. Así nos llega El muerto enfermo de amor, en su edición en flexibook (como ya han hecho con Frankenstein o Fragmentos del mal) tras agotar la anterior tirada publicada en julio 2016.
El muerto enfermo de amor vio la luz originalmente en la revista Namuki de manera serializada entre los meses de mayo a noviembre de 1996. Un periodo, el de la segunda mitad de los noventa, de especial inspiración para Ito, pues en esos años publicó sus celebradas Tomie y Uzumaki. Es decir, la obra que hoy nos ocupa llegó al fandom en plena efervescencia creativa del autor.
El muerto enfermo de amor nos deja ver al Ito más enfermizo
La premisa de El muerto enfermo de amor no puede ser más sugerente: Nos encontramos con Ryûsuke, el protagonista del manga, que vuelve a su ciudad natal (Nazumi) y deberá enfrentarse a los fantasmas de su pasado. Junji Ito nos presenta una truculenta historia en la que algunas personas tienen la costumbre de esperar en un cruce y preguntar sobre su destino al primer desconocido que pasa. Por supuesto, dicha tradición acabará normalmente en el suicidio de aquellos que dejan su porvenir en algo tan azaroso como la opinión de un tercero.
Ito elabora la trama de El muerto enfermo de amor en forma de cuatro capítulos (más uno extra) en los que el suspense va en aumento gracias al aire de leyenda urbana, cuyo desarrollo recuerda al de la famosa saga cinematográfica ringu. Destacable es también el papel que tiene la propia ciudad de Nazumi que, a la postre, es tan importante como cualquiera de los personajes principales. Y es que su lúgubre y opresiva ambientación nos mete de lleno en la historia, atrapándonos de manera ineludible hasta finalizar la lectura de las casi doscientas cincuenta páginas de las que se compone el manga.
Otro aspecto destacable es el triángulo formado por Ryûsuke; Midori, la chica que le gusta y Suzue, la chica que está enamorada de él. Una enarbolada mezcolanza de géneros donde predominan el seinen y el ero-guro, dando como resultado una escalofriante nueva dimensión de lo que puede llegar a ser una relación tóxica impregnada de una obsesiva locura y un miedo primario al rechazo. Sobre este aspecto de la obra, Junji Ito manifiesta de manera velada su disconformidad con una sociedad tan centrada en las apariencias, en el orden y el control como es la nipona.
De igual forma en El muerto enfermo de amor se pueden observar algunos temas que han sido constantes en la obra de Ito, como es el suicidio (que abordó en la excelente Black Paradox). Un acto que está muy presente en la cultura japonesa (hasta el punto de tener el mundialmente famoso bosque de los suicidas, el Aokigahara). De hecho, el clímax de esta obra es de esos que impactan porque, cuando piensas que ya has visto la escena más burra que este manga te podía ofrecer, te das cuenta de que dicha impresión era del todo errónea.
Recomiendo mucho leer este manga prestando especial atención al dibujo del mangaka. El muerto enfermo de amor comienza con el trazo pseudo realista y detallado de Junji Ito, pero a medida que avanza la historia con ese descenso a la locura que hemos ido presenciando, va deformando poco a poco las viñetas hasta lograr transmitir una completa distorsión de la realidad, que desemboca en una sinfonía de histeria colectiva que nos dejará con la boca abierta dejando cierto poso amargo en el lector.
Puede que El muerto enfermo de amor sea una de las grandes obras “tapadas” de Junji Ito. Sea cual sea el caso, ECC la ha vuelto a poner al alcance del lector. Y desde luego, si os gustan las historias turbias de terror, no dejaría pasar la oportunidad de hacerme con ella.
Posdata. El muerto enfermo de amor tuvo una adaptación a filme de imagen real en el año 2021. Sobre estas líneas tenéis el tráiler.