Sin prisa pero sin pausa, Moztros sigue editando la espectacular fase dos del Universo Power Rangers en España. Prácticamente cada mes tenemos un tomo de los Rangers, ya sea de su cabecera homónima o de “Mighty Morphin”, de cuyo segundo volumen nos disponemos a hablar ahora mismo. Recuerden, “Power Rangers” se desarrolla en el espacio, pero “Mighty Morphin” sigue anclada en la Tierra. No obstante, en un futuro no muy lejano las tramas de ambas series van a confluir en “The Eltarian War”. Cabe destacar que, en Estados Unidos, las dos colecciones contaron con el mismo número de episodios: veintidós. Todos escritos íntegramente por Ryan Parrott.
Lo primero que destaca en esta nueva entrega de “Mighty Morphin” es la espectacular portada centrada en el Dragonzord obra de Inhyuk Lee. Un detalle a tener muy encuenta sobre la faceta artística de la obra es que la mayoría de diseños nuevos, no basados en una versión televisiva, están realizados por Dan Mora, que fácilmente debe ser uno de los cinco mejores dibujantes de cómic mainstream en activo.
La trama continúa justo donde lo dejamos. Angel Grove está rodeada por una cúpula inexpugnable (al estilo de “Under the dome” de Stephen King). Los Rangers no saben que está pasando dentro y no tienen manera de abrir una brecha. Ryan Parrott aprovecha la confusión resultante para presentar una historia en dos frentes, siendo el interior notablemente más interesante y ambicioso. Las calles de la ciudad más peligrosa de América (ríanse ustedes de la Nueva York de Marvel Comics) están en calma gracias a una impía alianza que pillará por sorpresa a más de uno.
Toda la subtrama centrada en el nuevo Green Ranger y en Grace Sterling (que fue una Power Ranger en una única misión en los años 60) es muy interesante, al plantear una serie de dilemas. Por ejemplo, habría que entrar a valorar si el fin justifica siempre los medios. Estos dos personajes van a dar mucho juego.
De todas formas, los acontecimientos que se desarrollan en el exterior no son menos sugerentes, pues la posible traición de un Ranger veterano hará que los cimientos de confianza sobre los que se sostiene el equipo se resientan de manera notable. También habrá que estar atentos a una semilla que planta Parrott de manera sutil, puesto que el ejército de Estados Unidos descubre que bajo las máscaras de sus coloridos guardianes hay en realidad chavales de instituto, algo que no sentará especialmente bien.
Lo cierto es que Parrott nos está vendiendo un tebeo de superhéroes puro y duro disfrazado de Super Sentai japonés. Da gusto ver cómo un concepto tan clásico y a la vez tan interesante como el de los Power Rangers (un grupo de chavales con poderes tipo Titanes) es explotado con todo su potencial, sin tener que estar atado a las limitaciones presupuestarias de una serie live action. El escritor centra este puñado de episodios en apelar al espíritu ranger atacando a Angel Grove. La ciudad es mucho más que una urbe convencional, pues supone el verdadero corazón del equipo. Gracias a Angel Grove se conocieron, se convirtieron en Power Rangers y no debemos olvidar que allí también viven el resto de su familia y amigos.
Por último, no perdáis de vista a la novia de Skull, puesto que podría ser la clave en la futura guerra que se avecina. Al igual que en el primer volumen, aquí también hay pequeñas secuencias al inicio de algunos capítulos centradas en el pasado de Zordon que dejan pequeñas pistas del conflicto que está por venir, además de servir para enriquecer el trasfondo del personaje.
A nivel artístico me sigo quitando el sombrero ante el cazatalentos de Boom a la hora de fichar a la armada italiana formada por artistas como Francesco Mortarino, Daniele Di Nicuolo o el gran Marco Renna. El artista se muestra como un niño con juguetes nuevos, dando rienda a todo el poder mórfico de los personajes en unas escenas de acción que quitan el aliento con ese estilo suyo tan deudor del amerimanga, esto último especialmente notable en las escenas “humanas”.
En definitiva, tanto “Mighty Morphin” como “Power Rangers” son dos de las mejores series del mercado. Una historia de superhéroes con regusto clásico pero recubierta de molonidad. En serio, dadle un tiento.