Comentábamos el año pasado que la calma con la que Marjorie Liu y Sana Takeda se tomaban la publicación de Monstress hacía que tan solo se pudiera editar un tomo al año. Así que habiendo pasado once meses de la publicación de La promesa, llega el momento de Devoradora, séptimo tomo de la serie que empezamos a seguir en 2017.
Decíamos tiempo atrás que Monstress no es una serie amable. Que la presentación de este mundo fue de golpe, confiando en que la capacidad de comprensión del lector fuera suficiente para entender lo que estaba pasando y quiénes eran los personajes y las facciones implicadas en este complejo mundo. Y la espaciada periodicidad de publicación que tiene hace que además, en tomos sucesivos, haya que hacer un esfuerzo de memoria. Desde el inicio, es evidente que la serie continúa desafiando a los lectores con su vasto elenco de personajes y su trama intrincada. Sin embargo, este volumen en particular presenta un reto adicional para aquellos que no han seguido de cerca los capítulos anteriores. La ausencia de un resumen introductorio o una lista de personajes al comienzo dificulta la tarea de situarse rápidamente en esta compleja red de relaciones y motivaciones.
No obstante, a pesar de la complejidad narrativa, Monstress sigue siendo una lectura sumamente fascinante. Nos encontramos en un punto crucial de la historia, donde los eventos convergen hacia un clímax aparentemente inminente. Las ilustraciones de Sana Takeda continúan deslumbrando con su estilo único y detallado, aunque es cierto que en algunas viñetas puede apreciarse una ligera disminución en la minuciosidad. No obstante, esto se ve compensado por otras páginas que despliegan una belleza deslumbrante y un nivel de detalle exquisito.
El destino de nuestra protagonista, Maika Mediolobo, toma un giro oscuro en este volumen, habiendo sido capturada y con su mente atrapada en las sombras. Esto deja a sus leales compañeros, Zinn y Kippa, luchando por encontrar una manera de rescatarla. Mientras tanto, se nos presenta el intrigante arco de Tuya, cuya lucha por preservar su propia identidad se ve amenazada por las maquinaciones de la Baronesa, que busca apoderarse de su personalidad.
Es importante mencionar que, debido a la complejidad creciente de la trama, seguir todos los detalles y sutilezas de los acontecimientos puede resultar un desafío para los lectores. En ese sentido, sería recomendable para aquellos que no tengan una pila de lectura exagerada embarcarse en una relectura completa de la serie, permitiéndoles apreciar plenamente las intrincadas capas de la historia. No obstante, incluso aquellos que no puedan dedicar el tiempo suficiente a tal esfuerzo encontrarán que el hilo principal de la historia sigue siendo accesible y disfrutable.
Este volumen recopila los números 36 al 41 americanos. A día de hoy, solo hay publicados tres números más, esperándose el siguiente para el mes de julio.
Devoradora es una adición impresionante a esta serie que ha dejado una profunda impresión en el mundo del cómic. Sumergirse en este universo donde la fantasía cósmica se entrelaza con elementos de horror es una experiencia narrativa cautivadora y sobrecogedora. Aunque puede resultar apabullante para aquellos que no están familiarizados con los volúmenes anteriores, su cautivadora narrativa y su arte deslumbrante hacen que valga la pena sumergirse en este mundo oscuro y épico. Si eres amante de la fantasía densa y oscura, esta inolvidable serie es una lectura que deberías tener en el radar si no la estás siguiendo.