Hay obras que por mucho que pase el tiempo no dejan de reeditarse. Y por muchas reediciones que se saquen… siguen vendiendo edición tras edición. La muerte del Capitán Marvel es una de esas obras que por mucho que pase el tiempo sigue emocionando a viejos y nuevos lectores, manteniendo un lugar privilegiado en cualquier lista de lo mejor del cómic de superhéroes. Esta historia fue publicada originalmente para una nueva línea de novelas gráficas en Marvel, que Panini prácticamente emula repitiendo contenido y tamaño, aunque vaya seleccionando los títulos incluidos. Este formato es diferente al OGN (Original Graphic Novels) a pesar de la similitud en el nombre.
Lo bueno que tiene hablar de una obra tan emblemática como esta, y más teniendo en cuenta su publicación original en 1982 es que se puede hablar con algo de más margen sin miedo a caer en demasiados spoilers. No obstante, si no sabes nada de ella, debes saber que aunque no machaque la obra al 100% puedo contar algo que raye en la barrera entre lo que es y no spoiler. Hay otro detalle: Y es que a pesar de que se hagan spoilers, lo importante más que lo que pasa, es lo que Starlin quiere contar en la obra, el mensaje que quiere contar a través de una historia de superhéroes, y la sensibilidad con la que lo consigue.
Primer spoiler, pero este no es mío, sino del título: El Capitán Marvel muere. Pero antes de entrar en eso, un rápido repaso a la carrera editorial del personaje: Con unos inicios muy a trompicones, con parones entre números de hasta años, la serie llega a manos de Starlin. Tras su recordada y no tan larga etapa, que incluyen los números 25 a 34 (y los primeros solo al dibujo), dotó de interés y ventas al personaje. Jaime nos habló de estos números en su reseña de La Saga de Thanos. En su último número, el 34, vemos un hecho que tendrá capital importancia en esta novela gráfica: Tras un enfrentamiento con el villano Nitro, Mar-Vell impedirá que explote una bomba de gas nervioso. Starlin abandona la serie que continúa hasta el número 62 (aunque la historia seguiría unos números más en Marvel Spotlight). Llegamos a 1982 (desde 1968 que es la fecha de lanzamiento del número 1) y Jim Shooter le devuelve el personaje a su principal valedor para que acabe la historia. Shooter le dijo simplemente «Acaba la historia», algo que Starlin se tomó al pie de la letra acabando con la vida del personaje.
La premisa que utilizaría es que ese gas nervioso que tuvo que contener con sus propias manos en el último número que escribió le ha producido efectos devastadores en su fisiología. Todo hace pensar que está abocado a la muerte. Starlin comienza con un repaso a la historia del personaje, desde sus inicios a lo que desarrolla en su etapa. Una historia que como acabáis de leer se ha desarrollado en poco más de 60 números pero que se han publicado en más de veinte años. El hecho de que Starlin resuma lo más importante en las primeras páginas de la novela gráfica, hace que cualquiera pueda acceder a ella sin necesidad de haberse leído toda una montaña de cómics para saber qué está pasando. También hay que decir que llegamos en ese momento en el que Thanos ha sido derrotado en los acontecimientos vistos en La Saga de Thanos y está convertido en piedra.
Pero puestos en antecedentes, lo que verdaderamente importa es lo que Starlin hace con el personaje. El destino elegido para el personaje, de naturaleza Kree, es una enfermedad que está, por desgracia, a pie de calle, y que todos hemos tenido un familiar más o menos cercano que ha fallecido de ella. Eso es usado por el autor para despedirlo, con el propio Marvel entrando casi directamente en la última fase de enfrentamiento a una mala noticia (ya sabéis, negación, ira, negociación, depresión y aceptación). Marvel acepta su destino y es el propio Universo Marvel el que reacciona ante el destino, negandose a aceptarlo y haciendo todo lo posible por encontrar una cura contrarreloj. Es algo que Starlin maneja muy bien porque, a pesar de leerla sabiendo lo que va a pasar… te queda la duda en todo momento, y hace que pienses que tal vez haya un final sorprendente. Resulta muy curioso porque yo la he leído sabiendo lo que pasaba. XD
Pero hay tres reacciones de personajes que te tocan realmente hondo. Cuatro si incluimos a la, por entonces, novia de Marvel, su ex-enemiga Elysius, con esa página absolutamente devastadora en la que vemos una rejilla de 3×4 sin palabras, en la que Mentor observa desde la distancia cómo Marvel se lo cuenta a la chica. Más que una distribución 3×4 habría que decir que son dos páginas 3×2 combinadas en una sola página, porque las viñetas de la ventana con Mentor son una escena y las de Marvel con Elysius otra. Prodigiosa y cargada de emoción. Muy bien expresados los sentimientos de los personajes. Los otros tres personajes serán Spider-Man, Rick Jones y … un viejo enemigo, que prefiero no spoilear para guardaros alguna sorpresa. La reacción de Spider-Man es la más humana. Se encuentra entre el resto de héroes que comentan la situación unos, otros buscan una cura… y él está completamente fuera de lugar y sin ser capaz de reaccionar a la noticia. Rick Jones comienza negandose la situación a sí mismo… pero acaba junto a su compañero como no podía ser de otra manera. Su enemigo… Lo dicho, prefiero que eso lo juzguéis por vosotros mismos.
El dibujo diría que, a pesar de ser una obra en la que Starlin no tuvo que enfrentarse a las presiones de entregas, tiene aciertos de diseño de página pero un dibujo que en algunas viñetas es directamente fallido anatómicamente hablando. Pero no importa. El guión hace bueno el dibujo, y a la hora de la verdad, cuando necesita un efecto extra, Starlin no falla. Además, contamos con un color de Steve Oliff con aciertos enormes. Sin duda la viñeta que más me ha gustado ha sido una donde está en la cama, moribundo, rodeado de sus amigos y tiene una luz azulada alrededor de los héroes y una potente luz amarilla sobre Marvel que le dota de un halo casi divino.
En definitiva, La muerte del Capitán Marvel.
Una obra imprescindible, que es capaz de sacar la sensibilidad del más rudo, y que mientras leía, no me conseguía sacar de la cabeza que sería una herramienta fabulosa para explicar a niños la enfermedad terminal. Por mucha fanfarria y guirnalda de pijameo que veamos en primer plano, Starlin ha contado la historia en la que una persona muere, y sus amigos y familiares tienen que asumirlo y nos muestra cómo lo hacen. Panini ha publicado esta colección en un tomo de tamaño europeo, con una encuadernación holandesa. He oído bastantes críticas sobre que no acaba de funcionar el color de la media tapa beige. A mí, francamente no me disgusta, aunque es cierto que no se parece en nada a la media tapa roja que hemos visto en avances y boletines.
Lo mejor: La sensibilidad. La carga emocional contenida durante toda la historia. No necesitar haber leído nada antes porque lo importante, te lo resumen.
Lo peor: El dibujo no es el mejor trabajo de Starlin pero… Importa poco.
Para los que aún no hayan leído este trozo de historia del cómic. Para ser usado como herramienta para entender la enfermedad terminal. Para emocionarte.