Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Motor Girl, de Terry Moore

Motor Girl, de Terry Moore
Guion
Terry Moore.
Dibujo
Terry Moore.
Tinta
Terry Moore.
Formato
Rústica, 224 págs, B/N, 15x23 cm.
Precio
17,50€.
Editorial
Norma Editorial. 2018.
Edición original
Motor Girl #1-10 (Abstract Studio).

A estas alturas creo que poca presentación necesita alguien como Terry Moore. Conocido mundialmente por su Extraños en el Paraíso (a partir de ahora, SiP), es una rara avis que ha conseguido labrar su propia carrera lejos de las grandes (aunque de vez en cuando se acerque), autoeditando todo su trabajo a través del sello Abstract Studio. Esto le permite ir a su ritmo y controlar por completo todo su trabajo. Tras obras tan personales como Echo o Rachel Rising, Moore recupera por fin una idea que llevaba rondando desde que estaba aún embarcado en su SiP, y que Norma edita íntegramente en un tomo con el mismo formato que toda la obra del autor, tomos rústica de 15×23 cm. Con todos ustedes, Motor Girl


Sam es una chica que vive y trabaja en un desguace de coches. La acompaña Mike, un enorme gorila parlante, que le da consejos y hace sus horas más llevaderas. Su jefa es Libby, una anciana adorable a la que un buen día una empresa, aparentemente gubernamental, le hace una oferta por el desguace, sin dar demasiados detalles. Mientras la dueña intenta contar con el beneplácito de su empleada, un platillo volante hace una visita nocturna a Sam.

Motor Girl tiene esos puntos fuertes tan reconocibles en la obra de Terry Moore: una expresividad gráfica alucinante, un diseño de personajes sublime y unos diálogos maravillosos. Tanto Echo como Rachel Rising tuvieron una extensión más contenida que SiP, pero aún así se tomó su tiempo para construir las historias. Con esta sorprende que condensa la historia en diez números. Y no precisamente porque la historia sea más sencilla. Si hubiera querido podría haber estirado el chicle como ha hecho en otras ocasiones. Si algo tiene Moore es que en cualquier momento introduce un flashback o te cuenta la historia de un personaje y, como lo hace tan bien, no tienes la sensación de que te esté vendiendo ninguna moto. Pero con Motor Girl no sucede esto: aquí va completamente al grano.

A pesar de ir a contar la historia de manera directa, nos presenta la información de manera paulatina, lo cual contribuye a ir descubriendo el verdadero mensaje de la historia, mientras que nos mantiene atrapados con la lectura. Y es que el comienzo de esta obra, si llegas sin excesivas referencias, es de no saber qué te están contando: una chica que habla con un gorila mecánico, la clásica organización de tipos trajeados marca de la casa de Moore… y un extraterrestre adorable. Poco a poco Moore va aportando más y más información, y la locura desmadrada va tomando forma y va agarrándose más y más fuerte a tu corazón. Yo he acabado la lectura con un nudo en la garganta, no digo más. Y podéis seguir leyendo esta reseña con tranquilidad, que no voy a revelar nada que os pueda estropear las muchas sorpresas.


Si habéis tenido la oportunidad de conocer en persona al autor en alguna de sus visitas a España, sabréis que es un tipo francamente divertido. Eso se refleja en sus obras, tiene un sentido del humor muy acentuado, que refleja en diálogos, huevos de Pascua y detalles narrativos que siguen sorprendiendo. Se me ocurre por ejemplo ese señor Hergé que supervisa ese cohete espacial tan parecido al X-FLR6 de Objetivo: La Luna, o esa referencia a El hombre que cayó a la Tierra, interpretada por David Bowie. Además, construye referencias visuales muy potentes, que pueden ir de lo divertido (como en el caso de esas huellas de las manos del extraterrestre) a lo emotivo (Sam de rodillas en la misma postura en dos cronologías diferentes, en un momento de la historia que le recuerda a algo de su pasado). En eso Moore es tremendamente hábil: no es sobreexplicativo ni necesita un texto para que repares en ese detalle. Lo deja suficientemente a la vista para que tú mismo te des cuenta, lo cual resulta más sorprendente y potencia el humor o la emoción.

Y una vez más, la caracterización de personajes vuelve a desatacar por encima del resto. Alguien puede decir que repite esquemas, y no le falta razón. Pero siempre aporta a cada personaje un detalle que acaba dándole su propia entidad. Es lo que me ocurre, por ejemplo, con Larry y Victor, esos dos esbirros que se muestran como los clásicos personajes trajeados que son el brazo fuerte de la organización de turno… pero que aquí acaban girando hasta unos Stan Laurel y Oliver Hardy entrañables. Aunque si hay un personaje que evoluciona es Sam. Y el autor lo hace con mucha inteligencia porque, realmente, el personaje no evoluciona en sí, lo hace a través de la información que se nos va revelando y que hace que la vayamos viendo de un modo distinto a medida que avanza la historia.

El tomo incluye las portadas de los diez números, así como bocetos y comentarios del autor a modo de extras.


En definitiva, Motor Girl.

A lo mejor es fruto de la reciente lectura, pero por emociones, Motor Girl, ha subido a lo más alto de mi top personal de Terry Moore. Una historia divertida, con un dibujo expresivo, detalles narrativos que tocan al lector, y una capacidad de emocionar que la convierten en una obra imprescindible. El hecho de estar tan contenida en solo diez números hacen de ella una lectura fácil, ágil y con una condensación de las emociones que acaba resultando más efectiva. Si no conocéis al autor, esta es probablemente la mejor presentación, con un tomo económico y autocontenido que os puede descubrir a uno de los narradores más brillantes de su época. No dejéis que el gorila Mike os obligue a comprarlo por las malas, echadle vosotros mismos un ojo…

Lo mejor: Tremendamente dura y emotiva. Las expresiones que consigue con el dibujo. Detalles narrativos brillantes.

Lo peor: Si te dan muchos detalles sobre la trama. Id a por ella y sorprendeos vosotros mismos.