Es la hora de las tortas!!!

Es la hora de las tortas!!!

Moonshadow, de J.M. DeMatteis y Jon J. Muth

Moonshadow, de J.M. DeMatteis y Jon J. Muth
Guion
J.M. DeMatteis
Dibujo
Jon J. Muth, Kent Williams, George Pratt, Sherri Van Valkenburg y Glenn Pepple
Formato
Cartoné. 512 páginas. Color
Precio
35€
Editorial
Panini Cómics . 2020
Edición original
Moonshadow HC (Dark Horse, recopilando Moonshadow #1-12 (Epic, Marvel) y Farewell Moonshadow (Vertigo, DC))

Moonshadow llegó como el primer cómic americano completamente pintado de la historia. Tenemos por un lado a un J.M DeMatteis en estado de gracia, que nada más terminar esta obra nos daría la JLI y La última cacería de Kraven. Por otro lado, da igual qué página abramos porque cualquier acuarela al azar de este Jon J. Muth es un deleite visual. Estamos hablando de 1985 y todo esto se adelantaría varios años a la línea Vertigo. ¿Cómo es posible que Moonshadow aún estuviera inédita en España?

Moonshadow, de J.M. DeMatteis y Jon J. Muth

Seamos claros y aunque sea caer en un tópico, Moonshadow no es una obra para todo el mundo. Hablamos de un tebeo un tanto exigente con una estructura que, pese a las viñetas y los bocadillos, es más deudora del libro ilustrado que del cómic al uso. No olvidemos también que se trata de una obra de 1985, un momento en el que la sobreabundancia de texto, muchas veces redundante con el dibujo, era algo habitual. Si a todo esto le sumamos las pretensiones literarias de un J.M DeMatteis que estaba buscando un nuevo camino, no es sorprendente que estas 512 páginas nos lleven el tiempo de lectura de más de 1000 de casi cualquier otro tebeo.

Y hasta aquí lo malo… o quizá lo no tan bueno y es que si bien este primer obstáculo ha hecho que Moonshadow nunca haya sido un superventas, todo el resto de lo que contiene la ha convertido en USA en una obra de culto que siempre ha tenido una edición en las librerías. Nacería en la nunca suficientemente valorada Epic Comics en 1985 y nueve años después se mudaría a Vertigo, sello con el que guarda una completa afinidad y del que podría considerarse una de sus precursores. Allí ya bajo la batuta de Shelley Bond publicaría el epílogo Adiós, Moonshadow, pero, finalmente, ha sido el año pasado Dark Horse quien recopilaría la edición definitiva que por fin nos ha traído Panini.

Moonshadow, de J.M. DeMatteis y Jon J. Muth

¿Pero qué es exactamente Moonshadow? Como rezaban las portadas de la edición original, es “un cuento de hadas para adultos”. Moonshadow nos habla del viaje de nuestro protagonista y sus compañeros, el cautivadoramente mezquino Ira y el gato Frodo. Estamos ante un periplo fantástico y surrealista que nos llevará a todo tipo de mundos y experiencias (guerras, intrigas, robos, naves espaciales, manicomios…) pero también a lo largo del camino de la niñez a la edad adulta de Moonshadow.

Este cómic es también un canto a las historias escritas y no escritas. No faltarán menciones al Señor de los anillos, Moby Dick, el Mago de Oz, Alicia o Tarzán, pero también a los versos de Shelley, Henry Miller o Rudyard Kipling, por mencionar solo unos pocos. También es un pequeño estudio de las marcas que nuestra familia deja en cada uno de nosotros (que se convertirá en una constante en la obra de DeMatteis con títulos como Brooklyn Dreams, Blood o La última cacería de Kraven). Pero también nos habla sobre la fe, sobre el sexo y sobre todo lo que un DeMatteis a punto de eclosionar como escritor llevaba dentro y quería volcar.

Moonshadow, de J.M. DeMatteis y Jon J. Muth

Tal vez sea este el motivo por el todo está vertido en bruto, sin refinar y desordenado, y puede que por eso muchas de la ideas que son plantadas aquí sean retomadas por otros autores con más mano a la hora de presentarlas. Son muchas las similitudes que podemos encontrar entre Moonshadow y la obra de Neil Gaiman, solo que el inglés aún era un amateur cuando J.M. DeMatteis sacó Moonshadow de su chistera. El énfasis en el poder de las historias, los niños o incluso la muerte como una mujer de pelo alborotado están aquí.

También comparte con Gaiman el exceso de prosa, ese enfoque literario del cómic que no termina de entenderlo como un conjunto y este es quizá el punto débil de una obra donde un guion y un dibujo sobresalientes generan un resultado menor que la suma de sus partes por caer en redundancias y hasta pequeñas discordancias que pueden dificultar una lectura ya por sí misma exigente. Pero todo esto no impide que nos sumerjan en un viaje apasionante capaz de fascinarnos, entristecernos y arroparnos como solo las buenas historias hacen.

Moonshadow, de J.M. DeMatteis y Jon J. Muth

Tan denso como las ideas que se nos proponen son los planteamientos gráficos de Jon J. Muth. Un primer vistazo a sus exquisitas acuarelas nos pueden llevar erróneamente a una intención realista donde claramente hay un propósito expresionista. El estilo de Muth gira y cambia de registro violentamente de las atmósferas etéreas y delicadas a la caricatura incómoda, de la fantasía relamida a la suciedad opresiva. Muth lleva el expresionismo a su extremo más radical, donde lo que emocionalmente requiere cada escena pasa por encima incluso de la coherencia gráfica.

Sin embargo, y del mismo modo que DeMatteis, parece tener demasiadas cosas que decir y encontramos cierto desorden que se va depurando y madurando con el paso de los números hasta la perfección que alcanzaría unos años después en el especial Adiós, Moonshadow, un libro ilustrado (este ya sin máscaras) que hace de epílogo a la obra.

Moonshadow, de J.M. DeMatteis y Jon J. Muth

Y así por fin llega en una edición completísima este Moonshadow que se nos debía hace más de 30 años. Esta historia que su dibujante calificó de dickensiana y que, bajo historias dentro de historias y toneladas de símbolos, camufla realidades no siempre agradables. Moonshadow es una de esas historias que en una primera lectura nos deja ver tan solo una sugerente punta del iceberg que nos advierte que volveremos a ella cada cierto tiempo.