Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Moonshine Vol. 3. Rue Le Jour

Moonshine Vol. 3. Rue Le Jour
Guion
Brian Azzarello.
Dibujo
Eduardo Risso.
Tinta
Eduardo Risso.
Color
Eduardo Risso, con Cristian Rossi.
Formato
Rústica, 120 págs, color.
Precio
16,95€.
Editorial
Planeta Cómic. 2021.
Edición original
Moonshine #13-17 (Image).

Dos años y medio ha tardado en llegar Moonshine Vol. 3. Rue Le Jour  a nuestras librerías. Sí, hay que reconocer que a partir del número 12 en el que nos quedamos con el tomo 2, pasó un año y medio hasta que el 13 viera la luz en EE.UU. Pero una vez retomaron la serie… ya no han parado hasta terminarla en el número 28 que apareció el mes pasado en librerías americanas. Planeta se ha puesto el turbo y edita los tomos 3 y 4 en diciembre y enero, y suponemos que no tardaremos mucho en ver el quinto y último tomo en nuestro país.


En los cinco números incluidos en este tomo nos centramos en Lou Pirlo y su amante Delia que intenta ayudarle a deshacerse de su licantropía. Buscará la ayuda de dos santeras que conoce, y que le piden un precio, tal vez demasiado alto… Lou se cruzará en su camino finalmente con el temible Jean-Baptiste, un santero que aprovechará la necesidad de Lou para conseguir algo sobre lo que tiene mucho interés.

Comentaba en la reseña del primer tomo que Moonshine  es una serie muy coral, cuya principal dificultad es seguir la pista e identificar a todos los personajes que participan en ella. Pues bien, lo mejor que tiene este tercer arco argumental es precisamente que está centrado en Delia y Lou. Sí, aparecen los chicos de Joe Masseria, la familia Holt, y todos los demás personajes que ya nos habían presentado, pero es un alivio ver que se puede entender la trama perfectamente a pesar del tiempo que ha pasado desde el último tomo, y que deja que recordemos a todos los personajes poco a poco, e introduciendo información sin atropellar a un lector que puede volver a esta serie sin haber releído lo anterior (aunque eso sería lo recomendable, francamente).


Azzarello se esfuerza en realizar una serie rica en líneas argumentales y en subtramas, y en desarrollar a unos personajes mucho más profundos de lo que pueda parecer si uno piensa en esta historia de matones y gente que malvive en una sociedad dominada por la santería y la magia negra, y construye personajes interesantes, y desarrolla una trama en la que no queda claro hasta bien avanzada la historia quién es el villano de la historia. Cuando uno se mueve en una historia donde todos son gente con una dudosa moralidad, cuesta encontrar al antagonista de Lou.

No obstante, lo mejor con diferencia de esta serie sigue siendo el trabajo de Eduardo Risso, con una narrativa que sabe transmitir la acción cuando toca, el terror, la sensualidad y la desesperación de sus protagonistas, y para ello recurre a un ritmo distinto, a un coloreado con paletas diferentes, al uso de acuarelas para reflejar la dimensión onírica, e incluso a una composición de página planificada expresamente para transmitir las sensaciones que necesita cada parte de la historia. Sí, Azzarello no está mal, pero es que Risso hace unas páginas en las que apetece recrearse y en las que, cuando menos te lo esperas, te ves cubierto del fango de la pantanosa Louisiana y te obliga a mirar a los lados temiendo por tu seguridad.


En definitiva, Moonshine Vol. 3. Rue Le Jour  despierta las esperanzas ante una serie en la que, por brillante y espectacular que sea el dibujo de Risso, dejaba muchas sospechas de que el guionista pudiera eternizarla y en la que la cantidad de personajes implicados acabaran asfixiando al lector y que se perdiera al poco tiempo, y más cuando el ritmo de publicación ha sido bastante irregular. Ahora, sabiendo que la serie ha finalizado en EE.UU. y que la edición de Planeta, presumiblemente, constará de cinco tomos, se lee con mucha más energía y apetece recrearse y disfrutarla. El mes que viene toca nuevo tomo, aquí estaremos ansiosos de saber qué sucede con Lou y Delia.

Lo mejor: El espectacular trabajo de Risso en una serie con una ambientación que parece pensada para él. Que Azzarello hace un arco que permite recordar poco a poco lo que habíamos leído antes del parón.

Lo peor: Interesan mucho más los personajes y el dibujo que la historia en sí.