Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Moonshine Vol. 4. La parte de los ángeles

Moonshine Vol. 4. La parte de los ángeles
Guion
Brian Azzarello.
Dibujo
Eduardo Risso.
Tinta
Eduardo Risso.
Color
Eduardo Risso, con Cristian Rossi.
Formato
Rústica, 120 págs, color.
Precio
16,95€.
Editorial
Planeta Cómic. 2022.
Edición original
Moonshine #18-22 (Image).

Si decíamos en la reseña del tomo anterior que la serie se había resentido un poco del parón de año y medio entre el número 12 y el 13, y que Azzarello y Risso habían optado por centrarse en los personajes principales dejando un poco de lado los numerosos secundarios, en este arco ya volvemos a recuperar a la mayoría de ellos… e incluso vamos a conocer a algún nuevo personaje, como es el caso de Eliot Ness, el famoso policía que obtuvo gran popularidad por conseguir meter entre rejas al mismísimo Al Capone. Moonshine Vol. 4. La parte de los ángeles  contiene los números 18 a 22 de la serie de Image, y coloca todas las piezas para el último arco argumental, que esperemos Planeta no tarde mucho en publicar.


Habíamos dejado a Lou Pirlo escapar por los pelos de Nueva Orleans y ahora se encuentra en Cleveland, donde Eliot Ness busca a un asesino en serie. Tempest Holt sigue infiltrándose en la banda de Joe Masseria, en busca de su padre. Reencuentros, acción, violencia… se dan cita en esta serie de hombres lobos en plena época de la ley seca en EE.UU.

Como he comentado en anteriores ocasiones, el guión de Azzarello exige bastante esfuerzo por parte del lector. El ritmo de publicación interrumpido, sumado a la cantidad de personajes que aparecen y desaparecen durante bastantes números (en estos cinco, por ejemplo, dejamos a un lado a Delia) exigen un nivel de atención superior al habitual. Es una serie que, sin duda, gana con una lectura continuada en el tiempo, en la que tengamos frescos a todos los personajes, por lo que releída desde el principio una vez la tengamos completa, estoy seguro que será aún más satisfactoria.


Como suele ser habitual en los trabajos de estos dos autores en conjunto, el gran fuerte siguen siendo los personajes y la atmósfera. Todo el trasfondo licantrópico funciona especialmente bien en esta Estados Unidos de principios del siglo XX, con las pujas de poder y el negocio clandestino de venta de alcohol, amén de esos clubs nocturnos, hábitat natural de la femme fatale por excelencia. Hay que reconocer que el trabajo de Risso es soberbio y suple con creces las carencias de las que pueda adolecer el guión. El uso de contraluces y de iluminación en general, es fascinante.

Aunque el trabajo de Risso sea abrumador, y Azzarello esté un escalón por debajo del dibujo, tampoco hay que infravalorar su trabajo. Creo que construye una historia con bastantes niveles, intentando construir un universo desde puntos de vista muy distintos (los mafiosos, los masillas, los «paletos», los santeros…) y haciéndonos partícipes de la agonía continua de Lou, que intenta contener su animal interior del mejor modo que puede. En ese sentido, igualmente Azzarello aporta mucho volumen a la serie a través de unos diálogos que dan personalidad a cada uno de los «bandos» que participan en ella. Eso hace que el trabajo del traductor Diego de los Santos, a pesar de ser correcto, quede un poco deslucido, pues se pierde mucha de esa jerga y esos continuos juegos de palabras que en algunos casos quedan un poco raros en la versión española. En todo caso, insisto, más que por demérito del traductor, por la dificultad de trasladar a nuestro idioma modismos y juegos de palabra intraducibles, aunque en el original se diferencia mucho mejor el nivel educativo de cada personaje.


En definitiva, Moonshine Vol. 4. La parte de los ángeles  nos deja con ganas de leer el desenlace. Es mucho lo que queda por concretar en estos seis números restantes, pero me alegro que hayan decidido ponerle fin antes de que la historia se convierta en un chicle estirado con el que no lleguen a saber qué hacer, o en el que se pueda llegar a perder el interés por lo que le suceda a unos personajes que hasta ahora tienen buena química y con los que consigues conectar. Una serie que te sumerge en lo más profundo del hampa norteamericano de principios de siglo XX, con un trabajo gráfico apasionante que transmite la suciedad, los olores, el glamour… Esperemos que no tarde mucho en llegar el tomo final.

Lo mejor: La ambientación. El trabajo de Risso, espectacular. Una vez te metes de lleno en la historia y te familiarizas con todos los personajes, funciona bastante bien.

Lo peor: Que sea una serie que exija tanta atención obliga a leerla de seguido, o volver a leer los tomos anteriores para acordarte de todos los personajes.