El 28 de agosto de 1993 se emitió el primer capítulo de Power Rangers en Fox. Treinta años después, la franquicia sigue vigente. De hecho, este año se ha emitido en Netflix un especial que recuperó parte del casting original. Entre ellos no estuvo Amy Jo Johnson, la primera Pink Ranger, que declinó la oferta porque, y cito literalmente, “no consideró buena idea ponerse unas mallas a sus 50 tacos”.
Es cierto que Power Rangers es un producto muy generacional. A título personal ya me pilló algo mayor para ser su público objetivo, pero de niño sí que había disfrutado de algunos super sentai como Bioman, Winspector o Turbo Rangers. No en vano, esta última fue el referente directo de la versión americana, que usaba metraje de producciones japonesas en los fragmentos en los que el quinteto protagonista usaba sus trajes, poderes y robots gigantes. Por ello, recuerdo con cierto cariño la emisión de los Power Rangers en las tardes de Telecinco junto a otras series míticas como X-Men, Conan o Batman.
Antes de entrar en materia, me gustaría destacar que desde hace años estamos viviendo un auténtico revival de series de imagen real, cómics o series animadas de la mano de editoriales como Boom! Studios, IDW o Dynamite Entertainment. Sí, es cierto. Mucho de lo que se publica es bastante lamentable, pues se hace por equipos creativos de ínfima calidad o a través de la multiplicación de crossovers sin sentido entre licencias. Pero hay otros casos donde nos encontramos con tebeos de calidad, como es el caso de Las Tortugas Ninja (en España por ECC), Transformers (parcialmente publicada por Planeta) o G.I.Joe (totalmente inédita en nuestro país), publicadas por la mencionada IDW. También destacaría El Zorro o Flash Gordon de la mano de Dynamite, o estos Power Rangers de Boom! Studios, principal punta de lanza de la editorial Moztros desde que empezó su aventura editorial.
En la creación de la actual franquicia comiquera de Power Rangers estuvieron involucrados guionistas como Kyle Higgins o Ryan Parrott, que ahora lo petan con su Massive Universe, o dibujantes como Dan Mora, uno de los cinco mejores artistas actuales. Buenos mimbres para la creación de series paralelas, novelas gráficas o esta miniserie protagonizada por Kimberly Hart, la Pink Ranger.
Una vez Power Ranger, siempre Ranger!
La acción de esta miniserie de seis números tiene lugar cuando Kimberly y sus amigos (a excepción de Tommy, el Green/White Ranger) han cedido sus morphers a una nueva encarnación de Power Rangers, que además de salvar la Tierra patrullarán el espacio exterior para combatir a Rita Repulsa y Lord Zedd.
Escribiendo nos encontramos a Brenden Fletcher, artífice de la laureada etapa de Batgirl del New 52, Tini Howard y a Kelly Thompson, guionista que acaba de terminar una excelente etapa en Capitana Marvel y que nos relató las aventuras de Kate Bishop, alias Ojo de Halcón. Ambos se encargan de meter en líos a la pobre Kimberly que, alarmada ante la ausencia de noticias de su madre, decide investigar un pueblecito de la costa francesa solo para descubrir que Goldar está llevando a cabo un disparatado plan para dominar el mundo.
A partir de aquí comenzará el resurgir de las cenizas de la Pink Ranger (con aparición estelar de algunos antiguos Power Rangers), que deberá salvar el día. La trama es bastante lineal, y, aunque ofrece alguna que otra sorpresa, en esencia estamos ante un viaje nostálgico repleto de guiños a los fans de la serie original, en especial en el capítulo final con su explosivo climax (que parece un episodio de televisión pero bien hecho, con presupuesto decente y no producido con las vueltas de ir a comprar el pan).
Lo que quita el aliento es la parte gráfica. El italiano Daniele Di Nicuolo, dibujante de Siete Secretos de Tom Taylor, se sale en cada página, con un estilo que tiene mucho más de shonen japonés que de cómic de superhéroes mainstream. El artista echa el resto en las numerosas escenas de peleas con unas coreografías espectaculares y realizando algunos diseños de criaturas y tecnología bastante chulos. Remata la excelente y vivaz paleta de colores de Elsa Charretier, que confiere al conjunto un gran acabado, que lo asemeja a una película de animación.
Mighty Morphin Power Rangers: Pink fue publicado en 2016 como miniserie de seis números. Formó parte de la fase uno del relanzamiento de Boom! Studios, gozando de un gran éxito de crítica y público. De hecho, Amy Jo Johnson quedó tan feliz con el resultado que, en algún momento, se publicará un especial escrito por ella misma.
El volumen se completa con la inclusión del one shot Ranger Slayer a cargo de los mencionados Ryan Parrott y Dan Mora. Lo cierto es que se me ha hecho corto, ofrece una interesante vuelta de tuerca al personaje dejando con ganas de más.
No os voy a engañar, este cómic no va a cambiar la vida a nadie, pero está hecho con mucho oficio, ofreciendo una historia de superhéroes frenética que no da un segundo de respiro. Tanto si sois fans de la franquicia, como si gustáis de un buen tebeo de aventuras y acción, estoy seguro de que lo vais a disfrutar.